Con-Textos Kantianos. International Journal of Philosophy Nº 01, Noviembre 2014, pp. 146-149
ISBN: 2386-7655
doi: 10.5281/zenodo.18455
La autonomía de la voluntad o el retorno de la libertad como ley
The Autonomy of Will or the Return of Freedom as Law
SILVIA DEL LUJÁN DI SANZA∗
Univ. de San Martín, Argentina
Reseña: Kant, Immanuel, Fundamentación para una metafísica de las costumbres. Versión castellana y estudio preliminar por Roberto R. Aramayo. Alianza Editorial. “El libro de bolsillo”, Madrid. Segunda Edición: 2012, pp. 249.
En el Estudio preliminar a la traducción de la obra de Kant:Grundlegung der Metaphysik der Sitten, Roberto Aramayo señala el valor que ella tiene en el conjunto de los escritos de Kant sobre la problemática ética, en particular, por cierto, en su vínculo con la Crítica de la razón práctica.Plantea la discusión de la época y la posición de Kant respecto a la popularidad de un escrito filosófico basado en un lenguaje más asequible a todos.Con respecto a la “Populärphilosophie” el autor señala:
“Tanto Garve como Mendelssohn, los dos corresponsales de Kant que le reprochan imprimir escasa o nula popularidad a sus escritos, defendían lo que se dio en llamar una «filosofía popular», la cual tuvo bastante predicamento en el siglo XVIII dentro de Alemania. Sus adeptos estaban empeñados en esquivar los tecnicismos y todas las cuestiones que tuvieran un carácter demasiado especulativo”. (pp. 17-18)
La posición de Kant ha sido clara al respecto, su decisión ha sido siempre la de no esquivar las dificultades del pensar ni cubrir con ingenio el problema, sino trabajar laboriosamente el concepto, aun cuando ese trabajo del pensar ponga de manifiesto su inherente dificultad. La cuestión es que el lenguaje testimonia siempre los avatares del pensamiento. El abordaje filosófico de Kant se orienta a alcanzar un principio puro de la moral, que no se derive de fundamentos empíricos, o sea ni psicológicos ni antropológicos. La índole de la cosa misma no la hace susceptible de una exposición sencilla, que evite el arduo examen a que se somete el concepto. Requiere sin duda un lector esforzado.De todos
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Profesora de la Universidad de San Martín (Argentina). E-mail de contacto: sdisanza@hotmail.com
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modos señala Aramayo, que Kant no pierde de vista este modo de filosofar ni a sus seguidores:
“Lo cierto es que Kant discrepaba radicalmente del espíritu enarbolado por los
«filósofos populares», pero no dejaba de apreciarlos, y no sólo mantuvo una nutrida correspondencia con ellos o les citó en sus obras, como sucede con Johann Georg Sulzer en una nota de la propia Fundamentación, sino que también les convirtió en interlocutores de sus escritos, tal como hizo con Christian Garve y MosesMendelssohn en Entorno al tópico: «tal vez eso sea correcto en teoría, pero no sirve para la práctica» (1793), más conocido como Teoría y práctica.” (p. 19)
En el caso de la Fundamentación, el estilo varía, porque varía el método de exposición, en particular en sus dos primeros capítulos, con respecto a lo que sucede en el tercero y en la Crítica de la razón práctica. Kant ha optado allí por un método de exposición analítico a frente al método sintético usado en las Críticas. Aramayo compara el método analítico de exposición que ha tenido su lugar en los Prolegómenos y el sintético que ha sido el utilizado por Kant en la Crítica de la razón pura, con lo que sucede entre la Fundamentación y la Crítica de la razón práctica, sólo que Kant en este último caso habría comenzado por publicar la primera como preparación para la consideración transcendental de la moral que tendrá lugar en la segunda Crítica. Todo este apartado, como así también a todo lo largo del Estudio preliminar, los temas son ilustrados con referencias bibliográficas, de la época de Kant y literatura actual, y con el intercambio epistolar entre Kant y sus contemporáneos.
Dicho Estudio, en sus distintas partes, presenta las cuestiones inherentes a cada uno de los capítulos de la Fundamentación, en sus conceptos fundamentales: deber, principio formal del querer y las diversas formulaciones del imperativo.
“Así pues, las acciones no encuentran su valor moral en el propósito que ha de ser alcanzado, sino en la máxima que nos ha determinado a ejecutarlas. El valor moral de nuestros actos estriba en el principio que regula nuestro querer y no en el objeto perseguido por nuestra volición. Los fines y móviles de la voluntad no pueden conferir a las acciones ningún valor moral incondicionado. ¿Dónde puede residir dicho valor, si éste no debe subsistir en la voluntad con relación a su efecto esperado?, se pregunta Kant. Pues en un principio formal del querer”. (p.31)
En ese itinerario de exposición de la obra de Kant, Aramayo marca la relevancia del tercer capítulo de la Fundamentación, en el que la problemática está centrada en la libertad como autonomía de la voluntad y sirve de enlace con la Crítica de la razón práctica.
