Cómo citar este artículo / Citation: Dalmau, P. y Burdiel, I. (2018). La imagen pública del poder. Escándalos y causas célebres en Europa (siglos xix-xx) (presentación). Historia y Política, 39, 17-‍22. doi: https://doi.org/10.18042/hp.39.01

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SUMARIO

  1. Notas
  2. Bibliografía

Dinero, poder, sexo, violencia y fama… son algunos de los temas recurrentes detrás de un escándalo. Celebridades, políticos de conducta sospechosa y personalidades públicas de todo tipo se convierten en objeto de escarnio en la llamada «sociedad del espectáculo», ávida de sensacionalismo e interés por destapar la cara oculta del poder. El goteo constante de escándalos parece hacer de su análisis una necesidad apremiante, si bien ya desde los años noventa han sido objeto de estudio legítimo y diferenciado ‍[1]. El escándalo es, en efecto, un fenómeno inherente a las sociedades contemporáneas y a la cultura de la celebridad desde sus orígenes en el siglo xviii ‍[2]. A pesar de los recelos respecto a su supuesta trivialidad y a una historia demasiado pendiente de la actualidad política, los escándalos ya no pueden concebirse como acontecimientos anecdóticos, o meramente événementieles. Su estudio remite a un conflicto y una concepción de lo que deben ser la política y la moral, así como al carácter del cruce entre las esferas pública y privada que muy a menudo ayudan a construir y a transgredir.

Lo que nos interesa especialmente es la dimensión histórica y cambiante de lo considerado como escandaloso en un sistema político o en una sociedad en su sentido más amplio. Es decir, los escándalos y las llamadas «causas célebres» están estrechamente relacionados con el cambio histórico, revelando las íntimas conexiones que existen entre lo político, lo moral, lo económico y lo social. En los últimos años han atraído la atención de historiadores, antropólogos, críticos culturales, politólogos y sociólogos desde una perspectiva más compleja que apunta hacia la problematización del fenómeno. Desde todos esos enfoques, se han suscitado preguntas respecto a qué es y cómo se construye un escándalo, o cómo y por qué una «causa» se convierte en célebre. Por qué y cómo, en un momento histórico, en una sociedad y grupo determinados, actuaciones similares suscitan discusión pública e indignación frente a otros momentos, sociedades o grupos en que eso no ocurre, pasa inadvertido o no es percibido como escandaloso y notorio.

La nueva apreciación de esos fenómenos requiere, por lo tanto, una perspectiva transdisciplinar y un marco temporal y geográfico amplio y, al mismo tiempo, suficientemente delimitado. Este monográfico pretende abordar la temática de los escándalos en Europa desde un marco cronológico de largo recorrido que ilumine momentos umbrales, de crisis e inflexión. Para ello, proponemos una combinación de aproximaciones metodológicas que podrían resumirse en tres. Por una parte, los escándalos pueden ser tratados como indicadores, ventanas de acercamiento y recursos heurísticos para abordar problemas históricos más generales relacionados (para el caso que nos ocupa) con la imagen pública del poder y sus mecanismos de legitimación o deslegitimación, reproducción o momentos clave de conflicto. Por otra, podemos utilizarlos como formas de evaluar los valores culturales y políticos profundos de una época, un país, una institución o un grupo, y las relaciones que existen entre las normas y su transgresión. Finalmente, podemos considerarlos como objetos de estudio en sí mismos que tienen no solo una capacidad denotativa, sino una fuerza performativa respecto a las cuestiones antes apuntadas. Es decir, no solo como indicadores de la realidad o como recursos heurísticos, sino como fenómenos que en sí mismos «crean realidad», frecuentemente de forma contingente e impredecible para quienes los suscitan.

Para lograr aunar esas perspectivas, hemos reunido a especialistas reconocidos en el tema, procedentes de distintas historiografías y campos de análisis. El nexo común es la consideración de la dimensión histórica compleja y cambiante de lo construido como escandaloso y su relación con la imagen pública del poder desde la crisis del Antiguo Régimen hasta las primeras décadas del siglo xx. La acotación cronológica tiene que ver con nuestra apreciación del papel fundamental que los escándalos y causas célebres desempeñaron en los conflictos en torno a las diversas definiciones y formas de concebir el liberalismo y la democracia en Europa, incluyendo su vertiente colonial y enfatizando el carácter no solo político, sino cultural de esos procesos. Procesos que, además, tuvieron profundas connotaciones raciales, nacionales, de clase y de género.

