La evolución hacia el criticismo. Estudios sobre la Dissertatio de 1770 y el comienzo del criticismo kantiano
The Evolution Towards the Critical
System. Studies on the Dissertatio of 1770 and the Beginning of the Kantian
Critical System
LAURA
PELEGRIN·
Universidad Diego Portales, Chile/University of Leiden, Holanda
Reseña de: Rafael Reyna Fortes, La evolución hacia el criticismo. Estudios sobre la Dissertatio de 1770 y el comienzo del criticismo kantiano, Madrid, Faber and Sapiens - Ápeiron Ediciones, 2020, 160 pp. ISBN: 978-84-17898-81-6
El libro La evolución hacia el criticismo. Estudios sobre la Dissertatio de 1770 y el comienzo del criticismo kantiano de Rafael Reyna Fortes consta de una introducción, siete capítulos y una sección final dedicada a las conclusiones.
El libro de Rafael Reyna Fortes se centra en una exposición de los núcleos conceptuales de la Disertación inaugural de Kant de 1770 (Disertación sobre la forma y los principios del mundo sensible e inteligible). Más específicamente, el autor se propone dos objetivos principales: mostrar el estatuto de la Disertación en el marco del sistema crítico y relevar la importancia de las nociones modales (posibilidad, existencia y necesidad) para una comprensión del proyecto de la Disertación y de la construcción del sistema crítico en su conjunto.
En la introducción, Reyna presenta un breve estudio de las obras kantianas que conducen a la redacción de la Disertación: El único fundamento posible para la demostración de la existencia de Dios (1963); Ensayo para construir el concepto de magnitudes negativas en cosmología (1963), Investigación sobre la claridad de los principios de teología natural y de moral (1764), Los sueños de un visionario (1766) y Del primer fundamento de la primera diferencia de regiones en el espacio (1768). El autor encuentra un núcleo común en estos escritos: Kant tiene al racionalismo como máximo adversario. En este primer capítulo introductorio, el autor expone su tesis sobre la relación entre la Disertación y la gran luz que despertó a Kant del sueño dogmático. Para Reyna, el problema central de la Disertación es el diseño de un nuevo método para la metafísica y la respuesta a este problema habría estado presente de forma patente en el trabajo kantiano de 1768, en el que Kant partiría del carácter absoluto del espacio característico de la concepción newtoniana. La Disertación parte del factum de la ciencia de Newton y se remonta a sus condiciones de posibilidad. La Disertación busca los fundamentos del sistema newtoniano y la gran luz sería una respuesta a este interrogante que Kant ya había dejado abierto en 1768 a partir del problema de las contrapartidas incongruentes presentado en Sobre el fundamento primero de las regiones en el espacio. Es imperioso conservar el carácter absoluto del espacio pues es un postulado de la física newtoniana. Sin embargo, Kant habría considerado necesario resolver los problemas planteados a partir de las contrapartidas incongruentes. El autor expone cómo determinados problemas que habían quedado abiertos en Sobre el primer fundamento… son resueltos por Kant en la Disertación, gracias a la gran luz de 1769.
En el segundo capítulo (“La Dissertatio como obra de transición”), el autor se aboca a un análisis de los planteamientos centrales de la Disertación y del lugar que esta publicación ocupa en el marco del proyecto crítico. Resumiendo la propuesta de José Luis Villacañas, Reyna describe cuatro posiciones fundamentales con respecto a las interpretaciones de la Disertación: la interpretación clásica, la interpretación nueva, el enfoque teórico, y la aproximación histórica. Luego de analizar estas propuestas, el autor expone los elementos que permiten considerar la Disertación como una investigación en desarrollo. La Disertación es una obra que presenta el pensamiento kantiano in fieri y, por ello, es un texto en el que paradigmáticamente se pueden advertir los conflictos que atraviesa el pensamiento kantiano durante el período anterior a la elaboración de la Crítica de la razón pura. Reyna sostiene que la Disertación contiene elementos dogmáticos, como la defensa de la posibilidad de conocimiento del mundo nouménico y elementos críticos, como el desarrollo de la doctrina de la intuición pura. El autor introduce una tesis que luego defenderá a lo largo de su exposición: toda investigación dogmática de Kant es anterior al desarrollo de la Crítica. Sin embargo, no toda investigación precrítica es dogmática.