Resulta muy útil la referencia de lasnotas en las que se ilustra la recepción que ha tenido el planteo de la Fundamentación, libro tan esperado por colegas, discípulos y
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editores de Kant, en particular Hamann, Herder, Garve, entre otros. Aramayo cita la correspondencia y, en ella, la temática y el tono que alcanzó la discusión. El contenido de estos intercambios se mantiene también en el curso de la traducción de la obra, de modo tal que permite ver la propia posición de Aramayo, no sólo como traductor sino también como estudioso de la obra de Kant en esta temática que le ocupa, señalando aspectos de la interpretación de la ética kantiana sobre la base de la obra en sí misma y de la polémica que ella ha generado. Otro aspecto importante de las notas reside en que en ellas se muestran conexiones de los problemas tratados en la “Grundlegung” con otras obras de Kant: la Crítica de la razón práctica, la Metafísica de las costumbres, lasLecciones de Ética y están acompañadas por referencias a las Reflexiones sobre filosofía moral. El lector que sigue el Estudio preliminar con sus notas puede ir armando el trayecto del pensamiento ético de Kant. Estas últimasconstituyen,aun durante la traducción del texto de la Fundamentación, una suerte de continuidad con el Estudio Preliminar y le permite al lector seguir ese camino de referencias que enmarcan la interpretación.
Con respecto a la traducción y, luego de recorrer distintas versiones existentes en castellano y sus fuentes, Aramayo aclara en el apartado: Observaciones relativas a la presente traducción, las decisiones que ha tomado en relación a términos que han presentado discrepancias entre los distintos traductores de esta obra. Así, por ejemplo, indica:
“quiero señalar que yo sigo apostando por el término «intención» para traducir Gesinnung, que Morente traduce por «disposición de espíritu» y Mardomingo por «actitud».(p.60)
“Gesinnung” es sin duda un término problemático para la traducción, de gran influencia en el idealismo posterior a Kant, que encierra sin agotar las opciones que se mencionan y, tal vez, más. El problema es siempre encontrar el equivalente a ese más.
Lo mismo señala el autor respecto de otros términos, que están necesariamente sujetos a confrontación por los lectores y comentadores de la obra:
“Para Triebfederhe optado por «móvil», mientras que Morente se inclina por
«motor» y Mardomingopor «resorte».He reservado «motivación» para traducir Bewegursache(traducido como «causa motora» tanto por Morente como por Mardomingo), diferenciándolo así de «motivo» (Bewegunsgrund”). (p.60)
Más allá del acuerdo o no con la opción efectuada en cada caso, es relevante la selección que el traductor hace de esos términos problemáticos,junto con la actitud expresa de ponerlos de antemano a la vista del lector, puesto que manifiesta el disenso propio de la vida de las traducciones e inscribe su elección entre ellas. En esta línea el Estudio
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preliminar presenta, además, un relevamiento de las traducciones que han sido efectuadas en inglés y francés.
Finalmente, la versión castellana de Roberto Aramayo ofrece también,un listado bibliográfico en el que constan, en primer lugar, las versiones alemanas que ha utilizado para el presente trabajo, luego otras obras traducidas por él mismo, a continuación indicaobras de Kant sobre filosofía moral y, finalmente, literatura secundaria acerca del pensamiento ético de Kant.
Con la traducción de la Fundamentación para una metafísica de las costumbres, Aramayo ofrece al mundo de habla hispana una pieza clave de la filosofía práctica de Kant:
“Ciertamente al escribir esta pequeña gran obra que constituye la Fundamentación para una metafísica de las costumbres, Kant no quiso apelar a ninguna instancia de orden superior, nitampoco sustentar las normas morales en los rasgos específicos de la naturaleza humana, sino que quiso acuñar un principio ético absolutamente firme «a pesar de no pender del cielo ni apoyarse sobre la tierra» (A 60). (p. 54)
El trabajo de Roberto Aramayo presenta en su índice conceptual las decisiones de traducción de los términos clave del texto, además entrega numerosas referencias en las que se muestra la vinculación histórica de los planteos realizados por Kant, se contextualiza problemas y discusiones dadas en ese momento en la voz de sus actores, a la vez que remite a bibliografía especializada de los temas y conceptos relevantes de la obra.
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