El Jurásico de la Cordillera Bética: estado actual de conocimientos y problemas pendientes.

Résumé

El límite entre el Jurásico Medio y Superior en la Cuenca Lusitánica es desigual, a semejanza de lo que ocurre en otras cuencas peri-atlánticas, y está asociado a lagunas estratigráficas que se prolongan por lo menos durante el intervalo Calloviense superior-Oxfordiense inferior. En la parte oriental de la cuenca, las zonas internas de las rampas carbonatadas se encuentran truncadas por superficies de erosión (paleocarst), asociadas a una fuerte laguna estratigráfica. La disconformidad está formada y cubierta por depósitos ferruginosos, carbones y carbonatos pedogénicos. Estos sedimentos pasan gradualmente y hacia techo a carbonatos lacustres y a carbonatos de lagoon confinado (probablemente del Oxfordiense medio). Hacia occidente, los carbonatos de la rampa externa del Jurásico Medio pasan sin discontinuidad sedimentaria evidente, pero con laguna estratigráfica, a los sedimentos del Malm (probablemente Oxfordiense medio). Estos presentan características de exposición subaérea mucho menos pronunciada que en la parte E de la cuenca; consisten principalmente de carbonatos marinos-marginales, con clara influencia de agua dulce, asociados a carbonatos marinos someros con emersión intermitente. Este artículo realza algunas características específicas relacionadas con la transición Jurásico Medio-Superior, que merecen ~cr comparadas -con- otros acontecimientos contemporáneos en otras cuencas, en particular en las cuencas Ibéricas. Merecen especial atención la asimetría de las sucesiones de facies detectada entre las zonas oriental y occidental de la Cuenca Lusitánica y los marcadores paleoclimáticos variados y contrastantes que aparecen entre estas secuencias. Se sugiere una posible fluctuación climática durante el Oxfordiense.