La iconografía del dragón y del grifo
mismo origen, distinto destino
Resumen
Una de las principales fuentes iconográficas para la comprensión del arte medieval la constituyen los bestiarios, en los que texto e imagen se unen para materializar y explicar conceptos abstractos a través de los comportamientos animales, conceptos cristianizados con el objetivo de transmitir una enseñanza moral según los principios eclesiásticos. Entre estos animales se encuentran el dragón y el grifo, seres que, probablemente, compartieron un mismo origen en el territorio mesopotámico, pero que, tras fijarse su iconografía particular, discurrieron por caminos diferentes, aunque compartiendo siempre su función de guardianes de tesoros. Y ello solo por haber surgido ambos de un pensamiento simbólico ligado a la interpretación religiosa del mundo circundante por parte del ser humano de las primeras culturas urbanas.
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