Evaluación externa del artículo Vol. 18 N.2

Autonomías precarias: un análisis sobre las tecnologías para personas con diversidad intelectual

Joan Moyà-Köhler, Miquel Domènech

Sección: Karpeta

Revisor/a A:

Por favor, comenta los aspectos más relevantes (positivos y mejorables) del texto evaluado.

Considero que es una aportación doblemente interesante: porque da cuenta de prácticas en marcha -intervención, experiencia- en espacios y contextos concretos (lugar geográfico, institución de referencia), pero también por el análisis derivado, la reflexión en torno a los impactos en vidas (perfiles, marcos) concretos y los apuntes propositivos aportados. Como propuesta de mejora: ampliar en apartado metodológico algo la información aportada; por ejemplo breve presentación del servicio de Vida Independiente "Me'n vaig a casa" o algún despliegue sobre la decisión de selección de los casos analizados.

¿Cuales son las modificaciones, observaciones o indicaciones que mejorarían la calidad del artículo?

Propuesta de ampliación del apartado de Metodología; Me animo a apuntar un par de errores tipográficos: - eliminar el acento en conjunción 'que' (en Resumen: "... y la manera que que se concibe..." y en apartado 2 Diversidad funcional... [pg. 3]: "... entender la manera en que abordamos las complejas...") - en pág. 3 aparece "Estudios de la Ciencia y la tecnología", cuando en otras ocasiones aparece en mayúsculas tanto "Ciencia" como "Tecnología" - en pág. 3, apartado 2 creo falta la preposición "de" que acompañe a "...explicar brevemente el origen..." (se intercala un matiz entre comas, lo que no elimina). En ese mismo párrafo: "Cabe destacar que el Modelo Social surge desde los movimientos sociales del campo..." yo pondría "ámbito" en vez de "campo", por evitar posible confusión de referencia (podría considerarse "campo" como espacio local) - "artículo" tiene acento en la 'i', no consta en págs. 6; lo mismo ocurre con "círculo" en pág. 7. En esa misma página 7, tras la Tabla 1: "Aparte" (que inaugura el párrafo) es una sola palabra (consta "A parte...") - creo falta una "n" en tercer párrafo de pág. 12, donde se lee: "... tecnologías que se incorporan e la ecología concreta..." - para finalizar: en p´g. 13, pocas líneas antes del apartado de Conclusiones parece sobra un (el segundo) "que": "... ajuste que constantemente que toda infraestructura necesita

Recomendación: Publicable con modificaciones

Revisor/a B:

Por favor, comenta los aspectos más relevantes (positivos y mejorables) del texto evaluado.

El artículo resulta interesante por el cuestionamiento y crítica que hace de la tecnología para el alcance de la autonomía de las personas con diversidad funcional intelectual. Los resultados se presentan de forma clara y ordenada. Cuenta con buenas referencias bibliográficas. Hay cuestiones que podrían mejorar el texto: (1) En cuanto al término Diversidad Funcional, si bien es verdad que los/as autores/as del texto hacen referencia a su origen en el pie de página 1, sugiero incluir la referencia bibliográfica en la que se explica el término: Romañach, J. y Lobato, M. (2005). Diversidad funcional, nuevo término para la lucha por la dignidad en la diversidad del ser humano. http://forovidaindependiente.org/wp-content/uploads/diversidad_funcional.pdf En ese artículo se habla de Diversidad Funcional como genérico y se añade física, intelectual, visual, auditiva, orgánica, etc. cuando se hace referencia a un grupo concreto. En este sentido, en el texto se habla a veces de “diversidad intelectual” (incluido el título) y otras de “diversidad funcional intelectual”, que sería lo correcto. Así mismo, aunque los/as autores/as privilegian el uso de Diversidad Funcional, no siempre terminan haciéndolo, pues en numerosas ocasiones encontramos Discapacidad a lo largo del texto (por ejemplo: “La lista de productos que se suelen mencionar para diferentes tipos de discapacidad física o sensorial es ciertamente amplia y variada”; “Así pues, aunque el desarrollo en relación con las tecnologías digitales ha sido muy destacado estos últimos años en occidente, existen todavía numerosos retos en lo que se refiere a su implementación y uso entre las personas con discapacidad, especialmente entre aquellas con discapacidad intelectual”, etc.). Se sugiere unificar. (2) En lo referido a las formas de citación, en el texto se hace uso del “&” e “y” indistintamente cuando se trata de dos o más autores/as. Por ejemplo, en la página 2: (Macdonald & Clayton, 2013) y (Fundación Adecco y Keysight Technologies Spain, 2020, p.13). En la página 3: (Blume & Galis, 2014). En la página 4: (Blanco y Latorre, 2008), etc. Tal como indica las Normas de la Revista –y atendiendo a las Normas APA-, corresponde el uso de la “y”. Se sugiere una revisión del texto para hacer el ajuste. En las referencias, sin embargo, se incluye la “y”, a excepción de las referencias Shakespeare, T. and Watson, N. (2001) y Smull, M. W., & Danehey, A. J. (1994). (3) Una cuestión menor, es que se ha detectado una errata en la página 9. Se dice “cuanta bancaria” cuando sería “cuenta bancaria.

¿Cuales son las modificaciones, observaciones o indicaciones que mejorarían la calidad del artículo?

