RESUMEN
La firma de los Acuerdos Autonómicos por parte del PSOE y UCD en julio de 1981 ha sido interpretada tradicionalmente como consecuencia directa del frustrado golpe de Estado del 23F. Este artículo revisa este análisis a partir de documentación interna e inédita, atribuyendo la toma de posición del Partido Socialista, no solo a una reacción frente la intentona involucionista, sino como producto de un proceso mucho más amplio, iniciado tras la aprobación de la Constitución. Los socialistas, condicionados por su trayectoria ideológica, fueron elaborando una política en materia autonómica que estuvo marcada por la coyuntura y que dependió tanto de los avatares del contexto estatal como de los que afectaron a los procesos autonómicos de cada territorio. Cuestiones estratégicas, electorales, ideológicas y una actitud que trataba de conciliar posiciones relativas a la responsabilidad de Estado con el mantenimiento de promesas sobre las demandas de autogobierno, interactuaron retrasando un pacto sobre el que se debatió desde que el nuevo marco legal dejara abierta la nueva estructura del Estado. En esta investigación se analiza la coincidencia entre centristas y socialistas sobre la necesidad de racionalizar la construcción del futuro Estado de las autonomías desde 1979. De hecho, armonizar el proceso autonómico fue un objetivo fundamental en el PSOE mucho antes de que el 23F ofreciera a los socialistas la oportunidad idónea para alcanzar un acuerdo de Estado con el que diseñar un modelo coherente con los principios que el partido había defendido desde el inicio de la Transición.
Palabras clave: PSOE; Estado de las autonomías; Transición; 23F; LOAPA.
ABSTRACT
The signing of the Autonomous Agreements by the PSOE and UCD in July 1981 has been traditionally interpreted as a direct consequence of the frustrated coup d’etat of 23F. This article, based on internal and unpublished documentation, revises this analysis, attributing the position of the Socialist Party, not only to a reaction against the intentional involvement, but as a product of a broader process, initiated after the approval of the Constitution. The socialists, conditioned by their ideological trajectory, were developing a policy on regional matters that was influenced by the situation and that depended on the vicissitudes of the state context and on those that affected the regional processes of each territory. Strategic, electoral, and ideological issues, and an attitude that tried to reconcile positions related to the «State responsibility» with keeping promises on the demands of self-government, interacted delaying a pact on which it was debated since the new legal framework left open the new structure of the State. This research analyzes the coincidence between centrists and socialists about the need to «rationalize» the construction of the future State of the autonomies since 1979. In fact, «harmonizing» the autonomous process was a fundamental objective in the PSOE long before that the 23F offered the Socialists the ideal opportunity to reach a State agreement and design a consistent model with the principles that the party had defended since the beginning of the Transition.
Keywords: PSOE; State of autonomies; Transition; 23F; LOAPA.
¿Hasta qué punto el golpe de Estado del 23F fue el responsable de la firma de los Acuerdos Autonómicos entre UCD y PSOE en julio de 1981 y de la futura LOAPA? Probablemente se ha dado un peso excesivo a este suceso para explicar la racionalización del proceso autonómico y el papel que jugó en la misma el Partido Socialista, analizando aquel pacto casi exclusivamente como producto del miedo a una reacción involucionista que puso en peligro la consolidación democrática en España[2]. Otras veces, el simbolismo de aquel acontecimiento sencillamente ha ocultado el hecho de que la armonización fue en realidad fruto de un acuerdo nacido de la coincidencia de intereses y planteamientos entre el PSOE y la UCD, originado no en los albores de esta crisis, sino mucho antes. El 23F, en realidad, funcionó más bien como un catalizador y no como la causa de una toma de posición por parte del PSOE que venía fraguándose tiempo atrás. Aquel suceso ofreció la oportunidad idónea para que los socialistas pudieran explicar y justificar la necesidad de los acuerdos ante la sociedad, evitando perder por ello gran parte de su credibilidad. Así pues, el modelo pactado definitivamente en el verano de 1981 respondía a los deseos homogeneizadores que el PSOE había definido con anterioridad, como demuestra la documentación inédita consultada en el archivo y biblioteca de la Fundación Pablo Iglesias (ABFPI). En este sentido cabe resaltar la importancia que para esta investigación han tenido los fondos de acceso restringido con documentos relativos, entre otros, al Comité Ejecutivo, al Comité Federal o a la Secretaría de Política Autonómica, ocultos hasta ahora y que contienen, por ejemplo, actas de reuniones e informes internos —en muchos casos confidenciales— que se preocupaban por definir la cuestión nacional, por establecer un esquema de prioridades, por fijar un calendario autonómico, que analizaban los resultados electorales o que se referían a la imagen pública del partido.
El hecho de que la Constitución de 1978 hubiera dejado abierta la puerta a distintas
interpretaciones sobre cómo debía construirse el futuro Estado de las autonomías había
llevado al PSOE a situarse en una aparente indefinición o contradicción que el partido
tuvo que ir resolviendo progresivamente. Así, fue improvisando en muchos casos una
política autonómica que, en cualquier caso, estuvo motivada por los principios que
habían guiado el pensamiento político del socialismo en torno a esta cuestión y que
no nacían ex novo después de 1978 Sobre el no olvido de España en el pensamiento socialista y comunista antes y después de 1978, Archilés
( Archilés, F. (2009). El «olvido» de España. Izquierda y nacionalismo español en la
Transición democrática: el caso del PCE. Historia del Presente, 14, 103-122.
Núñez Seixas, X. M. (2010). Patriotas y demócratas: el discurso nacionalista español después de Franco. Madrid: La Catarata.
Además, conforme el PSOE se convirtió en una alternativa real de Gobierno, el partido
fue moderando sus planteamientos en un proceso de «transición dentro de la transición» Molinero e Ysàs ( Molinero, C. y Ysàs, P. (2014). La cuestión catalana. Cataluña en la transición española. Barcelona: Crítica.
