Entre pinceles y cuadros. Los libros del pintor Miguel Cabrera

Resumen

En mayo de 1768, tras la muerte de Miguel Cabrera se inició el trámite para el inventario y aprecio de sus bienes. Con este fin, se designó a personas conocedoras, vinculadas con la práctica de los oficios, quienes realizaron la valuación. El documento ofrece un amplio panorama que evoca en el ámbito novohispano el tópico el “tópico de la casa del pintor”. Sintomático de ello es que, de la amplia gama de bienes registrados, los libros y los cuadros recibieran una atención especial. A partir del estudio del inventario de su biblioteca –en relación con el resto del documento– es posible discutir algunos aspectos de su modo de pintar, así como proponer en qué medida los libros del pintor pueden contribuir a la interpretación de diversos aspectos de su obra. Más que dilucidar si Miguel Cabrera fue cabalmente un “pictor doctus”, se pone de relieve en qué medida un análisis diferente del conjunto de sus libros contribuye a matizar y redefinir esta etiqueta en el panorama de la pintura novohispana del siglo XVIII. Sobre todo, se plantea que no es la cantidad de libros, ni su simple clasificación temática, lo que convierte a un pintor en un “artista liberal”. En consecuencia, el tema abre paso a nuevas reflexiones.