Frío, silencio y espacio vacío en El alma de los peces, de Antonio Gómez Rufo
Resumo
La Naturaleza no es sólo una amenaza: también representa las emociones humanas en cada una de sus manifestaciones. La Naturaleza, como los seres humanos, tiene alma, un alma al menos literaria que sirve, en el caso de la novela El alma de los peces, de Gómez Rufo, como una metáfora universal sobre el mal, sobre la maldad humana.Downloads
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