Por todo ello, nuestra propuesta se articula en torno a tres ejes que han sido tenidos en cuenta y discutidos, de forma variable, en los textos que componen el dosier. En primer lugar, la necesidad de estudiar el escándalo como un «episodio de conflicto» de fuerte dimensión histórica, que afecta al sistema normativo de una sociedad contribuyendo a la redefinición de los valores públicos predominantes y a la construcción de una nueva moral cívica ‍[3]. Por ejemplo, la construcción de la ciudadanía o la redefinición del concepto del «interés general». Esa transformación en el sistema de valores hegemónicos constituye un aspecto aún poco estudiado en los estudios sobre la transición de la sociedad del Antiguo Régimen al nuevo estado liberal en Europa, así como en la crisis de estos regímenes liberales a finales del siglo xix y primeras décadas del xx. Esta cuestión, como demuestran varios artículos de este dosier, tiene importantes dimensiones transnacionales y europeas. Al mismo tiempo, advierte sobre la necesidad de eludir trabajar sobre la base de modelos o «tipos ideales». Se trata de eludir las tentaciones de la normatividad y de discutir dicotomías demasiado rígidas, y probablemente falsas, entre una «era premoderna», basada en la pluralidad normativa, el patronazgo y el juego de intereses, favores e influencias personales, por una parte, y por otra, una «sociedad moderna» de reglas neutras, universales, supuestamente igualitarias y con un funcionamiento transparente del poder y de sus representantes ‍[4].

En segundo lugar, y en estrecha relación con lo anterior, nos ha interesado analizar los escándalos como síntomas, y como fenómenos, de momentos de conflicto, crisis y transformación que son diversos dentro de algunas pautas comunes europeas. Por ello, nos parece importante relacionar esa dimensión pública del escándalo (lo que le constituye como tal) con la creciente «mediatización» de la política y de los debates públicos ‍[5]. La irrupción de un escándalo es inseparable de su revelación, publicación y difusión en la esfera pública. Ello hace indispensable reflexionar no solo sobre el contenido, sino también sobre los cambios en el sistema o marco comunicativo: los orígenes y consolidación de la prensa moderna, los cambios en la audiencia, el crecimiento y pluralidad de la opinión pública, las características de los actores involucrados; la importancia, por ejemplo, del periodista como actor político en el sentido que plantean Frank Bösch y Pol Dalmau en este dosier y en otros trabajos previos ‍[6]. La nueva historia cultural de la política no puede centrarse exclusivamente en el análisis de los lenguajes disponibles o de los valores simbólicos, sino que debe atender también a las condiciones comunicativas, que nunca son estables. Interesan sus transformaciones y las consecuencias de estas ‍[7]. Este enfoque hacia el análisis de las esferas públicas de participación política debe, en suma, integrar la dimensión comunicativa que estos conjuntos producen. Cambios que modifican la dimensión espacial y temporal de los conflictos sociales y políticos, creando nuevas formas de acción e interacción así como maneras nuevas de ejercer y representar el poder ‍[8].

La cuestión de la representación pública es un aspecto clave en este dosier monográfico y está presente en distintos artículos, sobre todo en los de Pol Dalmau e Isabel Burdiel, en relación con las nociones de legitimidad, autoridad, visibilidad del poder, en un contexto histórico que pone de relieve la compleja y cambiante dialéctica entre diversos actores políticos. En este sentido, nos interesan los escándalos y las causas célebres como espacios de participación política alternativos, especialmente en sociedades en que los canales oficiales están muy restringidos socialmente y con una libertad de expresión limitada. Una cuestión que está, además, estrechamente relacionada —como demuestra Isabel Burdiel— con el estudio de los mecanismos y estrategias no estrictamente públicos de creación y difusión de un escándalo, la calumnia, el libelo clandestino, los rumores, etc. Una dimensión que permite ir más allá del esquema habermasiano de discusión racional y crítica, y constituye una estrategia de los actores políticos subalternos para entrar en la esfera pública. Por ello, no se trata tanto del quién o del qué, sino del cuándo y el cómo se fabrica la representación escandalosa de una conducta y qué efectos, insistimos que frecuentemente imprevistos e ingobernables, tiene a corto, medio y largo plazo. Ese juego entre provocación, ingobernabilidad y domesticación está especialmente presente en el texto de Edward Berenson sobre el escándalo francés en el Congo de 1905. En su artículo se pone de relieve hasta qué punto la irrupción de las noticias sobre los brutales abusos de los representantes coloniales ponía en riesgo el discurso sobre la mission civilisatrice de Francia en África. Esto es, nos habla del potencial deslegitimador del escándalo, no solo de individuos, sino también de regímenes políticos y proyectos nacionales.

