Podemos y la política de la tecnología
Resumen
El impacto de Podemos en la incorporación de diferentes herramientas tecnológicas al ‘hacer política’ es evidente. Aunque Podemos no fue el único o primer actor en probar muchas de las aplicaciones que hemos ido normalizando o adoptando en los últimos meses, el salto cuantitativo en los niveles de participación y tamaño de las comunidades de usuarias tiene una traducción también cualitativa: las nuevas tecnologías ya no son el guiño ‘moderno’ de estructuras viejas, sino que forman parte del andamio de las nuevas. Sin streaming no hubiera sido posible La Tuerka. Sin redes sociales no se habría creado una comunidad alrededor de las intervenciones televisivas de Pablo Iglesias. Sin Appgree o Agora Voting, la asamblea de Vistalegre no hubiera ido mucho más allá de los pocos miles de asistentes presenciales y la caprichosa cobertura mediática tradicional. Para ‘romper el cerrojo’ de las comunidades y los consensos tradicionales, para la creación del espacio Podemos y la verificación de su hipótesis inicial, estas tecnologías han sido clave. Una vez roto el techo de cristal, no obstante, empiezan a perfilarse los retos de la segunda pantalla.Descargas
Descarga artículo
Licencia
La revista Teknokultura, para fomentar el intercambio global del conocimiento, facilita el acceso sin restricciones a sus contenidos desde el momento de su publicación en la presente edición electrónica, y por eso es una revista de acceso abierto. Los originales publicados en esta revista son propiedad de la Universidad Complutense de Madrid y es obligatorio citar su procedencia en cualquier reproducción total o parcial. Todos los contenidos se distribuyen bajo una licencia de uso y distribución Creative Commons Reconocimiento 4.0 (CC BY 4.0). Esta circunstancia ha de hacerse constar expresamente de esta forma cuando sea necesario. Puede consultar la versión informativa y el texto legal de la licencia.