reseña review
Dos aportaciones críticas sobre el pensamiento de María Zambrano
Two Critical Contributions about María Zambrano’s Thought
María Zambrano. A Life of Poetic Reason and Political Commitment de Beatriz Caballero Rodríguez (Cardiff, Reino Unido: University of Wales Press, 2017) y The Cultural Legacy of María Zambrano, editado por Xon de Ros y Daniela Omlor (Cambridge: Editorial Legenda, 2017), son dos recientes aportaciones críticas al pensamiento de María Zambrano, pioneras en su contexto al constituir los dos primeros libros monográficos en lengua inglesa sobre esta filósofa y escritora. Por ello se abordarán en una reseña conjunta con el fin de mostrar la vigencia del pensamiento de Zambrano en el siglo xxi.
Partiendo de la premisa de que María Zambrano (1904-1991) es una de las filosófas de mayor proyección y originalidad en el siglo XX, Beatriz Caballero Rodríguez analiza su contribución a la historia intelectual a través de la razón poética. La idea central de María Zambrano. A Life of Poetic Reason and Political Commitment (2017) es que el pensamiento de Zambrano se inscribe en el marco de un proyecto pedagógico y político, por su compromiso con la causa republicana. A la luz de estas ideas, se contempla la posibilidad de asediar la obra de María Zambrano desde el marco de la filosofía política, indagando en los episodios biográficos y las creencias ontológicas y epistemológicas que sustentan su razón poética.
A nivel compositivo, su monografía se divide en siete capítulos. En el primero, de carácter introductorio, se ofrece una discusión sobre los objetivos, metodología y estructura. En el segundo (“Socio-historical background”) el lector encuentra una contextualización sociohistórica enfocada no solo en acontecimientos políticos y culturales significativos como el Regeneracionismo o el Krausismo, sino también en las influencias formativas de María Zambrano. En esta segunda dirección es notable la figura de su padre don Blas Zambrano, educador, político y articulista cuyos artículos escritos en “Nuevos horizontes” anticipan la idea de la razón poética. En el marco literario, Unamuno y Machado fueron personalidades de primer orden en la singladura filosófica de María Zambrano, puesto que recontextualizaron su pensamiento en relación con Europa, planteándose la herencia y tradición hispánicas. El pensamiento de Unamuno sobre la intrahistoria y el problema de España cuajará en la visión filosófica de María Zambrano para buscar alternativas no racionales a las aporías filosóficas, anteponiendo la tradición de la mística española a cualquier otra rígida forma de espiritualidad o tendencia religiosa. Como subraya Caballero Rodríguez, Zambrano está cerca de los regeneracionistas como Unamuno Machado, Ganivet y Valle-Inclán. En relación con la literatura mística, Pensamiento y poesía en la vida española (1939) Zambrano encumbrará el lugar privilegiado de España en la tradición espiritual europea. El impacto del misticismo de San Juan de la Cruz, los conceptos de co-entendimiento, co-amor y ordo amoris de Max Scheler, el idealismo alemán o la fenomenología, fluctúan en la configuración de sus ideas filosóficas.
Aunque el pensamiento de Zambrano se contextualizó mediante un método generacional —vinculada a la “Generación de 1929”, del 27 o del 36—, este criterio sociológico resulta insuficiente. Más que el método de las generaciones, la figura de María Zambrano debe contextualizarse en el marco de la escuela de filosofía de Madrid. Influyó en este contexto la figura de Ortega y Gasset, para quien filosofía, reflexión y pensamiento están estrechamente vinculados a la biografía, a la vida. La razón vital orteguiana resuena en el ideario de Zambrano, si bien la pensadora malagueña critica la racionalidad occidental en defensa de la razón poética.
