Malos tratos mediáticos y decadencia periodística: mensajes corroídos
Resumen
La información consiste en la narración de datos y hechos que interesan al lector para ayudarle a comprender mejor su realidad y con ello a orientar su comportamiento, sus actitudes y su ejercicio responsable como ciudadano. La información periodística exige no engañar, es decir, exige ajustarse fielmente a la realidad. Requiere, por tanto, que sea veraz, cierta y segura. Que haya sido comprobada por un sistema de fuentes fiable para ser realmente información. Fuera de esas condiciones existe el maltrato mediático, el periodismo amarillo, la propaganda, la manipulación o la estafa periodística. Un observador académico nunca admitirá esos productos como información periodística. Este artículo intenta exponer y analizar ciertas estratagemas de adulteración informativa. Estas trampas de manipulación se presentan como información periodística. Esto constituye un caso grave de la violación de principios éticos básicos de la sociedad democrática: la información transparente y veraz. Los ejemplos analizados muestran el sesgo ideológico de una empresa informativa, en un caso, y, en otro, la corrosión profesional originada por la rutina en el ejercicio del periodismo.Descargas
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