Evaluación externa del artículo Vol. 18 N.2

El uso de tecnologías de asistencia sanitaria digital por parte de la población mayor desde una perspectiva de género e intrageneracional

Blanca Criado Quesada; María Agulló Tomás; Vanessa Zorrilla-Muñoz

Sección: Karpeta

Revisor/a A:

Por favor, comenta los aspectos más relevantes (positivos y mejorables) del texto evaluado.

Este artículo presenta una aportación interesante y valiosa al análisis del uso de las TIC por parte de la población mayor, así como de la explotación de datos realizada con la encuesta ONTSI. Aunque supone un trabajo empírico interesante que no se había realizado hasta el momento, el artículo requiere una revisión profunda de su contenido para ser publicado. Fundamentalmente, se sugiere: - Subsanar las carencias de información metodológica y tener cuidado con las afirmaciones que hagan en función de las bases de cálculo manejadas, que se desconocen. - Ofrecer datos comparativos de la población de mayores con la población general para contextualizar los datos. - Revisar la ortografía y la redacción de algunos apartados, para mejorar la comprensión y facilitar la lectura del texto. - Revisar el apartado de conclusiones, de forma que refleje adecuadamente la información presentada a lo largo del artículo, además de indicar líneas futuras de investigación.

¿Cuales son las modificaciones, observaciones o indicaciones que mejorarían la calidad del artículo?

En primer lugar, si se opta por escribir el término Tecno-cuidado con K, debe justificarse esta opción a pie de página desde el inicio del artículo. No parece sustantiva la justificación que se incluye en la página 2: “el uso de la “k” se hace a modo de recordatorio y reclamo por una mayor/mejor atención en estas áreas y edades”. Debe revisarse el artículo en profundidad para evitar frases que no se entienden bien como por ejemplo la que aparece al inicio del 2º párrafo de la introducción o la frase sobre el papel de las redes sociales y agentes del apartado 3.2. En este caso no queda claro a qué agentes y redes sociales se refieren las autoras y en qué se basa esta afirmación. En ese mismo apartado hay frases largas en las que se incluyen palabras entre comas que confunden al lector. Por ejemplo: “con la excepción de los hogares en los que conviven amistades o hermanos/as”. En el 2º párrafo tras la tabla 4, no se sabe como se define el “factor intergeneracional”. La referencia a los proyectos que usan estudios cualitativos debe aparecer a pie de página y con el nombre completo de los proyectos, el lector no tiene por qué conocer sus siglas. Por otro lado, en el punto 3.1 se utiliza la Encuesta sobre Equipamiento y uso de las TIC del INE 2019, pero esta fuente no se menciona antes en el apartado metodológico. El gráfico 2 debe incorporar la fuente y hacer referencia explícita a la Encuesta, no sólo al INE. Es importante tener en cuenta que en este gráfico se compara el colectivo de 65 a 74 años con la población general, comparación que sería deseable incorporar en el resto de datos que se ofrecen en las distintas tablas del artículo y por supuesto en el párrafo sobre la confianza en Internet que se deriva de la ONTSI. Las tablas de este artículo presentan varios problemas comunes: en primer lugar, es necesario indicar la base de cálculo utilizada en cada caso, redondeando a la unidad si las bases de cálculo son de menos de mil casos. Además, la inclusión de dos variables independientes (grupo de edad y sexo) dificulta el análisis comparativo de los datos, ya que se encuentran en filas no adyacentes (por ejemplo, la tabla 8 que sólo incluye la edad y no el sexo, se lee mucho mejor y más fácilmente). Por ello, se recomienda a las autoras valorar si en todas las tablas es pertinente la inclusión de ambas variables. Por otra parte, es necesario explicar si las diferencias encontradas entre sexos o grupos de edad con respecto a la variable dependiente que se usa en cada caso son estadísticamente significativas, y en caso afirmativo, incluir el estadístico de asociación encontrado. Por último, sería recomendable comparar los resultados de los mayores con los del conjunto o resto de la población, quizás no en todas las tablas, pero se valoraría que se pudiese comprobar si las diferencias de género que se observan en este colectivo es mayor que en el resto o conjunto de la sociedad. Esto parece más relevante que la comparación de los dos grupos de edad (65-80 y más de 80 años), que no se justifica adecuadamente ni se explica por qué se establece un corte a los 80 años y que en general no arroja grandes diferencias. Apartado 3.2: la definición de “internet de las cosas” sería mejor presentarla más arriba, cuando se usa el término por primera vez. En la Tabla 4, se podría simplificar la presentación incluyendo solo la categoría “mucho/bastante”. Los tres últimos párrafos de este apartado resumen los resultados obtenidos de algunos cruces de variables cuyas tablas no se incluyen, probablemente por motivos de espacio. No obstante, sería interesante que se indicara si las diferencias encontradas son estadísticamente significativas y aportar al lector algún dato relevante entre paréntesis. Apartado 3.3: en ningún momento se explica cuáles son los dispositivos de monitorización de saludo, a qué se refiere exactamente la ONTSI. En la Tabla 5 sería especialmente importante incorporar la comparación con la población en general a la que me he referido más arriba, quizás sustituyendo las filas de Total de hombres y mujeres por el total de la muestra (o eliminando la comparación de grupos de edad si no es estadísticamente significativa). En este apartado se analiza la disponibilidad y el uso de estos dispositivos, pero al no incluir las bases de cálculo, no se sabe si la pregunta de uso la contestan sólo los que previamente han indicado que disponen de esos dispositivos. En todo caso, debe explicarse si en la Tabla 5 se incluyen aquellos y aquellas que al menos usan un dispositivo, o cómo se construye la variable utilización. Los dos párrafos anteriores a la Tabla 7 requieren mayor elaboración y concreción: ¿Qué explicación puede ofrecerse al hecho de que hombres y mujeres usan los dispositivos cuando sus estados de salud se perciben de forma contrapuesta? El texto se refiere a “razones” y la tabla a “motivos”, pero en realidad los datos recogen quién recomienda el uso de dichos dispositivos, en ningún caso por los motivos ni la “motivación”, como se indica en el párrafo posterior a la tabla. Con respecto a las conclusiones, éstas deben revisarse para incorporar las comparaciones recomendadas con el conjunto de la población. Por otro lado, se observa que la diferenciación entre los dos colectivos de edad utilizados en todo el análisis empírico apenas aparece en las conclusiones y en algunos párrafos (como el de confianza en las TICs o el uso de los productos sanitarios de monitorización) directamente se obvian las diferencias de género que aparecen a lo largo de todo el capítulo, lo cual sorprende en un artículo que pretende utilizar la perspectiva de género transversalmente. Se recomienda revisar el texto en línea con lo sugerido previamente para resaltar los resultados relevantes y retomarlos en las conclusiones. Como observaciones más concretas, cabe resaltar que no se entiende por qué se afirma que el uso de internet de las mujeres mayores es “invisible”, si se ha puesto de manifiesto previamente. ¿Es invisible en la literatura? De ser así, debe explicitarse y explicarse por qué no se ha estudiado este aspecto. Por otro lado, y en relación a la frase que explica el menor uso de las TICs por parte de las mujeres por su mayor carga de trabajo en cuidados sería interesante que las autoras indicaran si la ONTSI incluye alguna variable relativa a los cuidados que permitiera explorar en otro lugar esta aseveración, y de no ser así, podría hablarse de la dificultad de avanzar en esta línea con los datos disponibles. Por último, y entendiendo que no se manejan datos actualizados, cabe esperar alguna reflexión más amplia que el brevísimo comentario del último párrafo sobre cómo la situación de pandemia se espera que haya afectado o afecte en el futuro a las cuestiones examinadas.

