Evaluación externa del artículo Vol. 19 N.1
Mitos e imaginarios del activismo digital feminista. Análisis de memes de la cibercampaña #FuckGenderRoles
Sección: Karpeta
Revisor/a A:
Por favor, comenta los aspectos más relevantes (positivos y mejorables) del texto evaluado.
Este trabajo presenta un enfoque y un objeto de estudio interesantes, detallistas, complejos y muy novedosos. Cuenta de ello da la aún escasez de trabajos académicos (particularmente en español) en torno a los memes y, en concreto, a su uso como herramientas contrahegemónicas desde los feminismos. Se percibe que se trata de un trabajo que tiene claras sus coordenadas teóricas y sus variables de estudio, si bien parece descentrarse progresivamente su interés inicial por los mitos leídos en los memes a medida que avanza el artículo; de igual manera, la organización del mismo desluce la propuesta y desorienta la lectura y apreciación de los resultados y, sobre todo, de su interpretación. Siendo extremadamente relevante la lectura crítica de trabajos como este, se echa en falta la aportación interpretativa crítica en este artículo, relegada al apartado final junto a las conclusiones. Esto produce ciertas contradicciones entre lo expuesto en el marco teórico y la discusión-conclusión sobre resultados (por un lado, parece “sobredimensionarse” la potencia contrahegemónica de los memes feminista, aunque en resultados el protagonismo que esos memes dan explícitamente al feminismo es menor y, en conclusiones, lxs autorxs reconocen la limitación de potencial contrahegemónico feminista de los memes; esta contradicción aparente podría resolverse en un apartado más amplio y coherente dedicado a interpretar los resultados y a revisar visiones más celebratorias de las herramientas digitales).
¿Cuáles son las modificaciones, observaciones o indicaciones que mejorarían la calidad del artículo?
En general, el trabajo se beneficiaría de una revisión ortotipográfica (uso de comas, rayas, prefijos, términos tomados del inglés, abreviatura de redes sociales, uso de “&” en lugar de “y” en citas, uniformidad en el uso de comillas, espacio entre cifras y símbolo de porcentaje, unificar y corregir escritura de “gif”, repeticiones evitables de palabras o expresiones…) y gramatical (algunos errores menores de concordancia como “el análisis de las identidades, la cultura, las emociones, las estructuras de oportunidades o los encuadres son esenciales” y de “saltos” en los tiempos verbales). También en términos generales, como se exponía en apartados anteriores, el protagonismo inicial que parecía que iba a tener el mito como variable de análisis se disuelve en la metodología y la exposición de resultados, y se recupera de nuevo en las conclusiones. En cuanto a la justificación metodológica y la argumentación de las afirmaciones del artículo (que han sido valoradas positivamente en el cuestionario previo), tengo reservas, si bien no parecía justo valorarlas negativamente. Asimismo, es recomendable uniformar la visibilidad (o no) de los nombres de pila de lxs autorxs citadxs (en cualquier caso, se recomienda indicarlos siempre). En ocasiones, la forma de presentar las citas en texto interrumpe e incomoda la lectura. Se echa en falta un apartado introductorio, previo a la exposición del marco teórico, en el que se aterrice contextualmente el artículo, se exponga qué se quiere hacer en él (y por qué se “elige” el marco de la mitología) y por qué es relevante el texto, qué aporta. En ese sentido, la exposición de los objetivos de investigación (quizás en un estilo más narrativo que de enumeración) debería ser trasladada a este primer apartado. El tercer párrafo de 1.1 quizás merezca una explicación más detallada y cohesionada para quienes no dominen las referencias o el campo de estudio. Además, este tercer párrafo parece algo desconectado de lo que previamente se estaba exponiendo. Quizás esta “segunda parte” del punto 1.1, dedicado a la mitología, merezca un subapartado propio. El siguiente párrafo, del apartado 1.2, introduce la noción de „cuarta oleada feminista“ (mejor „ola“), pero no explica qué es (no siempre hay consenso en torno a la „existencia“ de una cuarta ola feminista ni sobre lo que esta implica o introduce de nuevo): “Los memes son multi-semióticos, resignificados y apropiados (Huntington, 2013) en Internet…”. La explicación de la metodología resulta algo confusa. Se habla de tres metodologías distintas (etnografía digital, ACD y AM); entendemos que la etnografía digital puede leerse como una suerte de marco metodológico, mientras que el ACD y AM han sido utilizados como herramientas concretas que han fundamentado el diseño de “una herramienta de recolección de datos” compuesta por varias variables. Todo esto (si es así) puede explicarse mejor y jugar a favor del artículo, para poner en valor y hacer relucir la propuesta (además de para posibilitar su replicabilidad en otros estudios interesados en la metodología aquí utilizada). En concreto, ¿cómo se han articulado el ACD