Landaberea, E. (2016). Los «nosotros» en la Transición. Memoria e identidad en las cuatro principales culturas
políticas del País Vasco (1975-1980). Madrid: Tecnos. Disponible en: https://doi.org/10.4000/bhce.914 Miccichè, A. (2009). Euskadi socialista. El PSE-PSOE y la Transición en el País Vasco (1976-1980). Madrid: Pablo Iglesias.
La historiografía que se ha ocupado de esta cuestión ha puesto el foco de atención
en el verano de 1981, sin subrayar que fue en esta fase previa cuando se forjó el
modelo que se pactó más adelante —Mateos ( Mateos, A. (2017). Historia del PSOE en transición. De la renovación a la crisis, 1970-1988. Madrid: Sílex.
Quiroga, A. (2009). Coyunturas críticas. La izquierda y la idea de España durante
la Transición. Historia del Presente, 13, 21-40.
De Blas ( De Blas, A. (1978). El problema nacional-regional español en los programas del PSOE
y PCE. Revista de Estudios Políticos, 4, 155-170.
Juliá, S. (2013). Nación, nacionalidades y regiones en la transición política a la
democracia. En A. Morales Moya, J. P. Fusi Aizpurúa y A. de Blas Guerrero (coords.).
Historia de la nación y del nacionalismo (pp. 886-902). Barcelona: Galaxia Gutenberg.
Molinero, C. (2011). La oposición al franquismo y la cuestión nacional. En J. Moreno
(ed.). Izquierdas y nacionalismos en la España contemporánea (pp. 235-256). Madrid: Pablo Iglesias.
Así pues, en estas páginas tratamos de demostrar que la defensa de un sistema autonómico simétrico y homogéneo sí era acorde a una trayectoria previa en el PSOE que no nacía en ningún caso en 1981. Entonces los socialistas no hicieron más que culminar un proceso por el que habían estado transitando mucho antes.
Sobre la generalización autonómica en España se ha debatido mucho, también entre los
protagonistas políticos que la propiciaron. En el PSOE la crítica a este proceso se
hizo común a partir de 1980, cuando comenzaron a responsabilizar a UCD, y especialmente
a Manuel Clavero, de haber generado artificialmente las demandas de autogobierno en
el conjunto de los territorios del Estado Archilés ( Archilés, F. (2016). ¿Atada y bien atada? La cuestión nacional y las culturas políticas
españolas (1975-1978). En A. Bosch y I. Saz (eds.). Izquierdas y derechas antes el espejo. Culturas políticas en conflicto (pp. 141-173). València. Tirant Humanidades.
Sánchez, D. (2009). La Unión de Centro Democrático y la idea de España: la problemática
reelaboración de un discurso nacionalista para un contexto democrático. Historia del Presente, 13, 7-20.
Guerra ( Guerra, A. (2004). Cuando el tiempo nos alcanza (1940-1982). Madrid: Espasa.
Martín Villa, R. (1984). Al servicio del Estado. Barcelona: Planeta.
En realidad, el PSOE se mostró favorable a extender la autonomía a todas las nacionalidades
y regiones por cuestiones estratégicas, pero también por el convencimiento de que
el derecho a la diferencia no podía menoscabar la igualdad en derechos de los territorios.
Así, antes de que Clavero impulsara las preautonomías y diera luz verde a la generalización
autonómica, que acabaría siendo interpretada como un lastre por su propio partido,
los socialistas ya habían dado muestras de su preferencia por este modelo, incluso
en el XXVII Congreso de diciembre de 1976 En su Resolución sobre nacionalidades se apostaba por que «se abra un proceso mediante el cual todas las nacionalidades
y regiones que lo deseen puedan dotarse de sus propios regímenes de autonomía» ( Guerra, A. (1977). XXVII Congreso PSOE. Barcelona: Avance.
Alejando Quiroga, sin embargo, defiende que fue después del anteproyecto cuando se
produjo por parte del PSOE y del PCE la renuncia a «otorgar a Cataluña, el País Vasco
y Galicia un estatus especial dentro de una España descentralizada». Si bien esto
podría responder mejor al perfil del PCE, no encaja del todo para el PSOE que, aunque
planteaba dudas a este respecto, no quería imponer ningún tipo de sistema asimétrico,
más bien al contrario ( Quiroga, A. (2009). Coyunturas críticas. La izquierda y la idea de España durante
la Transición. Historia del Presente, 13, 21-40.
Mi esfuerzo se dedicó durante toda la discusión a introducir elementos que nos aproximasen
a ese federalismo funcional, que superaba la justificación de las autonomías como
salida a la diferencia cultural de algunas nacionalidades, y la completaba con el
criterio más racional u objetivo, válido para las demás regiones españolas, de la
descentralización política y la distribución territorial del poder, que permitiría
al final del proceso una igualdad entre todas las comunidades autónomas. No fue fácil,
pero creo que en definitiva se alcanzó ese objetivo
El modelo pactado finalmente en la Constitución de 1978 no zanjó aquella discusión
y dejó abierta la posibilidad de desarrollar un Estado simétrico —con la excepción
de los casos vasco y navarro gracias a la disposición adicional primera— o asimétrico El modelo de organización territorial que consagró la Constitución y que permitía
la generalización autonómica fue, en opinión de Carme Molinero y Pere Ysàs, fruto
del acuerdo político entre la izquierda estatal, UCD y los nacionalismos subestatales
( Molinero, C. y Ysàs, P. (2018). La Transición. Historia y relatos. Madrid: Siglo XXI.
Manuel Clavero asegura que fue su empeño personal por generalizar las autonomías
el que propició la inclusión de la vía del artículo 151 ( Clavero, M. (1983). España, desde el centralismo a las autonomías. Barcelona: Planeta.
Aprobada la Constitución no cabe duda de que los socialistas se posicionaron proclives
a la generalización autonómica y así se sancionó en la resolución sobre autonomías
del XXVIII Congreso —en mayo de 1979—, en la que se manifestaba que era el PSOE el
partido que debía liderar y animar la «eclosión» de la concienciación nacional o regional
de los pueblos de España «Autonomías», en PSOE: Resoluciones. 28 Congreso, Archivo y Biblioteca la Fundación Pablo Iglesias (ABFPI), c 142, pp. 3-6.
