Hacer patria entre el sabotaje y el aplauso. El nacionalismo vasco radical ante el Tour de Francia (1977-2007)

Resumen

Entre 1977 y 2007 Iparretarrak, ETA y sus entornos político-sociales ejecutaron distintas estrategias, no siempre coincidentes, destinadas a instrumentalizar políticamente el Tour de Francia a su paso por el País Vasco, Navarra y el País Vasco-francés. La prueba ciclista, convertida en máximo símbolo nacional francés y en uno de los espectáculos deportivos de mayor repercusión, ha despertado un mayúsculo interés en el colectivo del nacionalismo vasco radical desde 1977 en adelante. Las iniciativas, identificables como campañas nacionalizadoras, dirigidas fundamentalmente a la difusión de reivindicaciones nacionalistas, se han resuelto a través de una doble vía entrelazada: una intensa movilización social y una calculada amenaza violenta. La estructura cronológica va destinada a conocer en detalle el desarrollo y resultado tanto de las distintas estrategias, así como las respuestas del Tour ante las presiones y coacciones de las que fue objeto. La edición de 1992, con salida desde San Sebastián, puede establecerse como punto de inflexión, al implicar una victoria política de ETA, semejante a las cosechadas en relación con las construcciones de la central nuclear en Lemóniz o la autovía de Leizarán, pues la dirección de la prueba terminó cediendo ante la amenaza, aceptando el grueso de las demandas requeridas. En las ediciones posteriores, con la amenaza terrorista activa, la dirección del evento mostró una mayor predisposición a considerar ciertas peticiones, sobre todo en lo que a la presencia del euskera en los actos oficiales respecta.