La escena final de Hienas Una incorporación parentética
Résumé
Se tiende a caracterizar Hienas como una “sátira mordaz del África actual”, un continente que ha visto cómo sus esperanzas de independencia eran traicionadas por las falsas promesas del materialismo occidental. Ese tipo de lectura nos llevaría a interpretar Hienas como una ficción afropesimista de la construcción de la neocolonia, en la que la victoria del materialismo sobre la autodeterminación se escenifica como la subsunción de la moralidad panafricanista en la modernidad del Fondo Monetario Internacional. Esta lectura se basa en la interpretación de la escena final de Hienas, en la que el tránsito de la pobreza a la riqueza prometido por Linguere Ramatou se evidencia en la condena a muerte que los aldeanos de Colobane imponen al tendero Draman Drameh, a la par que él reconoce su culpabilidad. En este texto, por el contrario, Kodwo Eshun nos propone otra interpretación de la escena final de Hienas: lo que allí sucede no es un asesinato, ni un sacrificio, sino un acto de incorporación ocluida realizado por una entidad corporativo cuya opacidad no impide ni la transparencia ni la universalidad, como proponía Edouard Glissant, sino que funciona como fatídico requisito previo para la integración en el capitalismo mundial.