En el tercer capítulo (“Mundo, materia, forma y universitas”), Reyna realiza un estudio de cuatro conceptos centrales presentes en la investigación kantiana de 1770: mundo, materia, forma y universitas. El autor desarrolla el modo en el que el análisis de las facultades de conocimiento conduce a la concepción de mundo que Kant adopta en la Disertación. Muestra cómo la distinción entre el mundo sensible y el inteligible se realiza en función de las diferentes facultades de conocimiento: sensibilidad e intelecto. Más específicamente, la distinción entre el mundo sensible y el inteligible se establece en virtud de los diversos modos en los que las diferentes potencias cognitivas relacionan el todo con las partes. Reyna estudia la distinción entre totum analyticum y totum syntheticum. Sostiene que el concepto de unidad debe ser comprendido como unidad de la ley. El autor presenta aquí una de las tesis desarrolladas en el trabajo: la resolución de problemas cosmológicos se asienta en un giro gnoseológico.
En el capítulo cuatro (Sensibilidad e inteligencia), Reyna desarrolla de modo más pormenorizado la lectura que se esboza a grandes rasgos en el capítulo tres. Muestra que el núcleo de la obra de Kant es la distinción entre sensibilidad e intelecto y que la distinción entre el mundo sensible e inteligible se realiza en virtud del ejercicio de las distintas facultades. Por ello, los rasgos del mundo sensible e inteligible se pueden determinar a partir de un estudio de las potencias cognitivas. Reyna considera que el horizonte en el que se mueve el escrito kantiano es el factum de la ciencia de Newton. Exhibe cómo la búsqueda de la fundamentación de este hecho inicial impulsa la investigación de la Disertación. Luego de analizar las nociones de sensibilidad e intelecto, el autor argumenta que el núcleo problemático que queda abierto a partir de la investigación de Kant es el vínculo entre la sensibilidad y el intelecto.
El capítulo quinto (“El mundo sensible. Principio y forma”) se focaliza en el problema de la sensibilidad. Aquí se analiza in concreto las tesis presentadas en los capítulos anteriores: el modo en el que el problema cosmológico se resuelve con un giro gnoseológico y la consideración de los conceptos modales involucrados en la Disertación. El autor realiza un estudio de la relación entre lo sensible y lo inteligible mostrando cómo el problema de este vínculo debe ser estudiado en función del modo de ejercicio de las diferentes facultades de conocimiento. La distinción entre posibilidad, existencia y necesidad debe ser abordada en su vínculo con la distinción entre sensibilidad y entendimiento. Reyna presenta el problema de la objetividad en relación con la identificación de lo existente con lo singular. Estudia el problema de las representaciones intuitivas y conceptuales centrándose en el valor que tiene el problema de las contrapartidas incongruentes para esta distinción.
En el capítulo número seis (“El mundo inteligible. Principio y forma”), Reyna analiza los principales rasgos del mundo sensible y del mundo inteligible en la caracterización kantiana. Sostiene que el estudio de Kant se asienta en una analogía. Así como el espacio y el tiempo son las condiciones de posibilidad de aprehensión del mundo sensible, el principio de todas las relaciones posibles es la condición del mundo inteligible. Para Reyna, la caracterización del mundo inteligible se realiza en oposición al mundo sensible. La distinción es negativa: el objeto del intelecto es lo no sensible. En este capítulo, el autor presenta también un análisis detallado de la prueba kantiana de la existencia de Dios y compara la argumentación de la Disertación con aquella presentada en la Beweisgrund. En esta comparación exhibe cómo el argumento kantiano se asienta sobre su peculiar concepción de la distinción entre facultades y su vínculo con la distinción entre posibilidad, existencia y necesidad.