Sin embargo, aquella actitud proclive a llegar a acuerdos para racionalizar el proceso autonómico, se topó en enero de 1980 con el anuncio unilateral de UCD en
el que comunicaba su voluntad de reconducir todos los procesos autonómicos por la
vía del artículo 143, tratando, incluso, de recortar la autonomía gallega Sobre el desbloqueo del autogobierno en Galicia y la dubitativa actitud socialista,
véase Grandío ( Grandío, E. (2015). El lustro que marcó el camino: el PSOE en Galicia (1974-1978).
Historia del Presente, 26, 59-76.
Clavero ( Clavero, M. (1980). Forjar Andalucía. Granada: Argantonio, Ediciones Andaluzas.
Martín Villa ( Martín Villa, R. (1984). Al servicio del Estado. Barcelona: Planeta.
El cambio de posición centrista afectó especialmente a aquellos territorios que se
habían pronunciado oficialmente por la vía rápida y que iban a sufrir desde entonces
diversos obstáculos para acceder a la autonomía. Empezando por la aprobación en diciembre
de 1979 de la «Ley Orgánica sobre regulación de las distintas modalidades de referéndum»,
que fue aprobada con el concurso del PSOE No sólo permitieron su aprobación, sino que en su elaboración se contó con la participación
de Alfonso Guerra, Secretaría de Política Autonómica-PSOE: «Reunión con los secretarios
generales de Nacionalidad y Región y otros responsables de política autonómica» (8
de enero de 1980), ABFPI, 075-E2, p. 11.
Sobre el bloqueo andaluz, Ruiz ( Ruiz, M. (2005). La conquista del Estatuto de Autonomía para Andalucía (1977-1982). Sevilla: Instituto Andaluz de Administración Pública.
De los Santos, J. M. (2002). Andalucía en la Transición (1976-1982). Sevilla: Centro de Estudios Andaluces.
Desde el viraje de UCD en materia autonómica, el PSOE se convirtió en abanderado de
la causa andaluza mientras trataba de reconducir, en la medida de lo posible, el resto
de territorios por la vía del artículo 143, creando un clima de opinión favorable
y tratando de ofrecer dos caras para no dañar su imagen pública Secretaría de Política Autonómica-PSOE: «Bases de actuación en materia de política
autonómica» (Madrid, 18 de enero de 1980), ABFPI, 75-B 9.
Por otra parte, en esta fase hay que tener en cuenta otro hito que reforzó la postura
proclive a racionalizar la construcción del Estado de las autonomías por parte del PSOE. Nos referimos a la
derrota socialista en las primeras elecciones autonómicas en Cataluña y Euskadi. El
balance en cuanto a los réditos que estaban obteniendo por su política autonómica
era, como sus actitudes al respecto, irregular. Mientras que tras el referéndum del
28F en Andalucía todo parecía indicar que mejorarían los resultados de las elecciones
de 1979 en este territorio Así se demostró en la primera oportunidad en la que pudieron medir sus fuerzas en
las urnas. En las elecciones parciales al Senado en las provincias de Sevilla y Almería
de noviembre de 1980, el PSOE obtuvo los mejores resultados de su historia, El Socialista, 182 (del 3 al 9 de diciembre de 1980).
Véase un informe de mayo de 1980 citado en PSOE: «Memoria. Informe de gestión I.
29 Congreso», Madrid, 1981, pp. 10-12.
Citado en Alonso y Elordi ( Alonso, C. y Elordi, C. (1982). El desafío socialista. Barcelona: Editorial Laia.
Sobre el triunfo de Convergència i Unió en las urnas y la repercusión en el PSOE,
Culla ( Culla, J. (1998). Una piedra en el zapato. El nacionalismo catalán en el escenario
político español (1976-1998). En X. Bru de Sala y J. Tusell (eds.). España-Catalunya: un diálogo con futuro. Barcelona: Planeta.
Aunque la defensa socialista de una planificación autonómica centralizada no surgía a partir de aquellas derrotas electorales, el partido encontró gracias a ellas más motivos para anteponer la unidad estatal a otras cuestiones. De esta manera, en esta fase se agudizaron las tensiones entre una actitud proclive a defender los derechos de las nacionalidades y regiones, que proporcionaba, además, más elementos con los que oponerse al Gobierno, y otra que entendía que racionalizar el proceso autonómico era necesario y que para ello se debía llegar a un acuerdo con UCD.
La posición autonómica del socialismo, a grandes rasgos, no estaba presentando unas
directrices incompatibles con la voluntad racionalizadora de UCD, excepto en el tema andaluz que, a pesar de todo, tampoco colisionaba con este
modelo unitario, aunque no uniformizador. El «problema andaluz» se convertía en este
discurso en un «problema de Estado» que ofrecía una alternativa a la imposición de
la unidad: la unidad voluntaria. Andalucía otorgaba al PSOE la posibilidad de presentar
otra batalla frente al Gobierno, sobre la que la victoria estaba prácticamente asegurada.
Manteniendo una estrategia de distanciamiento con la política de consenso, el PSOE
se esforzaba por evitar las posibles coincidencias. La política de alianzas había
sido debatida en el Congreso Extraodinario y se había impuesto la idea de que el partido
debía evitar vincularse con el Gobierno para no erosionar su imagen a través de una
política de acuerdos que se juzgaba había resultado perjudicial en las elecciones
generales de marzo de 1979. Se consideraba que sin poder ejercer el control sobre
ningún resorte del Ejecutivo ni sobre las políticas que implementara UCD, y sin contar
tampoco con las contrapartidas que ofrecía participar directamente en la gestión,
solo se conseguiría dañar la imagen pública del PSOE. Esta estrategia tenía, por otra
parte, una salvedad, la que pudiera derivarse de una situación que requiriera la colaboración
con el resto de las fuerzas parlamentarias ante
un inminente peligro para la democracia, caso en el que su condición de partido de
Estado se impondría, se decía, a la estrategia política PSOE: Resolución política del Congreso Extraordinario (Madrid, 28-29 de septiembre
de 1979), ABFPI, Fc 261.