En el viaje intelectual de María Zambrano biografía y política son inextricables, como muestra Caballero Rodríguez en el tercera capítulo (“Biography and Politics”). Su compromiso político en los primeros años —la dictadura de Primo de Rivera, la Segunda República y la Guerra Civil Española— forjaron un temperamento y conciencia comprometida. Influenciada por los ideales del Krausismo, la educación para María Zambrano es una actividad ideológica y política transformadora. En su compromiso con el bando republicano, las Misiones Pedagógicas conformaron una iniciativa para promover la cultura en una España empobrecida. Ante el páramo cultural que había supuesto la Guerra Civil Española, la Alianza de Intelectuales Españoles en Defensa de la Cultura fue otro jalón importante en la conformación de su pensamiento político. La virtud del capítulo radica en la exploración que Caballero Rodríguez realiza sobre el proyecto político de Zambrano, con un compromiso apreciable desde 1927 hasta el final de la Guerra Civil, con años de intensa actividad política y de gran esfuerzo cultural y propagandístico.
En contraste con la etapa anterior, los años del exilio supusieron una merma de la efervescencia política de Zambrano, como atestigua Caballero Rodríguez en el capítulo cuarto (“Exile and Zambrano's Political Philosophy”). Perfilando una vía alternativa a la racionalidad, Zambrano vincula la naturaleza del ser humano al ejercicio político. En este marco de ideas, Zambrano renuncia a un programa de acción política en que se inmiscuyan los otros. Aboga más bien por una transcendencia ontológica inherente al ser humano, anteponiendo el cambio en el individuo más que en las estructuras socioeconómicas y en el organigrama político. Caballero Rodríguez reflexiona sobre este proyecto de transcendencia ontológica fundado en la razón poética, integrando un corpus de obras como Filosofía y poesía (1939), La confesión: Género literario (1943), que culminará en los años sesenta al imbricar filosofía y poesía en El sueño creador (1965) y, a la postre, Claros del bosque.
El capítulo quinto (“Zambrano in (re-)construction”) marca un punto de inflexión en este estudio crítico por su profunda complejidad. Como la filosofía de Zambrano, lejos de integrar un sistema cerrado, Caballero Rodríguez ofrece una aproximación comprensiva en el marco de la filosofía política. El capítulo analiza y reconstruye las premisas de Zambrano acerca de la razón poética. Arroja luz, a este respecto, la mirada ofrecida sobre la ontología —naturaleza del ser— y epistemología —formas de conocimiento—.
El pensamiento de Zambrano se analiza a la luz de la influencia de Heidegger, en el marco contextual de la filosofía europea de posguerra. En lugar de concebir el ser como una entidad fija, el Dasein heideggeriano —ser en el tiempo— compromete la visión de Zambrano. El ser humano es un proyecto, una entidad por hacer, no una esencia inamovible y prefijada. En la ontología de Zambrano, la persona se sitúa en un tiempo y en un espacio. Enraizada en las trágicas circunstancias políticas vividas (la Segunda República, la Guerra Civil Española, el exilio), aboga por una filosofía experiencial, basada en la naturaleza trascendente del ser. En el marco de la epistemología, Zambrano no niega la posibilidad del conocimiento, sino más bien las consecuencias de un tratamiento ideológico de la ciencia, la objetividad, los cauces del positivismo. Defiende, en contraste, la subjetividad y el conocimiento intuitivo. Prodiga para ello en sus escritos las limitaciones de lo cognoscible y abdica de credos avalados por la modernidad como la ciencia y la tecnología. Desde estas coordenadas, su filosofía es experiencial.
Por último, Rodríguez Caballero discute las distintas posiciones críticas para dirimir si es posible encontrar en María Zambrano una escritura de género. En sentido estricto, su pensamiento no se acoge a la categoría del feminismo y, sin embargo, su defensa de la mujer, sus testimonios y su fina sensibilidad revelan una autoconciencia de lo femenino.
