De la obscenidad, o bien olvidar a Baudrillard
Abstract
La noción estético-política de obscenidad, partiendo de Baudrillard, alude a la visibilidad completa. Alude al exceso de representación y al exceso de comunicación. Sin embargo, esta categoría resulta parcial para diagnosticar la realidad del arte ni de la política ni de la comunicación actuales. El triunfo de la obscenidad esconde que no todo se sabe, ni se ve, ni se puede desear. Hay cierta carga teológica en el planteamiento de Baudrillard que le lleva a culpabilizar la imagen; sin embargo, toda imagen es inocente, solamente resultan obscenas las prepotencias de las imágenes que se dan por ciertas o las lecturas que se tienen por únicas. Solamente la ausencia de matiz o de sombra es obscena.Downloads
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