Mirar con tacto: imágenes después de Gaza. Call For Papers. Revista Re-visiones, Vol. 16, Nº 2 (otoño de 2026)
Mirar con tacto: imágenes después de Gaza
Call For Papers
Revista Re-visiones, Vol. 16, Nº 2 (otoño de 2026)
Editora invitada: Kinda Youssef

Larissa Sansour, Bethlehem #15 (2012), serie Nation Estate. Cortesía de la artista y Lawrie Shabibi Gallery, Dubái.
Desde 2011 mantengo una relación ambivalente con las imágenes. Dejé mi país, Siria, cuando la violencia comenzaba a intensificarse y, desde entonces, no he vuelto. El lugar se redujo a una pantalla: un territorio táctil donde mirar se convirtió en una forma de duelo. Durante años repetí el mismo gesto: deslizar el dedo sobre las imágenes hasta que el cuerpo –y la mirada– se agotaron. Con el genocidio en Gaza, ese ritual regresó. Entro en las redes, miro, escapo, vuelvo a mirar. Recuerdo la lectura de Aurora Fernández Polanco sobre La incredulidad de Santo Tomás de Caravaggio: ese “ver con tacto” que conduce la mirada hasta la herida. Quizá hoy mirar consista precisamente en eso: en sostener el dedo sobre la superficie ardiente de la imagen, no para creer, sino para no apartarse del dolor que persiste, y desde él aprender a conocer, a pensar, a investigar lo que las imágenes aún nos exigen.
Pensar la imagen después de Gaza implica habitar la tensión entre la exposición total y el intento de borrado –entre la sobreproducción visual y la desaparición del cuerpo. Gaza no es un acontecimiento lejano, sino un punto de condensación del mundo, un síntoma de la policrisis contemporánea, donde convergen el colonialismo de asentamiento, la modernidad fósil, el colapso ecológico y la erosión de los consensos humanitarios surgidos tras la Segunda Guerra Mundial. En Gaza, el genocidio se revela como una expresión desinhibida del poder capitalista sobre la vida y la naturaleza. En ese espacio incierto, la visión se vuelve campo de disputa, y la mirada, un testigo exhausto que persevera.
Ariella Aïsha Azoulay propone comprender la fotografía como un contrato civil entre quienes aparecen, quienes registran y quienes miran. Las imágenes que llegan desde Gaza no piden compasión, sino responsabilidad compartida. Mirar no es un acto neutral: es una práctica política. Cada imagen eliminada constituye una forma de violencia administrativa, y cada fragmento que reaparece, un gesto de insumisión frente al algoritmo. Como recuerda Judith Butler, esos marcos visuales determinan qué vidas –y qué imágenes– se consideran dignas de duelo. La restitución de la imagen deviene así un gesto ético hacia quienes han sido desposeídas de su propia visibilidad dentro de un régimen depredador de documentación. En las obras de Basel Abbas y Ruanne Abou-Rahme, esa restitución se traduce en fragmento, error e interrupción: la imagen se fractura y se rehace, insistiendo en aparecer.
En esa misma línea, Harun Farocki describió ciertas imágenes como operativas: no hechas para ser vistas, sino para funcionar, calcular, matar. Habitamos hoy esa visión maquínica en la que drones, satélites y algoritmos –junto con los montajes fabricados por los medios hegemónicos– producen realidad más que registrarla. Y, aun así, incluso dentro de este régimen de control, la imagen puede fisurarse y dejar pasar una sombra –una fuga– en la transparencia del poder.
Esa visión maquínica también tiene su materia. Como señala Jussi Parikka, toda infraestructura visual depende de una economía material de energía, calor y extracción. La imagen arde; forma parte del mismo ciclo de combustión que alimenta la maquinaria de guerra. En ese sentido, Gaza condensa la continuidad entre devastación bélica y agotamiento ambiental, aquello que Adrià Rodríguez, siguiendo a Jason W. Moore, denomina “capitalismo de la naturaleza barata”: un sistema que hace del agotamiento de la vida, de la materia y de la memoria la condición de su propia perpetuación.
Pero el agotamiento no es solo material. El desafío no reside solo en las imágenes, sino en lo que provocan en nosotras. Habitamos un agotamiento perceptivo: la verdad se erosiona, la empatía se adelgaza, el sentido se disuelve. No se trata de una crisis de representación, sino de una crisis de sensibilidad. Desde Gaza –escribe Muhammad Shehada– no se ha derrumbado solo la ciudad, sino también el lenguaje; las palabras que nombraban el mundo ya no soportan su peso. En ese vacío, la imagen queda suspendida, no como sustituto de la lengua, sino como su resto. Entre los escombros, es lo que insiste en permanecer cuando las palabras fallan.
Este número de Re-visiones invita a pensar la imagen como un campo de fuerzas –político, técnico y afectivo– en tiempos de exterminio y ruina. Ver con tacto significa sostener la atención sobre aquello que aún respira, mantener el contacto con lo que se desmorona y resistir el incesante flujo de imágenes que alimenta la desmemoria. Porque retransmitir el genocidio sin interrupción es también prolongarlo: fijarnos en el eterno presente del neoliberalismo. Mirar, entonces, no para huir, sino para interrumpir su continuidad.
Se aceptarán para su revisión y posterior publicación artículos originales que se relacionen con los siguientes ejes temáticos:
- Genealogías visuales del colonialismo en Palestina –y no solo– y sus continuidades en las tecnologías contemporáneas de vigilancia y control.
- Estrategias artísticas y narrativas desde la diáspora y el exilio que desestabilizan el régimen visual hegemónico y reconfiguran la noción de testimonio.
- Ecologías visuales: vínculos entre imagen, energía fósil y devastación ambiental.
- Imaginación maquínica y tecnopolítica de la visión: algoritmos, inteligencia artificial y guerra.
- Políticas del archivo y contravisualidad en la era de la censura algorítmica.
- Estéticas del error, la opacidad y la interferencia como gestos de resistencia.
- Reacciones y contradicciones en el campo artístico: de la censura y el silenciamiento a la creación de redes de solidaridad y apoyo mutuo.
- Perspectivas comparadas y controversias en torno a las imágenes de la violencia y el genocidio: ecos, silencios y resonancias entre contextos históricos.
- Duelo, saturación y agotamiento perceptivo en la infosfera contemporánea, y su contraparte: éticas de la mirada –tacto, cuidado y responsabilidad mutua–.
Fecha límite para la recepción de originales: 9 de febrero de 2026
Extensión máxima: 5.500 palabras, sin incluir notas ni bibliografía (límite estricto)
Normas para la presentación: http://www.re-visiones.net/index.php/RE-VISIONES/pages/view/normas


