Lluch, Gemma (Dir.). Los libros que leemos. ¿Quién, dónde y cómo se decide? La construcción del canon no académico. Valencia: Tirant Lo Blanch, 2025

Hoy en día, podemos afirmar con bastante certeza que el canon literario no es más que un conjunto de preferencias, propias o ajenas, establecidas en determinadas épocas. Siguiendo los postulados de Even-Zohar (2017), la canonización literaria es dinámica, cambia constantemente. En la obra reseñada dirigida por Gemma Lluch se afirma igualmente que los procesos de selección de textos producen cánones diferentes y complementarios que se van sustituyendo y suplantando con el tiempo. Atrás han quedado propuestas como la de Bloom (1995) en su célebre obra El canon occidental, donde se establece un único canon académico, casi inmutable, basado en ciertos valores estéticos reflejados, en su mayoría, en la obra de un autor prototípico: hombre, blanco y occidental. Apenas hay lugar para las mujeres, ya que solo tres forman parte de ese selecto grupo: Jane Austen, Emily Dickinson y Virginia Woolf.

Un ejemplo de cómo ha evolucionado el concepto de canon hacia propuestas no académicas es el ciclo El Canon de la BRMU, promovido por la Biblioteca Regional de Murcia desde 2021. En este espacio, “diferentes autores elaborarán un canon de la literatura universal, con ponencias sobre la obra que, a juicio del autor, debe incluirse en ese canon” (Biblioteca Regional de Murcia, 2021). Otra muestra de este cambio es el proyecto de investigación El canon literario no académico: construcción, características, responsables, selección y recepción en los epitextos públicos virtuales, dirigido por la catedrática de la Universidad de Valencia Gemma Lluch. Como resultado de este proyecto se ha publicado Los libros que leemos. ¿Quién, dónde y cómo se decide? La construcción del canon no académico, una obra en la que diversas personas autoras reflexionan sobre la formación de este tipo de canon. El libro, dirigido por la propia Lluch, cuenta con la participación de Araceli García-Rodríguez (Universidad de Salamanca), Raquel Gómez-Díaz (Universidad de Salamanca), Dari Escandell-Maestre (Universidad de Alicante), Aránzazu Sanz-Tejeda (Universidad de Castilla-La Mancha), Anna Esteve-Guillén (Universidad de Alicante), Maria-Àngels Francés-Díez (Universidad de Alicante) y Josep-María Baldaquí-Escandell (Universidad de Alicante).

Dividido en once capítulos (tres de ellos en catalán), el libro intenta responder a cuatro interrogantes principales: ¿qué es el canon no académico y cuáles son sus características? ¿Quiénes seleccionan los títulos que lo conforman? ¿Qué epitextos virtuales se utilizan para la selección de libros? Y, por último, ¿qué obras lo integran? En definitiva, busca esclarecer qué leemos y quién, cómo y dónde se deciden las lecturas que conforman el canon actual.

Para responder estas preguntas, las personas autoras han analizado un periodo que abarca desde el año 2000 hasta 2020. Este amplio marco temporal les ha permitido observar cómo la tecnología ha transformado el horizonte literario. Si a principios de siglo predominaba la prensa cultural, hoy en día las redes sociales, especialmente Instagram y TikTok, con la influencia de las y los bookinfluencers en un lugar predominante, han ganado un peso significativo a la hora de establecer qué se lee. No obstante, el estudio no olvida el papel fundamental de las bibliotecas como mediadoras, tanto en la selección de obras para sus colecciones como en el desarrollo de clubes de lectura.

A partir de los diferentes análisis, identifican diversos criterios que pueden definir un canon no académico. Entre ellos destacan los premios literarios –tanto aquellos promovidos por administraciones públicas como los organizados por el sector editorial e instituciones privadas–, las campañas de marketing de las editoriales, las listas de la prensa cultural y crítica, la influencia de las y los bookinfluencers y la selección de las bibliotecas, que no solo incorporan las novedades más vendidas, sino que también eligen lecturas con criterios menos comerciales para sus clubes de lectura. Estos factores, como se muestra en los diferentes capítulos, permiten establecer distintos cánones no académicos o populares, tanto en la literatura juvenil como en la de personas adultas, tanto en el ámbito castellano como en el catalán.

Así, la obra es una muestra de cómo el canon literario cambia y se adapta. Sin embargo, las investigaciones realizadas dentro del proyecto sugieren que, a pesar de su dinamismo, pueden identificarse ciertas particularidades en las obras que conforman este canon no académico o popular. Entre ellas, podemos destacar que la mayoría de las obras son de narrativa de ficción, sobresaliendo en el ámbito juvenil temáticas como el misterio, la fantasía o la vida real y en las personas adultas la novela histórica y negra; muchas de las obras son traducciones del inglés, que se corresponden en su mayoría con series y sagas; y, por último, muchos de los libros más prestados en las bibliotecas se corresponden con los más vendidos.

En definitiva, como sugiere la propia Lluch en el apartado de conclusiones, si no existe un canon literario único, tampoco son únicos, o no deberían serlo, los criterios utilizados en los procesos de canonización. Este libro es un claro ejemplo de los posibles indicadores que existen para construir un canon literario popular. No obstante, los resultados de estas investigaciones abren nuevas vías para seguir explorando la formación de ese canon, especialmente a partir de los datos posteriores a la pandemia de la COVID-19 que, sin duda, provocó numerosos cambios en el sector literario.

Referencias

• Biblioteca Regional de Murcia. (2021). Campaña Región de Letras de la Biblioteca Regional de Murcia - Biblioteca Regional de Murcia. https://revistaribes.es/short/101925e1

• Bloom, Harold. (1995). El canon occidental. Anagrama.

• Even-Zohar, Itamar. (2017). Polisistemas de cultura (Un libro electrónico provisorio). Universidad de Tel Aviv. https://revistaribes.es/short/101925e2