El método de la metafísica es el tema estudiado en el capítulo siete (“El método metafísico en la Disertación”). La cuestión central de esta sección es el origen del error. El autor argumenta en esta sección que la respuesta a este interrogante se encuentra en la teoría del juicio, dado que es allí donde Kant establece las condiciones de la verdad. Muestra la importancia de los conceptos modales para el análisis de la teoría del juicio y, consecuentemente, para la teoría kantiana de la verdad. Reyna exhibe el modo en el que la doctrina del juicio y de la verdad se inscriben en el proyecto de la filosofía transcendental. Estudia la teoría kantiana de la verdad transcendental, las condiciones de posibilidad para que un juicio pueda ser bien verdadero o falso. El autor compara el análisis presente en la Disertación con el que Kant presenta en la Crítica de la razón pura. Estudia los elementos del giro copernicano y concluye que la Disertación es una obra crítica aun considerada de forma independiente, sin su vínculo con la KrV.
En el capítulo octavo (“Hacia la lógica transcendental”), Reyna precisa la tesis presentada en capítulos anteriores. La Disertación pone de manifiesto de modo paradigmático el pensamiento kantiano en progreso. Esta obra kantiana resuelve problemas que fueron dejados abiertos en investigaciones anteriores y su prosecución se exhibe en presentaciones ulteriores de Kant. Este capítulo contiene un análisis tanto regresivo como prospectivo. Reyna muestra cómo algunos problemas no resueltos en la Disertación se proyectan en escritos posteriores. Expone cómo la carta a Lambert de 1770 y la epístola a Herz de 1772 contribuyen a clarificar nociones presentes en la Disertación. Reyna centra su análisis en el problema del conocimiento simbólico. Estudia cómo la carta a Herz plantea el problema de la correspondencia entre el pensamiento y el objeto. Muestra que puede trazarse una continuidad entre los planteamientos de estos textos. El capítulo culmina con una breve consideración del concepto de intencionalidad.
En la última sección de su trabajo, el capítulo nueve, Reyna extrae las principales conclusiones de su presentación. En primer lugar, realiza un sucinto repaso por las obras anteriores a la Disertación. Exhibe ahora el vínculo de estos trabajos de Kant con los resultados extraídos de su análisis de la investigación kantiana en 1770. El autor pone principal acento en el cambio que Kant realiza en su concepción del modo en el que se vinculan las facultades con las nociones de posibilidad, existencia y necesidad. En segundo lugar, muestra que la referencia a la Crítica de la razón pura es insuficiente para evaluar el contenido de la Disertación. Las consideraciones kantianas deben ser juzgadas de modo independiente a la Crítica, pues incluso cuando toda la Crítica pueda ser considerada inscripta en el proyecto de la filosofía transcendental no todo el proyecto crítico se agota en la Crítica de la razón pura. Prueba paradigmática de este aspecto es el carácter crítico de la Disertación. Reyna no deja de reconocer y analizar algunos elementos dogmáticos presentes en la obra kantiana. Este punto se manifestaría claramente en dos aspectos principales. En primer lugar, en el modo en el que Kant aborda el problema de la relación del conocimiento con lo real. En la Disertación, Kant todavía tiene como horizonte de investigación la suposición de que el conocimiento debe regirse por la realidad. En segundo lugar, los rasgos dogmáticos que el pensamiento kantiano aún conserva en este período pueden evidenciarse en el procedimiento que utiliza el germano para la demostración de la existencia de Dios. Reyna estudia estos dos aspectos. Finalmente, expone las consecuencias que tiene para el pensamiento de Kant el reconocimiento del carácter finito -y, luego, imperfecto- del conocimiento humano. Una peculiar concepción de las implicancias de esta limitación conducirá a Kant a una reformulación de concepciones precríticas. La conclusión del libro de Reyna es que la Disertación presenta elementos suficientes para ser calificada como una obra crítica.