En lo referido a la metodología, se podría reforzar explicitando algunos detalles. De los once casos estudiados para la tesis doctoral, los/as autores/as han elegido los dos que presentan, pero se desconocen los criterios que justifican la elección de estos dos casos frente a los otros. Se dice que se hace uso del Diario de campo, entendiendo que se utiliza en los momentos que aplica la técnica de la Observación directa, la cual no se menciona ni se explica en este apartado. Se hace uso también de la técnica de la Entrevista, pero se desconoce la finalidad y el contenido de la misma para cada actor. Sería igualmente conveniente que se explicara cómo se ha tratado y analizado la información obtenida durante el trabajo de campo. En cuanto a los resultados, teniendo en cuenta la comparación de los dos casos, se habla en términos de éxito y fracaso de las experiencias. Comparto los resultados a los que llegan los/as autores/as, pero creo que ambos casos la tecnología jugó una función diferente, por lo que quizás hablar de éxito/fracaso no sea la terminología más acertada. Asimismo, creo que los resultados podrían ser sustentados con fragmentos de las entrevistas que se han realizado. De todas las afirmaciones que se hacen, solo en una ocasión aparece el fragmento de un testimonio.

Recomendación: Aceptar este envío

Revisor/a C:

Por favor, comenta los aspectos más relevantes (positivos y mejorables) del texto evaluado.

El artículo resulta interesante por el cuestionamiento y crítica que hace de la tecnología para el alcance de la autonomía de las personas con diversidad funcional intelectual. Los resultados se presentan de forma clara y ordenada. Cuenta con buenas referencias bibliográficas. Hay cuestiones que podrían mejorar el texto: (1) En cuanto al término Diversidad Funcional, si bien es verdad que los/as autores/as del texto hacen referencia a su origen en el pie de página 1, sugiero incluir la referencia bibliográfica en la que se explica el término: Romañach, J. y Lobato, M. (2005). Diversidad funcional, nuevo término para la lucha por la dignidad en la diversidad del ser humano. http://forovidaindependiente.org/wp-content/uploads/diversidad_funcional.pdf En ese artículo se habla de Diversidad Funcional como genérico y se añade física, intelectual, visual, auditiva, orgánica, etc. cuando se hace referencia a un grupo concreto. En este sentido, en el texto se habla a veces de “diversidad intelectual” (incluido el título) y otras de “diversidad funcional intelectual”, que sería lo correcto. Así mismo, aunque los/as autores/as privilegian el uso de Diversidad Funcional, no siempre terminan haciéndolo, pues en numerosas ocasiones encontramos Discapacidad a lo largo del texto (por ejemplo: “La lista de productos que se suelen mencionar para diferentes tipos de discapacidad física o sensorial es ciertamente amplia y variada”; “Así pues, aunque el desarrollo en relación con las tecnologías digitales ha sido muy destacado estos últimos años en occidente, existen todavía numerosos retos en lo que se refiere a su implementación y uso entre las personas con discapacidad, especialmente entre aquellas con discapacidad intelectual”, etc.). Se sugiere unificar. (2) En lo referido a las formas de citación, en el texto se hace uso del “&” e “y” indistintamente cuando se trata de dos o más autores/as. Por ejemplo, en la página 2: (Macdonald & Clayton, 2013) y (Fundación Adecco y Keysight Technologies Spain, 2020, p.13). En la página 3: (Blume & Galis, 2014). En la página 4: (Blanco y Latorre, 2008), etc. Tal como indica las Normas de la Revista –y atendiendo a las Normas APA-, corresponde el uso de la “y”. Se sugiere una revisión del texto para hacer el ajuste. En las referencias, sin embargo, se incluye la “y”, a excepción de las referencias Shakespeare, T. and Watson, N. (2001) y Smull, M. W., & Danehey, A. J. (1994). (3) Una cuestión menor, es que se ha detectado una errata en la página 9. Se dice “cuanta bancaria” cuando sería “cuenta bancaria.

¿Cuales son las modificaciones, observaciones o indicaciones que mejorarían la calidad del artículo?

1. En la pág. 5 cabría hacer una acotación relacionada con las dificultades que los aspectos de equipamiento y comunicación representan para las personas con discapacidad 2. No es clara la afirmación, o es de cierto modo redundante, este rol fundamental de la percepción del otro ¿a qué corresponde?, ¿sólo a la perspectiva capacitista? (p. 5) 3. Cuando se habla de los cambios con la Covid-19 (p. 8) convendría ser más cuidadoso en cuanto a la generalización de lo que ha cambiado, quizás algunos rubros o problemas se encuentran aún en transición 4. Al mencionar el entendimiento de las preguntas (p. 12) puede ayudar no sólo la comprensión de las preguntas, ¿qué hay del resto de aspectos éticos y bioéticos, relacionados con el resto de aspectos vinculados al proceso salud-enfermedad-atención? Por ejemplo, además de la propia comunicación, la factibilidad, acuerdo y evaluación de la eficacia o satisfacción en la implementación o desarrollo/seguimiento de los tratamientos. 5. Al hablar de beneficios de las instituciones (p. 12), también valdría la pena pensar no sólo en términos de las instituciones, sino de los propios usuarios 6. Las conclusiones son escuetas y serían más contundentes si revisan sus argumentos e incluyen posibles propuestas: Aunque de modo general se esboza un conjunto de esas zonas de riesgo no queda suficientemente claro si éstas se refieren ¿a las condiciones y necesidades de salud y de la población con discapacidad no atendidas?, ¿La inaccesibilidad de la tecnología para esta población?, ¿La falta de prevención? Tal vez ayudaría subrayar mejor dichas zonas de riesgo, pensando también en variables de género, edad (por las brechas generacionales) y nivel socioeconómico, entre otros. Sería deseable esbozar algunas dimensiones o aspectos que este diseño debería contemplar, especialmente haciendo una conexión con los principales aspectos de los focos de dificultad o incluso lo que podría llamarse “áreas de oportunidad”. Sería importante y aportaría claridad abundar en la cuestión de la especificidad de la demanda, señalando algunos ejemplos o maneras de entenderla

Recomendación: Publicable con modificaciones

 

El texto fue modificado atendiendo a las sugerencias de los/as revisores/as.