In search of moral politics: Kant cosmopolitan right in state’s sovereignty crises
Abstract
Hay una tensión en la relación entre el derecho y la moralidad, especialmente en relación con el derecho cosmopolita. Por un lado, algunos comentaristas sostienen que hay una distinción marcada por la cual la moral debería subordinarse a la jurisdicción porque esta última pertenece a la esfera pública, mientras que la primera a la esfera privada, y por lo tanto la hospitalidad está vinculada al derecho. POr otro lado, algunos argumentan que la moral tiene prioridad al entender la hospitalidad como un ethos que es esencial para lograr la integración política y que va más allá de la esfera legal. Después de ver cómo Kant fundamenta los deberes, analizaré ambas perspectivas con respecto al derecho de hospitalidad. A continuación, se verá que para Kant el derecho y la moral son indistinguibles salvo por una excepción, a saber, cuando es el legislador quien no cumple con el derecho y no garantiza los tres principios básicos que sustentan una constitución civil: libertad, igualdad, independencia. Se argumentará que esta es una situación que se está dando actualmente, la soberanía del Estado ha entrado en crisis al producir legislación contraria a lo que Kant pensaba que serían los fundamentos legales porque, por una parte, el Estado no está sujeto a rendición de cuentas, y por otra, no se ha redefinido un derecho que tenga en consideración nuevas prácticas de libertad contemporáneas que están en armonía con la teorización kantiana. Se propondrán tres posibles soluciones a este problema basadas en el pensamiento de Kant. La primera es la desobediencia civil amparada por el criterio de publicidad. En segundo lugar, la cuestión ecológica como creadora de un estatus epistemológico que obliga a actuar de acuerdo con la voluntad general de la situación contemporánea. Finalmente, se propone la generosidad como una forma de acción política y un deber moral que tiene un carácter extensivo en la medida en que el sujeto se transforma a sí mismo y trasciende intereses, permitiéndole crear redes recíprocas y comunidades imprevistas que se ajustan al imperativo categórico e instituyen una forma de derecho basada en co-obligaciones.