Pavlov and the Foundation of Behavior Therapy

Resumen

La fundación, logros y proliferación de la terapia de conducta han sido ampliamente alimentados por la fundamentación del movimiento en los principios y teorías conductuales. Aunque las explicaciones conductuales de la génesis y el tratamiento de la psicopatología difieren en la importancia que le atribuyen al condicionamiento clásico o al operante, a la mediación de factores cognitivos y al papel de las variables biológicas, el descubrimiento de Pavlov de los principios del condicionamiento fue esencial para la fundación de la terapia de conducta en la década de 1950, y sigue estando en el centro de la moderna terapia de conducta. La confianza de Pavlov en un modelo fisiológico del sistema nervioso, comprensible en el contexto de una temprana neurología, ha tenido implicaciones para los terapeutas de conducta interesados en el estudio de los tipos de personalidad. Sin embargo, el principal legado de Pavlov a la terapia de conducta fue su descubrimiento de las “neurosis experimentales” que, como mostraron sus discípulas Eroféeva y Shenger-Krestovnikova, se producían y eliminaban mediante los principios del condicionamiento y el contracondicionamiento. Este descubrimiento puso la base del primer procedimiento de terapia de conducta empíricamente validado, la desensibilización sistemática, desarrollada por Wolpe. En este artículo se analizan los orígenes pavlovianos de la terapia de conducta y se pone de manifiesto la relevancia de los principios del condicionamiento para la moderna terapia de conducta. Se muestra que el condicionamiento pavloviano representa mucho más que un paradigma sistemático de aprendizaje básico. Es también una fundamentación teórica esencial para la teoría y la práctica de la terapia de conducta.