Enlazando con las ideas sobre la razón poética, el capítulo sexto (“Zambrano's relationship with language”) constituye una reflexión sobre el uso del lenguaje y su naturaleza eminentemente simbólica. Caballero Rodríguez inserta el problema sobre las relaciones entre pensamiento y lenguaje: el razonamiento se vierte en el lenguaje, hasta el punto de que el lenguaje usado limita el ámbito del pensamiento y la expresión. No obstante, Zambrano supera las limitaciones del lenguaje mediante el ejercicio de la razón poética, la metáfora o el símbolo.
Para concluir, el capítulo séptimo (“Conclusion”) proporciona un marco comprensivo sobre el rol político de Zambrano. Haciendo balance, Caballero Rodríguez analiza el nivel de coherencia y cohesión del pensamiento de Zambrano, su personalidad intelectual y su filosofía de la razón poética a la luz de su proyecto político. En síntesis, de la lectura de esta obra se desprende que la razón poética integra elementos de disciplinas muy diversas, misceláneas, como la filosofía, la poesía o la religión. El pensamiento de María Zambrano es eminentemente integrador y ecléctico; avanza in fieri sorteando los escollos del inmovilismo. Supera por la vía de la razón poética los patrones de pensamiento consabidos, el cuerpo de la racionalidad. Aunque ninguno de sus libros es estrictamente un tratado de política, en sus obras se revela un compromiso político y un proyecto integrador donde vida y obra se aúnan. Filosofía y política no son ámbitos antagónicos, como demuestra Caballero Rodríguez en esta monografía pionera en los estudios sobre filosofía política.
La segunda aportación The Cultural Legacy of María Zambrano, editada por Xon de Ros y Daniela Omlor, es una compilación de estudios sobre la obra de Zambrano, resultado de un proyecto galardonado con el Hispanex Program (2016) por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Dividido en dos bloques, el primero compendia estudios de naturaleza comparativa de la obra de Zambrano a la luz de otros escritores; el segundo aborda aspectos misceláneos, sobre la identidad y representación.
El volumen se inaugura con el estudio de Shirley Magnini “María Zambrano and Rosa Chacel: The Paradigms and Paradoxes of Female Modernity”. En él se establece la filiación intelectual de Zambrano y Chacel desde que se conocieran en 1924 en una tertulia vinculada a Revista de Occidente. Magnini aborda sus inquietudes comunes como la superación del conocimiento racional, la liberación, la experiencia del exilio y, en definitiva, una mirada femenina del mundo.
En el marco de la vanguardia, Inmaculada Murcia Serrano aborda la importancia de movimientos como el cubismo o el surrrealismo en la obra de Zambrano (“In the Dark Night of the Human: María Zambrano and the Avant-Garde”). Para ello reflexiona sobre las ideas de Ortega y Gasset en La deshumanización del arte y ensayos de Zambrano como “Nostalgia de la tierra” (1933) y “La destrucción de las formas” (1944).
En el tercer capítulo Antolín Sánchez Cuervo explora las raíces antifascistas de la razón poética de Zambrano (“The Anti-Fascist Origins of Poetic Reason: Genealogy of a Reflection on Totalitarianism”), indagando en el significado de la memoria de los intelectuales exiliados.
El cuarto capítulo de Antonio Molina Flores (“Eros's Desire: Some Aspects of the Relationship Between José Ángel Valente and María Zambrano”) relaciona las obras de José Ángel Valente y María Zambrano en virtud de una creación poética vinculada a la experiencia mística o el silencio, con una concepción órfica del acto creador.
El quinto, cuyo autor es Federico Bonaddio, conectará el motivo de las ruinas en la poesía de Luis Cernuda y en el ensayo de Zambrano “Una metáfora de la esperanza: las ruinas” (1951) (“Hope beyond Hope: The Motif of Ruins in María Zambrano and Luis Cernuda”. Desde una mutua experiencia del exilio, las ruinas son símbolo de la devastación de la guerra.