En este contexto, durante el verano de 1980 se siguió perfilando la política autonómica del partido en las terceras jornadas organizadas por la Secretaría de Política Autonómica. Estas se nutrieron de reflexiones e informes que fueron debatidos por bloques temáticos. De estos debates surgió el documento Esquema básico para la elaboración de un documento sobre las autonomías, que recogía los principales acuerdos y líneas de acción a seguir a partir de entonces, y que se inspiraba en los informes del diputado socialista Pedro Silva Las autonomías en la Constitución de 1978. Problemática que plantean y La vía socialista a la autonomía. La autonomía plena, además de en el documento Modelo institucional del Estado de las autonomías, elaborado a partir de una ponencia de Joan Prats, diputado socialista en el Parlamento catalán.
Los debates establecían como punto de partida inmediato la Constitución de 1978, en
cuyos límites se situaba la política autonómica socialista. Se reconocía, por otra
parte, «un poder político verdadero y propio» a las instituciones autonómicas, que
constituían un poder del Estado, participando del ejercicio de la soberanía sin ser
soberanas Un análisis que derivaba de la conveniencia política, ya que, como el propio Prats afirmaba: «Esta interpretación puede no corresponderse
con la interpretación «auténtica» de la Constitución, pero es la impuesta por la dinámica
autonómica y la que mejor se acomoda a la batalla política a la vez en el frente estatal
y en el autonómico. Por lo demás, es la única que puede competir a nivel ideológico
con los «nacionalismos» de las nacionalidades», en Joan PRATS: Modelo institucional del Estado de las Autonomías, ABFPI, 75-E 4.
Pedro Silva: Las autonomías en la Constitución de 1978. Problemática que plantean (10 de julio de 1980), ABFPI, 75-E 4, pp. 3-4.
La respuesta del PSOE para evitar esta crisis partía de un desarrollo del Estado autonómico
que conjugara el respeto a la voluntad de las comunidades autónomas con unos ritmos
homogéneos. Prudencia para evitar el fracaso o la destrucción del Estado Pedro Silva: La vía socialista a la autonomía. La autonomía plena (10 de julio de 1980), ABFPI, 75-E 4, p. 1.
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Esquema básico para la elaboración de un documento sobre las autonomías, ABFPI, 75-E 4, pp. 4-5.
Además, los socialistas se referían explícitamente al «problema de las dos vías»,
otorgándole un «carácter transitorio», en coherencia con la idea de no centrarse en
los aspectos procedimentales, ya que se optaba por la construcción de un Estado simétrico
y homogéneo en el que la igualación final quedaría asegurada. En este marco, se ignoró
la vía del artículo 151, que quedaba negada al no ofrecerse ni tan siquiera como posibilidad,
y la vía del artículo 143 quedaba fijada como «la vía ordinaria», convirtiéndola en
una vía plena gracias a una «interpretación extensiva del art. 148» Ibid., p. 5.
Por otra parte, este modelo necesitaba para imponerse «del concurso de una amplia
mayoría en el proceso autoconstituyente», con lo que veían la «negociación como factor
imprescindible en el desbloqueo del inicio de los procesos autonómicos» Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Esquema básico…, p. 5.
Pedro Silva: La vía socialista…, pp. 10-11.
El País, 17 de enero de 1980.
Eran los comienzos de la ridícula guerra entre los artículos 143 y 151 […]. Se entendía
por algunos que el acceder por la vía del artículo 143 suponía una autonomía «descafeinada»,
y la verdad es que no se pretendía que existieran comunidades autónomas de primera
y de segunda. Al contrario, siempre he sido partidario de una cierta homogeneidad,
sin la cual el proceso autonómico es imposible. Pero el procedimiento del artículo
151, pensado para situaciones excepcionales, era tan complicado que multiplicaba las
consultas en forma realmente desorbitada. Su aplicación a todo el mundo nos hubiera
podido conducir a una consulta popular cada veinte días entre 1980 y 1983. Intenté
llevar al convencimiento […] la idea de que con el artículo 143 se podían alcanzar
idénticas competencias y poseer idénticos órganos de gobierno y representación Martín Villa ( Martín Villa, R. (1984). Al servicio del Estado. Barcelona: Planeta.
Volviendo a las jornadas de la Secretaría de Política Autonómica del PSOE, otro documento
de José María Triginer —en este caso en un plano más teórico y de debate sobre las
ideas— Destacado dirigente del PSC-PSOE, vinculado al sector de la antigua Federación Socialista
Catalana del PSOE.
Por esas consideraciones somos contrarios a limitar nuestra actuación a nivel de región o nacionalidad. Eso solo sirve para polarizar la insatisfacción provocada por el «agravio comparativo» sin que se pueda ofrecer alternativas, que en todo caso se encuentran tanto en el propio ámbito de la «comunidad» como fuera de él, a través de la práctica de una auténtica solidaridad.
[…] La derecha tradicional, que ha dado su apoyo político al sistema capitalista,
pretende traducir las justas aspiraciones de un pueblo en una política interclasista
para diluir y mitigar la lucha contra el capitalismo José María TRIGINER: Socialismo y autonomía, ABFPI, 75-E 4, pp. 3, 6-7.
Se trataba de un discurso que proliferaría en territorios como Euskadi y Cataluña,
donde el PSC-PSOE y el PSE-PSOE tratarían de rechazar un nacionalismo que calificarían
como burgués y al que acusaban de haberse aliado con el Gobierno, en contra de los
intereses de la clase obrera Aquella ponencia sirvió, además, de base para generar otros documentos en los que
se reforzó la crítica hacia los partidos nacionalistas, entre otros, María Izquierdo:
Esquema sobre el Estado de las autonomías (26 de julio de 1980), ABFPI, 75-E 4.
