El mirador de Deleuze como detonante para repensar los estudios sobre el arte de la animación

Resumo

El presente texto parte del estado actual de la reflexión en torno al arte de la animación y aledaños para proponer un pensamiento anterior a lo visual, un marco desde el que mirar y pensar el objeto artístico animado antes de que podamos profundizar en su complejidad estratigráfica. Ese mirador son las imágenes ofrecidas por el filósofo francés Gilles Deleuze, quien nos desgaja a través de imágenes históricas y estéticas del cine los conceptos constituyentes tanto del arte animado como del pensamiento capaz de pensarlo en toda su envergadura. El quid de la cuestión reside en la lenticularidad de estas imágenes que trazan las líneas de inteligibilidad precisas para articular las relaciones que van desde la percepción y el aparato sensorial hasta la reconducción intersubjetiva. Esto hace que la expresión de la obra vuelva una y otra vez diferente. Y en medio de todo ello está la noción casi inocente del movimiento, puesto que en las artes cinematográficas y de la imagen animada lo que encontramos es puro cambio, devenir, pasar, movimiento, esto es, imágenes en movimiento.