Identificación de un libro propiedad de Isabel la Católica
el ‘Smaragdo’ de la catedral de Córdoba
Resumo
Isabel I de Castilla mandó en su testamento que todas sus deudas fueran canceladas mediante el dinero obtenido por la venta de sus “vestidos, joyas y otras cosas de su cámara”. A los pocos días de su muerte, los testamentarios, encabezados por el rey Fernando, comenzaron una almoneda que se prolongaría varios años, donde numerosos compradores adquirieron la mayoría de sus pertenencias, lo que provocó la dispersión del patrimonio isabelino para siempre. Con respecto a los libros, son pocos los que están identificados con certeza como propiedad de la reina. Gracias a la documentación generada por los funcionarios reales en la venta, conservada en el Archivo General de Simancas, a unas escuetas inscripciones situadas en el recto del primer folio del códice y a la magnífica cruz de Oviedo en el vuelto, hemos podido identificar sin ninguna duda la pertenencia de este ejemplar a la soberana.