Es evidente que, pese a mantener abierta una pugna que los socialistas tenían intención de ganar respecto a la vía del artículo 151 y Andalucía, en líneas generales el PSOE trabajaba por la consolidación del Estado a partir de una armonización y una ordenación territorial que asegurara la homogeneidad y la estabilidad, recelando cada vez más de los nacionalismos, especialmente en Cataluña y el País Vasco. Y es que, a partir de las elecciones de marzo de 1980, la influencia de la sensibilidad más vasquista en el PSE perdió ascendencia —en línea con lo que venía sucediendo desde la aprobación del Estatuto o incluso desde la misma campaña del referéndum—, y lo mismo sucedió con la que el nacionalismo catalán había ejercido en el PSOE hasta la inesperada derrota de las elecciones de marzo.
En septiembre UCD inauguraba una nueva etapa en materia autonómica en la que, tras
la remodelación del Gobierno, sería Rodolfo Martín Villa como nuevo ministro de Administración
Territorial el encargado de reconducir las negociaciones sobre el desarrollo autonómico
con el principal partido de la oposición, el PSOE. Y aunque desde septiembre se fue
reforzando la decisión socialista de racionalizar el proceso autonómico en España, se siguió escenificando la existencia de un enfrentamiento
mientras las posturas estaban cada vez más cerca Así sucedió ante la moción de confianza, pese a que el programa socialista preparado
para la misma no era incompatible con el de UCD, Secretaría de Política Autonómica-PSOE:
Informes Secretaría ante voto de confianza 16/9/1980, ABFPI, 75-G 3.
El socialista canario Luis Fajardo Spinola confirma que, pese a que comenzó a hablarse
del resto de comunidades, las «conversaciones estaban principalmente dirigidas a desbloquear
la situación andaluza» ( Fajardo, L. (2009). ¿Hacia otro modelo de Estado? Los socialistas y el Estado autonómico. Navarra: Aranzadi.
En cualquier caso, en los días previos a aquella reunión se fue clarificando la posición
socialista respecto a los territorios en los que existía un mayor conflicto. Con fecha
de 30 de septiembre se elaboraba el documento interno Estado de los diferentes procesos de acceso a la autonomía, en el que se hacía un balance de la marcha de los procesos autonómicos. Comenzando
por Canarias, hay que aclarar que en aquellos momentos en la federación socialista
—tras la celebración de su Congreso Extraordinario en mayo de 1980— se había impuesto
la posición pragmática del sector proclive a la vía lenta, liderado por Jerónimo Saavedra, reelegido entonces
secretario general del PSC-PSOE Martín ( Martín, J. (1987). El compromiso constante. Apuntes para una biografia. Las Palmas de Gran Canaria: Partido Socialista Canario-Partido Socialista Obrero Español.
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Estado de los diferentes procesos de acceso a la autonomía (30 de septiembre de 1980), ABFPI, 75-B 9, p. 5. Ni siquiera en la prensa se planteaba
la cuestión de la vía del 151, y en todo caso los socialistas hacían referencias a
«no descartar» la del 144, El País, 30 de septiembre de 1980.
El País, 5 de octubre de 1980.
Respecto a Aragón, los socialistas aceptaban negociar el acceso por la vía del 143
siempre que se dieran garantías de que en el plazo de cinco años se obtendrían los
mismos techos que con la del 151. Una vez más, la discusión se encontraba en el tipo
de autonomía y no en los «procedimientos» En sentido similar se pronunciaba el secretario general de los socialistas aragoneses,
Santiago Marraco, El País, 26 de octubre de 1980.
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Estado de los…, pp. 6 y 17.
El caso del País Valenciano, sin embargo, era diferente, ya que en este territorio
no se habían realizado, como en el resto, afirmaciones con las que expresamente se
renunciara a la vía rápida. Tampoco se había hecho en aquel documento interno, en
el que se demostraba la incertidumbre sobre cuál era la estrategia que se debía aplicar
en esta región. En todo caso parecía que el partido estuviera esperando a que los
acontecimientos fueran definiendo el panorama para entonces ir estableciendo directrices
más precisas Ibid., p. 7.
Realizada por Enrique Monsonís el 29 de septiembre tras una reunión con Martín Villa.
Mientras se iba clarificando el panorama territorio por territorio, desaparecieron los que parecían ser los mayores obstáculos para resolver la cuestión del desarrollo autonómico de manera centralizada: los bloqueos de las autonomías andaluza y gallega. El 23 de octubre se firmaron los acuerdos que permitían solucionar el problema andaluz; y el 29, gracias al llamado Pacto del Hostal, una Comisión Constitucional permitió que Galicia tuviera una autonomía comparable a la de las otras dos nacionalidades históricas.
El camino de la reconducción y del pacto se había allanado. En apariencia nada obstaculizaba ya la armonización deseada tanto por el PSOE como por UCD —aunque diseñada por ambos partidos con diferencias notables—. Pero una vez más, la coyuntura política y la resistencia por parte de algunos sectores —socialistas y no socialistas— dentro de los territorios que se habían decantado de forma satisfactoria por la vía del artículo 151, iban a complicar aquel desenlace. El nuevo escenario trasladó el foco de interés hacia el País Valenciano, Canarias y, en menor medida, Aragón y Baleares, con un cambio significativo frente a la etapa anterior: la solución no se planteaba individualmente, sino en el marco de una planificación que armonizara el conjunto del Estado y que por aquel entonces pasaba preferiblemente por la reconducción de todos, o casi todos los territorios, por la vía del artículo 143.
De momento, en documentos internos difundidos en noviembre los socialistas habían
asumido el planteamiento oficial del Gobierno que legitimaba la aplicación a posteriori
de la ley sobre modalidades de referéndum, aceptando que en Canarias y País Valenciano
no se habían cumplido las exigencias de ninguna de las dos vías Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Especial responsables. El Estado de las Autonomías (noviembre de 1980), AHUV (Arxiu Històric de la Universitat de València), Fons Alfons Cucó, 029, p. 15.