Concluye esta primera parte el estudio de Alberto Santamaría (“Poetry and Realization: Towards a Knowledge of the Poet's Place in María Zambrano”), sobre la figura del poeta en la obra de Zambrano, fundamental en Poesía y pensamiento en la vida española y en Filosofía y poesía. Acorde con el ideal del Romanticismo de quebrar las fronteras entre los géneros, lo filosófico y lo poético se integran en su obra. La creación supone una captación de una realidad percibida por los sentidos que a su vez conduce a otra realidad desconocida, oculta. Santamaría resalta el valor del tiempo y de la memoria en su obra, así como del concepto de realización —el acto creativo desde la luz a la oscuridad ante lo inefable— en el marco de la razón poética.
La segunda parte concita estudios muy variados. Goretti Ramírez (“Melancholy and Loss in María Zambrano's Journals”) aborda la melancolía y la pérdida a través de experiencias como el duelo. Lejos de la introspección y el solipsismo, enfermedades de alma como la melancolía o el duelo ofrecen una dimensión trascendente.
A la luz del pensamiento de teorías feministas como las de Kristeva, Cixous o Irigaray, Xon de Ros estudia La tumba de Antígona (“La tumba de Antígona: Psychoanalysis and Feminism”). Antígona es el arquetipo literario de la histeria femenina en rebelión contra el patriarcado. Pese a todo, la falta de especificidad genérica distancia la obra de Zambrano de feministas confesas como Cixous. Mayor vínculo se aprecia en la mirada compartida por Irigaray y Zambrano hacia personajes femeninos de la antigüedad griega.
Por su parte, Roberta Johnson (“Metaphor in María Zambrano: Theory and Practice”) propone una teoría corporal de la metáfora, considerando este procedimiento no como un tropo retórico sino como una manera de experimentar la realidad, acorde con la razón poética. En su aproximación afín a la fenomenología del lenguaje, la metáfora no es un procedimiento cerebral como quería Ortega y Gasset, sino una fuente de emocionalidad, ajena al conocimiento racional y al cientificismo positivista.
Desde las coordenadas de los estudios visuales, Elide Pittarello reflexionará sobre la pintura y las imágenes dialécticas en la obra de María Zambrano (“About Painting and Dialectical Images of María Zambrano”). Las imágenes conforman el pensamiento, su filosofía se liga a ramas visuales, visiones de visiones, exacerbación de los sentidos. El sintagma “razón poética”, vertebral en su filosofía, es la síntesis más reveladora del vínculo entre las imágenes y el conocimiento o, mejor, del conocimiento a través de las imágenes como acontecimientos visuales. En concreto establece una relación con el pintor y escritor murciano Ramón Gaya, quien participó en el proyecto llamado “People's Museum” en el marco de las Misiones Pedagógicas de la Segunda República. Gaya y Zambrano conciben la pintura como el arte de la revelación, representación estética del mundo visible a través de un arte figurativo. Pittarello estudia, por último, el vínculo emocional del espectador con la obra a partir del cuadro renacentista La tempestad de Giorgione, al que Zambrano dedicó el artículo “El enigmático pintor Giorgione”.
El estudio de Daniela Omlor profundiza en la ética del exilio y la memoria en Zambrano (“The Ethics of Exile and Memory in Zambrano”), considerado una experiencia traumática de ruptura con su propia tradición. Una desposesión idéntica vincula el exilio a la figura bíblica de Job, criatura desterrada y ajena a Dios.
El volumen se cierra con la aportación de Francis Lough (“María Zambrano: Philosophy, Literature, and Democracry”), quien integra de manera transversal disciplinas como la filosofía, literatura y política democrática que vienen a converger en el universo de Zambrano.
Coronan el volumen una bibliografía y un índex, dando cuenta de la vigencia del pensamiento de María Zambrano en distintas ramas del saber como la filosofía, la poesía, las artes plásticas o la política.
Carmen María López López
Universidad de Murcia, España
Correo electrónico: carmenmaria.lopez14@um.es