La evolución hacia el criticismo. Estudios sobre la Dissertatio de 1770 y el comienzo del criticismo kantiano es un libro claro y de amena lectura. Tanto por su contenido como por el modo de redacción, la investigación de Rafael Reyna Fortes resulta accesible para lectores no expertos en filosofía kantiana. Sin embargo, a su vez, las tesis allí planteadas resultan de interés para los estudiosos de la filosofía de Kant. Las múltiples referencias a escritos anteriores a la Disertación podrían complejizar la lectura del texto para quien no esté familiarizado con las investigaciones precríticas. Sin embargo, los estudios introductorios que Reyna realiza en el primer capítulo subsanan esta dificultad. Consideramos un acierto del autor la inclusión de un estudio introductorio, pues permite al lector tener presente las principales tesis sostenidas en cada uno de estos escritos de Kant. El autor hace mención de estas investigaciones en el recorrido de su libro y esta presentación inicial facilita la lectura.
El libro de Reyna exhibe lo que se propone: poner de manifiesto los elementos críticos presentes en la Disertación y mostrar cómo el estudio de las nociones de posibilidad, existencia y necesidad, contribuyen en el giro kantiano. Reyna enfrenta los problemas que podría presentar su tesis y trabaja a lo largo de su libro con los rasgos dogmáticos que aún presenta la teoría kantiana. El libro contiene un estudio completo, sistemático y bien organizado de los principales ejes sobre los que se asienta la Disertación inaugural de Kant. El autor desarrolla su tesis de forma clara y cuidadosamente argumentada.
Consideramos que hubiera enriquecido al texto la inclusión en sus lecturas de los autores neokantianos. El autor sostiene a lo largo de su trabajo que el punto de partida de la investigación de Kant es el factum de la ciencia de Newton. Considerando que este privilegio del método analítico es tan característico del neokantismo, hubiera sido enriquecedora la incorporación de referencias a esta escuela como aporte a los estudios que Reyna realiza.
El núcleo central del libro de Reyna es el lugar que ocupa la Disertación en el marco general del sistema crítico. Las referencias bibliográficas que el autor consigna contribuyen a ampliar la perspectiva sobre la temática. Sin embargo, considero que la bibliografía complementaria con la que Reyna trabaja es escasa. Hubiera sido enriquecedora la incorporación de bibliografía detallada en la materia. Así, por ejemplo, en relación con la carta a Herz de 1772, se apreciaría la inclusión de un comentario del debate sobre el carácter regresivo o prospectivo de la epístola[1]; lo mismo puede decirse acerca del problema de las contrapartidas incongruentes[2], la definición del concepto de intuición[3], el lugar de Hume en el giro crítico, la gran luz kantiana, la gestación de problema de las antinomias, etc. En el ámbito de los estudios kantianos en lengua española, las investigaciones de Fernando Moledo sobre la década silenciosa constituyen una referencia interesante para el abordaje de los temas trabajados por Reyna. Con todo, las virtudes de la investigación de Rafael Reyna Fortes sobrepasan con mucho esta falencia relativa al acervo bibliográfico.
· Estudiante de doctorado en filosofía en el programa conjunto entre la Universidad Diego Portales (Santiago de Chile) y The University of Leiden (Leiden). Email de contacto: lauraalejandrapelegrin@gmail.com
[1] En este debate se inscribe los valiosos aportes de Wolfgang Carl, Lewis Beck, Pedrag Cicovaci, Herman Jan de Vleeschauwer, Kemp Norman Smith, Alexis Philonenko, Andrés Lema Hincapié, entre otros.
[2]
Con relación al problema de las contrapartidas incongruentes, el libro The Philosophy
of Right and Left. Incongruent
Counterparts and the Nature of Space de James Van Cleve y Robert E. Frederick
es una interesante referencia.
[3] Con respecto a la definición del concepto de intuición, los trabajos de Lorne Falkenstein, quien trabaja particularmente con el concepto de intuición en la Disertación, son un aporte para tener particularmente en consideración.