La virtud tullida
Résumé
La pandemia de COVID-19 nos ha permitido reconsiderar los conocimientos generados desde la discapacidad y la enfermedad asumiendo estas experiencias y saberes como una virtud. El hecho inusual de que la condición de vulnerabilidad y los cuidados se han puesto en el centro propone un nuevo punto de partida para reconfigurar el modelo político, económico y social y constituir las bases de un sistema comprometido con la diversidad, la sostenibilidad y la interdependencia. Debemos crear realidades inclusivas en las que los relatos generados desde colectivos minoritarios, como aquellos afectados por la enfermedad o la discapacidad, sean reconocidos y considerados. Para que este reconocimiento sea efectivo debe existir una estructura que fomente y estimule el desarrollo de narraciones y representaciones desde las propias voces afectadas, así como un compromiso en la preservación, difusión y visibilización de estas narraciones, promoviendo, por tanto, su concienciación e integración en la sociedad.