y AM para diseñar esa herramienta de recolección? Aunque siendo precisas y concisas, la metodología debería explicarse para ser comprendida por personas que no conocen el campo o los trabajos previos en los que se fundamenta. Igualmente, puede resultar confuso hablar de una “muestra –no probabilística–“, pero “suficientemente representativa”, especialmente cuando esa muestra está compuesta por 60 memes. Se entiende lo que lxs autorxs pretenden expresar (que, si bien esta muestra no es socialmente representativa, sí constituye una representación de posiciones sociales particulares, reproduciendo así un “criterio de representatividad sustantiva” o “sociológica” [Corbetta, 2007, pp. 48, 348]), pero, de la misma manera, cuando se habla de metodología, tenemos que ser cuidadosas con las expresiones, ya que una muestra no probabilística de 60 memes no es representativa en términos estadísticos/sociales. Sería recomendable que se describiese la muestra, sencillamente, como „memes publicados en Twitter a raíz de una campaña lanzada el 27 de febrero de 2019 por la organización “Digital Fems” (DF)“ (prescindiendo de „enunciados creados y vehiculados por los feminismos objeto de estudio”, que puede dar lugar a confusión). Los puntos 7, 8 y, sobre todo, 6 de las variables requerirían de algún tipo de explicación para poder seguir la exposición e interpretación de resultados. La presentación de resultados en esas tres variables resulta algo brusca y descontextualizada en cuanto que no se entiende a qué corresponde o qué implica cada variable (y cada ítem dentro de ellas). Por otro lado, ¿por qué se identifica el punto 8 como “narrativas” en la metodología y como “relatos feministas” en la exposición de resultados? ¿Y por qué esos relatos que se identifican en la exposición de resultados son “feministas” (y no se identifican también como “feministas” los mitos del punto anterior)? Se echa en falta una explicación o justificación de las siguientes afirmaciones: • “Con respecto a la popularidad e impacto de las piezas parece que se han mantenido dentro de la comunidad“ • „Permanecen excluidos de las piezas analizadas los «enemigos» de las mujeres o la diversidad“ • „(...) una nueva sociedad donde es posible subvertir los esquemas tradicionales“ • „(...) el estereotipo de los misóginos «buenos»“. En varias ocasiones se habla del „lenguaje profundo“, pero no se describe, aunque sea mínimamente, a qué hace referencia esta expresión en el marco de la investigación. Esta parte del primer párrafo del último apartado („En una sociedad hiper-conectada, (…) contrastan con las formas precarias de vida y trabajo”) parece más propia de una introducción. El espacio dedicado a discusión de resultados es muy reducido y se empalma con el destinado a las conclusiones. Además de aparecer preferiblemente separados como dos apartados diferenciados, las conclusiones deberían recoger una condensación de los principales resultados del estudio y, habitualmente, una breve llamada/reflexión crítica en torno a las implicaciones de los mismos en el contexto actual y en relación a futuros trabajos. Por su parte, si el artículo quiere ser fiel a esa identificación que hace de sí mismo como “interpretativo” y “analítico” desde un punto de vista crítico tiene que dar más espacio y profundidad, precisamente, a la discusión e interpretación crítica de los resultados. Igualmente, en este apartado final se exponen resultados de los que no se ha dado cuenta en el apartado de resultados correspondiente. ¿De dónde se infiere que la mayoría de mujeres representadas en los memes son “de clase media alta”? Es algo que se menciona en las conclusiones-discusión, pero no en los resultados. A modo de matiz, decir que “el colectivo LGTBIQ” encarna “nuevas expresiones de la diversidad” puede resultar injusto con la historia de las personas que forman parte del colectivo; no creo que su experiencia y expresión de la diversidad sea “nueva”.
Recomendación: Reenviar para revisión
Revisor/a B:
Por favor, comenta los aspectos más relevantes (positivos y mejorables) del texto evaluado.
El artículo "Mitos e imaginarios del activismo digital feminista. Análisis de memes de la cibercampaña #FuckGenderRoles" presenta un tema actual e interesante. El marco teórico es adecuado así como el análisis de caso, cuyos resultados son coherentes. El texto está debidamente estructurado y los resultados se ajustan a los objetivos del estudio. Para finalizar, decir que el texto cuenta con un un número referencias numeroso y buena parte de ellas actuales.
¿Cuáles son las modificaciones, observaciones o indicaciones que mejorarían la calidad del artículo?
Recomendaría ajustar la figura 1 sobre Intersexualidad presente en los memes, ya que no queda muy clara la legibilidad de la letra en cada uno de los círculos. Considero que hay modelos de gráfico mejores y que ayudarían a la visibilidad de los datos.
Recomendación: Aceptar este envío
El texto fue modificado atendiendo a las sugerencias de los/as revisores/as.