La labor docente en centros civiles de los ingenieros militares, en la España del siglo XVIII
Resumen
En la primera mitad del siglo XVIII la ciencia española estaba en manos del ejército, destacando el cuerpo de ingenieros militares, creado a comienzos de la centuria. A partir de 1750 la población civil reclamará su derecho a obtener una formación similar a la que se proporcionaba en centros militares, y esto llevó al surgimiento de establecimientos, como la Academia de Bellas Artes de San Fernando o la Real Sociedad Aragonesa, que se presentaban como una alternativa a las universidades, entonces anquilosadas. Estas nuevas instituciones, ante la escasez de personal civil cualificado para la enseñanza de las materias científicas, recurrieron a ingenieros militares, como fue el caso de José de Hermosilla o Luis Rancaño de Cancio.Descargas
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