zona conurbada de tampico, el ferrocarril: riesgos y derecho a la información

Abstract

El ferrocarril, que ha sido históricamente un elemento que ha contribuido a la integración espacial del territorio acercando a ciudades, también representa un riesgo constante al atravesar zonas densamente pobladas con productos cuyo transporte lleva implícito un alto riesgo debido a su toxicidad. Los municipios de Tampico, Madero y Altamira son tres ciudades separadas entre sí por calles, que se han beneficiado de los trayectos construidos para el transporte de materias primas, necesarias para su transformación, pero, al mismo tiempo, son parte de un riesgo constante, derivado de la construcción de casas-habitación y otras edificaciones que, al no respetar la distancia entre ellas y las vías, se integran en un contexto sujeto a riesgo. Dentro de los peligros, a los que nos estaremos refiriendo, pueden encontrarse tanto descarrilamientos, fugas y alcances ocasionados durante el transporte de productos cuya peligrosidad no puede ser pasada por alto por las autoridades que han mostrado complacencia al permitir la construcción de negocios y viviendas cercanas a las vías, así como  el paso con productos considerados altamente peligrosos (como cloro, amoniaco, arsénico, cianuro de calcio, ácido fluorhídrico, propano, hexano y ácido sulfúrico entre otros), que afectan a la salud a través de manifestaciones que producen quemaduras, edema pulmonar, cáncer, afectación de las vías respiratorias, depresión del sistema nervioso, paro respiratorio y dermatitis entre otros efectos indeseables (CENAPRED 2012, Proagro 2012 y New Jersey Department of health and senior servises, 2012).