Utilización de los barros en Portugal: pasado y presente

  • Frederico Teixeira Universidade de Coimbra
Palabras clave: Barros, Peloides, Portugal

Resumen

Los Peloide son "productos formados por la mezcla espontánea o artificial de un agua mineral natural, agua de mar o lago salado, con un componente sólido (orgánico o inorgánico), como resultado de procesos geológicos o biológicos (o ambos) que, en el estado natural o después de su preparación, se utilizan por vía tópica con fines terapéuticos en forma de cataplasmas o baños "(Conf. VI. Soc Int Med Hydr., 1949). En Portugal, y durante muchos años, fueron utilizados: a) Peloides naturales – en las Termas de Cucos, Torres Vedras (agua hipermineralizada, clorurada sódicca, silicatada) y en las Azores, entre otros, en las Termas de Furnas (aguas hipomineralizadas, sulfuradas, silicatadas y alumínicas, algunas ferruginosas). b) Peloides artificiales – obtenidos a partir de barros recogidos de los depósitos de lodos en el lecho del río Vouga, cerca de Aveiro, y debidamente limpiados y preparados para la posterior maduración en tanques alimentados con agua sulfurada a 37-39° C, durante 6 meses, de manera que adquieran una muy elevada cantidad de sulfuraria, prática utilizada durante años en las Termas de Vizela y en las Termas de Aregos. Unos y otros eran utilizados después en el tratamiento de las enfermedades reumáticas y otros trastornos músculo-esqueléticos o en el tratamiento de dermatosis eczematosas (denominada psoriasis). En el inicio de la década de los 90 del siglo pasado, todo cambió: Primero, el cierre de las Termas de Cucos (que esperan ser restauradas); después, por la presión de la legislación producida entretanto y que incrementa el rigor del control microbiológico de la utilización de las aguas minerales a nivel de los Establecimientos Termales, o simultáneamente por estrategia económica, las Termas de Vizela y Aregos dejarón de cultivar la maduración artificial de peloides. En su sustitución, pasaron a usar cualquier cosa a la que llaman “fangos”, a veces mezclados con parafinas (“parafangos”) y no son más que "preparados extemporáneas" de cualquier producto arcilloso comprados algunos en el extranjero, mezclado con agua termal y puesto a cocer a elevada temperatura en una "olla de acero inoxidable". En la mayoría de los casos, la aplicación de estos "productos" se aplican en cataplasmas calientes (40-45° C) que más que nada actúan como "calor húmedo" inespecífico y que, como tal, por la legislación portuguesa de 2004, no deberían ser consideradas "técnicas termales", tan sólo "técnicas complementarias", ya que de ellos no puede ser reconocido efecto crenoterapico. Tal práctica, sin embargo y por desgracia, se ha generalizado en muchos Establecimientos Termales potuguesas, con el uso abusivo del nombre de "fangos" que, en nuestra opinión, no contribuye en nada para dignificar el termalismo. A nivel de la talasoterapia, Portugal tiene algunas regiones con "limos marinos," naturales y de alguna calidad, algunos enriquecidos con diversos tipos de algas que, naturalmente maduran en esos depósitos, como los de la playa de Foz do Minho, Playa de Consolaçao (Peniche), Playa de Meco (Caparica) y algunas de la costa del Algarve. Por desgracia, tales “limos marinos" sólo han sido explotados espontáneamente por la población, sin ningún enfoque terapéutico organizado. Es el momento de producir una legislación adecuada para la Talasoterapia, a semejanza de la que existe para los Tratamientos Termales, y a partir de ahí desarrollar un utilización terapéutica correcta de los limos marinos

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Biografía del autor/a

Frederico Teixeira, Universidade de Coimbra
Instituto de Climatologia e Hidrologia

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Cómo citar
Teixeira F. (2012). Utilización de los barros en Portugal: pasado y presente. Anales de Hidrología Médica, 4, 129-141. https://doi.org/10.5209/rev_ANHM.2011.v4.38351
Sección
Artículos