BOCG: Proposiciones de ley, n.º 111-I, 30 de octubre de 1980, p. 420.
La iniciativa comunista estuvo presente en los debates en el seno del PSOE y del PSPV-PSOE,
pero no se supo o quiso responder a la misma —ni a otras— al menos durante los meses
de octubre, noviembre y buena parte de diciembre, en los que planeaba la posibilidad
del pacto con UCD Emilio Attard declaraba: «Me consta que hay relaciones de verdad a muy alto nivel
para llegar a un acuerdo consensuado. Tengo fe que terminarán bien», El País, 26 de octubre de 1980.
El País, 6 de noviembre de 1980.
Documento elaborado en realidad el 11 de noviembre para preparar la reunión prevista
para un día después en la que trataron los procesos autonómicos del País Valenciano,
Canarias y Aragón, aunque para ello se sintetizaba la mencionada reunión del 10 de
octubre.
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Notas previas a la reunión del día 12-11-80 sobre los procesos autonómicos del País
Valenciano, Canarias y Aragón (Madrid, 11 de noviembre de 1980), ABFPI, 82-C 1, pp. 1-2.
El País, 6 de noviembre de 1980.
En este ambiente, el día 12 de noviembre se celebró la primera de distintas reuniones
entre la Ejecutiva Federal, representada por María Izquierdo y Alfonso Guerra, y los
comités regionales del PSOE en Aragón, País Valenciano, Canarias y Baleares. Estas
venían motivadas por la búsqueda de una estrategia global para desbloquear el acceso
a la autonomía en los distintos territorios a partir de la propuesta del Gobierno.
Según informaba El País, se había decidido «aceptar el hecho de que no se han alcanzado pronunciamientos suficientes
para ninguna de las dos vías y que es necesario promover un procedimiento especial
para estas cuatro comunidades», lo que provocaba reticencias entre los socialistas
valencianos, partidarios en realidad de modificar la ley de modalidades de referéndum El País, 27 de noviembre de 1981.
Mientras que las negociaciones ya estaban avanzadas en otros territorios, en el País
Valenciano no comenzaron oficialmente hasta noviembre, como se confirma en una reunión
interna de la Secretaría de Política Autonómica, Secretaría de Política Autonómica-PSOE:
Información sobre la situación del proceso autonómico en cada comunidad, ABFPI, 75-E 2.
De hecho, la existencia de esta iniciativa fue tratada con preocupación en las reuniones
del 12 y del 18 de noviembre, Notas sobre la reunión del 18 de noviembre, ABFPI, 82-C 1.
En este clima se elaboró la Propuesta para el desbloqueo de los procesos autonómicos del País Valenciano, Canarias,
Aragón y Baleares, en la que se habían tenido en cuenta proyectos de UCD y del Gobierno Ministerio de Administración Territorial-Secretaría de Estado para las Comunidades
Autónomas: «Proyecto de Ley Orgánica para hacer posible la igualdad y homogeneidad
de las facultades y competencias de las Comunidades Autónomas», ABFPI, 74-G 3; UCD:
Relación de temas que deben ser objeto de análisis conjunto, ABFPI, 74-G 3, p. 2.
PSOE: Propuesta de desbloqueo del proceso autonómico del País Valenciano (Madrid, 17 de diciembre de 1980), ABFPI, 74-G 3.
PSOE: Propuesta de desbloqueo del proceso autonómico Canario (Madrid, 17 de diciembre de 1980), ABFPI, 74-G 3; PSOE: Propuesta de desbloqueo del proceso autonómico aragonés (Madrid, 17 de diciembre de 1980), ABFPI, 74-G 3; PSOE: Propuesta de desbloque del proceso autonómico balear (Madrid, 17 de diciembre de 1980), ABFPI, 74-G 3.
Pero el consenso sufrió, de nuevo, un paréntesis entre finales de diciembre hasta
el intento del golpe de Estado del 23 de febrero. Durante este periodo, a los problemas
que suponía la negociación del desbloqueo en el País Valenciano se sumaron otros surgidos
en Canarias. Al parecer, la UCD no había aceptado una enmienda socialista al texto
autonómico sobre la neutralidad militar, lo que había desembocado en una crisis entre
los dos partidos del archipiélago y en la vuelta al bloqueo de su proceso autonómico El País, 31 de diciembre de 1980; El País, 10 de enero de 1980.
El País, 27 de diciembre de 1980.
Así lo había confirmado el ministro de UCD, El País, 6 de noviembre de 1980.
Intervención realizada en la Escuela de Verano de 1980, El Socialista, 170 (del 10 al 16 de septiembre de 1980).
El País, 5 de noviembre de 1981.
Fue durante este giro de los acontecimientos, que hacía que el acuerdo entre UCD y
PSOE se pusiera en duda, cuando el problema de las vías iba a reaparecer de la mano
del País Valenciano. El clima de consenso se vino abajo también entre las formaciones
valencianas, que paralizaron las negociaciones. En este contexto, el PSPV-PSOE anunció
la presentación de un proyecto de modificación de la ley de modalidades de referéndum
«con el único objetivo de desbloquear el proceso autonómico del País Valenciano» El País, 24 de enero de 1980. Se dio luz verde a aquella estrategia en una reunión entre Joan
Lerma, Felipe González y María Izquierdo a mediados de enero, Notas manuscritas (17
de enero de 1979), ABFPI, 79-D 3. BOCG: Proposiciones de ley, n.º 125-I, 24 de febrero de 1981, pp. 453-454
La secretaria de Política Autonómica aclaró que la autonomía de Canarias estaba pendiente
de la interpretación del presidente del Congreso de los Diputados acerca de la vía
elegida por esa comunidad, El País, 27 de enero de 1980.
El PSOE pasó a considerar, en un documento fechado el 16 de febrero, como anticonstitucional
la vulneración de la libre opción de vías, Secretaría de Política Autonómica-PSOE:
Principales gestiones de los Ministros de Administración Territorial por orden cronológico
desde 1977 (Madrid, 16 de febrero de 1981), AHUV, Fons Alfons Cucó, 029.
