La imagen de Pekín en la Peregrinaçam de Fernão Mendes Pinto
Resumen
Después de la llegada de Vasco da Gama a las Indias en 1498, el nombre de China, identificado en un primer momento con el Catay medieval, va resultando más familiar para los occidentales debido a las informaciones recogidas en el lugar por los portugueses. La identificación de Catay con China sólo se confirma a finales del siglo XVI, a partir de las observaciones de Matteo Ricci, jesuita italiano que vivió en este país de 1582 a 1610, y Bento de Góis, que viajó desde el Imperio Celeste hasta la Gran Muralla por tierra entre 1602 y 1607. A través de las diversas imágenes que transmitían los escritores de la época el Imperio del Medio se va dibujando, a los ojos de los occidentales, como un reino fabulosamente rico y poderoso que desempeña un papel crucial en la vida política, económica y cultural de todo Extremo Oriente. Fernão Mendes Pinto no permanece al margen de este proceso, el país más admirado en la Peregrinaçam (1614) es el Imperio Chino, de “grandissima ordem & marauilhoso gouerno”. En este trabajo nos centramos en la descripción de Pekín, capital del Imperio Celeste.Descargas
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