Las primeras justificaciones griegas de la democracia
Abstract
Las primeras justificaciones de la democracia adelantadas por el pensamiento político griego son: la del siracusano Atenágoras (Thuc. VI 39), la de Aspasia en el Menéxeno (236D-249A) y la de Protágoras en el diálogo platónico del mismo nombre (320A-322D). Genuinamente democrática la primera, basada en el sentido común (entre todos se ven mejor las cosas), la de Aspasia es claramente aristocratizante y racista. Sólo en la autóctona Atenas, que a lo largo de los tiempos ha mantenido su ηύγέυεια sin mezclarse con otros pueblos, se da la ίσογουομία necesaria para la ίσογουομία y la ελευθερία de los ciudadanos. Esto les permite elegir para el gobierno al mejor de todos. La democracia, así concebida, en realidad es una aristocracia con el consentimiento del pueblo. Aspasia generaliza el juicio de Tucídides (II 65, 9-10) sobre el liderazgo de Pericles. En cambio, el mito del Protágoras hace extensiva al género humano entero la posibilidad del régimen democrático, porque Zeus ha repartido por igual entre todos los individuos el sentido de αιδώς y el de δίκη, cuando el hombre se ha elevado al grado de ciudadano, el más alto de su evolución biológica y cultural.Downloads
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