En tercer lugar, y de nuevo en relación con lo precedente, hemos creído importante tener en cuenta la denuncia de prácticas y comportamientos como estrategia de acción política —especialmente por parte de actores subalternos— y el impacto que dichas acusaciones tienen en la legitimidad de las instituciones, en la imagen y en las formas de visibilidad y relaciones con el poder de los actores públicos implicados ‍[9]. Una cuestión fundamental para entender la inextricable, pero cambiante, relación entre poder social, político y simbólico. En este ámbito, una de las aportaciones principales de este dosier es demostrar que las acusaciones escandalosas no se limitan a casos de corrupción económica o moral, sino que incluyen un amplio abanico de temáticas (cuestiones diplomáticas, de raza, sexo, etc.) que invitan a examinar el escándalo desde distintos ángulos: historia de las emociones, de género, de la monarquía, de las relaciones internacionales, del colonialismo, etc. Ese carácter poliédrico del escándalo obliga a reconsiderar, seria y operativamente, los límites cambiantes entre esfera pública y privada y a evaluar en cada caso la manera en que «el recurso al escándalo» altera, cuestiona y permite entender de una manera más flexible las relaciones entre lo que se considera «racional» o «irracional» en la vida política. Una cuestión estrechamente relacionada con la dimensión narrativa de los escándalos y la indignación, y su capacidad para «crear» posibilidades políticas o culturales, relatos alternativos, que no existían previamente o que estaban desdibujados o incluso anatematizados ‍[10].

Desde todos estos puntos de vista, nos ha interesado explorar lo que los escándalos y las causas célebres que hemos reunido aquí pueden decir acerca de las formas de adhesión a las normas vigentes y su transgresión, cuál es su función en la jerarquización de esas normas, en su cambio, regeneración o consolidación ‍[11]. Es decir, evaluar de qué manera las funciones de control social, de regeneración de grupo y de transgresión pueden estar estrechamente relacionadas entre sí. Cómo los escándalos pueden ser promovidos y utilizados para desviar la atención de otro tipo de problemas o responsabilidades que quedan diluidos a través de la focalización en determinados aspectos o individuos. Cómo se combinan, en suma, sus aspectos de desestabilización y estabilización de un sistema político y de la imagen pública del poder en el mismo.

Queremos agradecer a la redacción de Historia y Política las facilidades que nos ha proporcionado a lo largo de la preparación de este dosier. La discusión de los textos y la revisión de aquellos presentados en inglés ha sido posible gracias al ambiente intelectual y la ayuda económica del grupo de investigación HAR-53802 2014-P: «Construcciones del yo: Narraciones y representaciones del sujeto moderno entre lo personal y lo colectivo, siglos xvii-xix».

València-Barcelona, mayo de 2017.

Notas[Subir]

[1]

Jiménez Sánchez ( ‍Jiménez Sánchez, F. (1995). Detrás del escándalo político. Opinión pública, dinero y poder en la España del siglo xx. Barcelona: Tusquets.1995): 11; Aguilar y Martorell ( ‍Aguilar, P. y Martorell, M. (dirs.). (2000). Escándalos políticos en España. Historia y política, 4, monográfico.2000), y Van Damme ( ‍Van Damme, S. (2013). L’éternel retour du scandale? Hypothèses, 2012, Revue de l’école doctorale d’histoire de Paris I, 1, 227-‍233.2013).

[2]

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[3]

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[4]

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[5]

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[6]

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[7]

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[9]

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[10]

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[11]

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Bibliografía[Subir]

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