Desenmascarando a Helena
Resumen
Diversas obras de arte de todos los tiempos han intentado representar la belleza absoluta y perfecta de Helena. Podemos imaginar nosotros mismos a una mujer de largos cabellos rubios (ondulados o no), de ojos azules (o verdes, o grises, o castaños), de nariz más o menos larga y estilizada, de labios finos o gruesos, de cara redonda o alargada… Los antiguos griegos también podían, desde luego, imaginar a Helena de todas estas maneras, pero los que asistieron a la puesta en escena original de la tragedia homónima de Eurípides proyectaron su particular noción de la belleza absoluta sobre una austera máscara con peluca que cubría la cabeza de un actor, el cual miraba hacia el público a través de dos huecos en el lugar de los ojos y le hablaba a través de una boca entreabierta inmóvil. En este breve estudio titulado «Desenmascarando a Helena» me propongo demostrar cómo logra Eurípides extraer el máximo potencial de caracterización de Helena a través de una convención (i.e., la máscara).
Descargas
Descarga artículo
Licencia
La revista Cuadernos de Filología Clásica. Estudios griegos e indoeuropeos, para fomentar el intercambio global del conocimiento, facilita el acceso sin restricciones a sus contenidos desde el momento de su publicación en la presente edición electrónica, y por eso es una revista de acceso abierto. Los originales publicados en esta revista son propiedad de la Universidad Complutense de Madrid y es obligatorio citar su procedencia en cualquier reproducción total o parcial. Todos los contenidos se distribuyen bajo una licencia de uso y distribución Creative Commons Reconocimiento 4.0 (CC BY 4.0). Esta circunstancia ha de hacerse constar expresamente de esta forma cuando sea necesario. Puede consultar la versión informativa y el texto legal de la licencia.