Recomendación:Publicable con modificaciones

Revisor/a B:

Por favor, comenta los aspectos más relevantes (positivos y mejorables) del texto evaluado.

Temática novedosa, bibliografía muy reciente y actual con reseñas de expertos en la materia. Sería interesante incluir alguna referencia a User Experience (UX) adjunto algunas referencias en el apartado siguiente.

¿Cuales son las modificaciones, observaciones o indicaciones que mejorarían la calidad del artículo?

1.-No se explica por qué se realiza el corte de los mayores de 65 en los 80 años y no en los 75. 2.-Sería interesante incluir los n en cada tabla para facilitar su lectura y evitar que aparezcan en dos hojas distintas. 3.-Faltan evidencias (datos o referencias) en algunas afirmaciones como por ejemplo: ''Las videollamadas, las compras online o la propia asistencia sanitaria telemática, son sólo algunas de las herramientas más utilizadas en los últimos meses''. 4.-En cuanto a la literatura a UX Norman, D.. 2013 The design of Everyday Things. Revised and expanded edition. Basic Books Garret, J.J. 2010. The Elements of User Experience, Second Edition: User-Centered Design for the Web and Beyond. New Riders http://www.allaboutux.org/files/UX-WhitePaper.pdf

Recomendación: Ver comentarios

 

El texto fue modificado atendiendo a las sugerencias de los/as revisores/as.