A mediados de febrero, un Partido Socialista que buscaba rentabilizar la crisis de
UCD demostraba su nula intención de ofrecer al Gobierno un balón de oxígeno con la
firma de un acuerdo sobre el modelo de Estado, al menos en lo inmediato: «Si no cometemos
graves errores en el futuro inmediato, ante el país se ha abierto con mayor fuerza
y con más confianza que nunca hasta ahora, la posibilidad de que los socialistas puedan
ser el núcleo fundamental de un Gobierno capaz de estabilizar la democracia y de hacer
avanzar el proceso» Informe de gestión presentado al Comité Federal el 28 de febrero de 1981, aunque
escrito antes del golpe de Estado, PSOE: Memoria. Informe de gestión I…, p. 14.
El frustrado golpe de Estado del 23F tuvo lugar en un contexto de paréntesis dentro de un clima de entendimiento entre el Gobierno y el PSOE. Así, aunque las cuestiones relacionadas con la ordenación territorial incidieron en sus causas, no parece razonable, a la luz de lo expuesto, explicar los Acuerdos Autonómicos como consecuencia del golpe. En todo caso, el 23F creó la oportunidad y las condiciones favorables para que culminara un acuerdo cuyos presupuestos básicos eran compartidos por los dos partidos mayoritarios desde finales de 1979. Así pues, aquel suceso actuó como catalizador de unas negociaciones que, esta vez sí, culminarían de manera exitosa.
El PSOE se vistió con el traje de la responsabilidad de Estado, labrándose una imagen que había perseguido ávidamente desde 1979 y que ahora podía
representar más que nunca. Alfonso Guerra declaró en 1985 que ante el abandonismo
del Gobierno el PSOE tuvo que anteponer «su patriotismo solidario en defensa del sistema
a sus intereses de partido». Y la firma de los Acuerdos Autonómicos fue una de las
consecuencias más visibles de esta situación, ya que, según este político, la «revertebración
de España» era una «de las piedras de toque de la consolidación definitiva del sistema»
Antes de esto, los socialistas ofrecieron un Gobierno de coalición a Calvo Sotelo,
bajo el presupuesto, aprobado en su Resolución Política del Congreso Extraordinario,
de la existencia de un peligro de «extrema gravedad para la perduración del sistema
democrático» PSOE: Resolución Política del Congreso Extraordinario…, p. 11. «Resolución Política» publicada en PSOE: Memoria. Informe de gestión II. 29 Congreso, Madrid, 1981, p. 59. En aquella reunión del Comité Federal, los días 28 de febrero
y 1 de marzo, se insistió en que «no hay que caer en el error de una colaboración
fuera del Gobierno. El Partido tiene que hacer todos los esfuerzos posibles por entrar
en el Gobierno» (reunión del 28 de febrero de 1981), PSOE: Memoria. Informe de gestión II…, p. 24.
El Socialista, 195 (del 4 al 10 de marzo de 1981).
La proposición de formar un Gobierno de coalición fue rechazada por Calvo Sotelo,
que temía la desestabilización que esto podría provocar en el interior de su propio
partido, ya muy dividido, y apostó por una «política de concertación», que pronto
involucró al Partido Socialista Los socialistas retornaron a la Junta en una muestra de buena voluntad, El Socialista, 198 (25 al 31 de marzo de 1981).
Comité Federal del PSOE: «Anexo n.º 1. Propuestas de acción política en relación
con la oferta socialista», AFFLC, Fondo PSOE. Partido Socialista Obrero Español, 004061-002.
También sucedió así en el PCE, y la proposición comunista fue retirada del Congreso
el 17 de marzo de 1981. Los socialistas no lo hicieron hasta el 9 de septiembre de
1981, mucho más tarde de que la vía del 151 fuera descartada. Véase, respectivamente,
BOCG: Proposiciones de ley, n.º 111-I 1, 28 de marzo de 1980, p. 420/1; y BOCG: Proposiciones de ley, n.º 125-I 1, 18 de septiembre de 1981, pp. 454/1.
Los primeros contactos de las negociaciones entre UCD y PSOE se produjeron en marzo.
Leopoldo Calvo Sotelo ha escrito en sus memorias que ya en aquellos días encontró
una fuerte sintonía con el líder socialista Calvo Sotelo ( Calvo Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la transición. Barcelona: Plaza y Janés; Cambio 16.
Alonso-Castrillo, S. (1996). La apuesta del centro. Historia de UCD. Madrid: Alianza Editorial.
Hopkin, J. (2000). El partido de la Transición. Ascenso y caída de la UCD. Madrid: Acento Editorial.
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Reunión entre la Secretaría Federal de Política Autonómica y senadores socialistas,
el día 31 de marzo de 1981, para debatir el tema de la ley de armonización en las
CC. AA., ABFPI, 75-E 2, p. 2.
Por otra parte, mientras el Ejecutivo gestionaba la posibilidad de organizar un equipo
de técnicos para que elaborara un primer informe, el aparato del PSOE asumió rápidamente
su nuevo cometido y preparó una campaña extraordinaria «por la libertad y la Constitución»,
en la que se esgrimió la necesidad de una política conjunta con el Gobierno para prevenir
actitudes anticonstitucionales, lo que en materia autonómica significaba «poner fin
definitivamente a las tendencias centrífugas» y construir un modelo de Estado autonómico
«tan firme y tan fuerte como pueda serlo un Estado centralista», en el que las competencias
fuesen transferidas, no en un plazo de tres años, sino en un horizonte de veinte o
veinticinco Comisión Ejecutiva Federal del PSOE: Los problemas de la democracia (abril 1981), AHUV, Fons Alfons Cucó, 019/012, pp. 4 y 8.
