¿Renunciar a Flandes? La disyuntiva de separar o conservar los Países Bajos durante la primera mitad del reinado de Felipe II (1555/6-1579)
Resumen
La posibilidad de separar los Países Bajos del resto de patrimonios que integraban la herencia de Felipe II se tuvo presente para contrarrestar el avance de la revuelta flamenca. La separación podía concretarse a través de un matrimonio dinástico concertado por las dos ramas de la Casa de Habsburgo y dotado con ese territorio. Los miembros de la rama imperial (y menor) de la dinastía manifestaron ambiciones explícitas sobre las Diecisiete Provincias en este contexto conflictivo. Pero no fueron los únicos. La lógica de que la revuelta ofrecía la oportunidad de adquirir este patrimonio mediante la dotación formal de Felipe II fue compartida por otros parientes dinásticos no menos ambiciosos que los Habsburgo de Viena. Este artículo analiza las presiones que el monarca recibió de la Corte de Francia, la Corte Imperial y el propio Papado para efectuar la separación del patrimonio territorial borgoñón de la herencia española en forma de dote para una de sus hijas, Isabel o Catalina, durante la década de 1570.Descargas
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