Los socialistas incidían con fuerza en la tendencia de desconfianza hacia los nacionalismos que se había reforzado desde las elecciones autonómicas de marzo de 1980. Este recelo
derivaba en gran medida del temor a que estas fuerzas políticas provocaran la fragmentación
de la estructura del sistema bipartidista, amenazando sus posibilidades como alternativa
de Gobierno. Una actitud que seguramente decepcionó a buena parte del PSC-PSOE, que
a lo largo del mes de marzo —al menos en su línea oficial— se había pronunciado favorable
a una respuesta que rechazara la «desnaturalización» de la autonomía catalana PSC-PSOE: Informe polític del 1er Secretari Joan Reventós all Consell Nacional. 8 de març del
1981. Resolució del Consell Nacional sobre la situació política del moment, Arxiu del Partit del Socialistes de Catalunya (APSC), 9.1.27.
Como también ha apuntado Jaume Muñoz, el PSC y el PSOE mantuvieron posiciones complementarias
en la cuestión de la armonización del proceso autonómico ( Muñoz, J. (2019). Perseguint la llibertat. La construcció de l’espai socialista a Catalunya, 1945-1982.
Barcelona: Avenç.
Retornando a la gestación de los acuerdos, ambos partidos nombraron en abril una Comisión
de Expertos independientes designada de mutuo acuerdo y encabezada por Eduardo García
de Enterría —que contaba con gran influencia entre UCD y PSOE Herrero de Miñón ( Herrero de Miñón, M. (1993). Memorias de estío. Madrid: Temas de hoy.
«Nota de prensa conjunta de L. Calvo Sotelo y F. González el 3 de abril de 1981»,
ABFPI, 74-H 4; anexo adjunto a la nota de prensa con lo que parecen ser las bases
mínimas para el acuerdo, «Anexo», ABFPI, 74-H 4.
«Acuerdo del 7 de abril», ABFPI, 74-H 4. Los miembros designados por el acuerdo de
ambas fuerzas fueron: Tomás Ramón Fernández, Luis Cosculluela, Francisco Sosa Wagner,
Tomás de la Quadra Salcedo, Santiago Muñoz Machado, y Miguel Sánchez Morón.
En este sentido se han pronunciado el secretario de la Comisión, Santiago Muñoz Machado,
y Tomás Ramón Fernández —Muñoz Machado ( Muñoz Machado, S. (2012). Informe sobre España. Repensar el Estado o destruirlo. Crítica: Barcelona.
Alonso, C. y Elordi, C. (1982). El desafío socialista. Barcelona: Editorial Laia.
«Nota sobre trabajo de la Comisión de Expertos en el tema autonómico» (6 de abril
de 1981), ABFPI, 74-H 4.
Desde entonces y hasta la firma de los Acuerdos Autonómicos el 31 de julio de 1981,
PSOE y UCD fueron los principales actores del que debía ser un pacto de Estado al
que invitaron al resto de fuerzas políticas una vez se había llegado a los consensos
básicos de forma bilateral Los acuerdos no gustaron, sin embargo, al sector crítico de UCD, que llevó al II
Congreso —celebrado entre el 6 y el 9 de febrero— una ponencia con una estrategia
alternativa que, en palabras de Miguel Herrero de Miñón, permitía «la consolidación
de los hechos diferenciales y la congelación en lo que a las restantes autonomías
se refiere». En lugar de esto, añadía, «por influencia de un informe técnico que en
más de una ocasión he calificado de bufo, se optó por la generalización del sistema
sobre el modelo catalán, de acuerdo a las exigencias de simetría propia de los manuales
de derecho administrativo» ( Herrero de Miñón, M. (1993). La gestación del sistema autonómico español: claves del
sistema constituyente. Revista Vasca de Administración Pública, 36, 29-43.
Entre finales de 1980 y principios de 1981 el PSOE llegó, incluso, a formular hipótesis
que planteaban su estrategia en materia autonómica a partir del boicot a cualquier
posibilidad de acuerdo entre UCD y los nacionalismos, tratando, de paso, de favorecer
la ruptura del partido centrista. Aunque no acabaran decantándose por llevar a la
práctica estas ideas, el miedo a un acuerdo entre centristas y «nacionalistas» estaba
muy presente. PSOE: Formulación de la estrategia a decidir, ABFPI, 82-C 1. Las denuncias a la sintonía de intereses entre CiU y UCD, contrarios
a los de la clase obrera, eran, por otra parte, comunes y públicos en el PSOE y el
PSC-PSOE desde las elecciones autonómicas.
Calvo Sotelo ( Calvo Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la transición. Barcelona: Plaza y Janés; Cambio 16.
Martín Villa, R. (1984). Al servicio del Estado. Barcelona: Planeta.
Sarasqueta, A. (1984). De Franco a Felipe. (España 1975-1985). Barcelona: Plaza y Janés.
Finalmente, los principales actores de la negociación fueron los únicos que dieron
luz verde a este propósito de uniformización y modernización del Estado, mientras
que aquellos grupos que se habían sentado a debatir casi como convidados de piedra,
PCE y AP, desestimaron suscribirlos horas antes de sellar el acuerdo Leopoldo Calvo Sotelo admitiría que fue decisión de UCD y del PSOE forjar un acuerdo
bilateral una vez no consiguieron sumar a CiU y PNV ( Calvo Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la transición. Barcelona: Plaza y Janés; Cambio 16.
PCE: Consideraciones del PCE ante «el Informe de la Comisión de Expertos de sobre Autonomías»
(4 de junio de 1981), ABFPI, 75-B 7 (Conclusiones enviadas al secretario general del
PSOE).
Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, n.º 250, 21 de junio de 1982, p. 14506.
El Proyecto de Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA) nació desde
el inicio cuestionado. Presentado en octubre de 1981 y aprobado en julio de 1982,
no zanjó en ningún caso la polémica, aunque sí sancionó un determinado modelo de Estado
a partir de una concepción compartida por PSOE y UCD Concedieron al País Valenciano y a Canarias la posibilidad de alcanzar directamente
las competencias de la vía del artículo 151 aunque sus estatutos fueran tramitados
por el 143, por medio de dos leyes orgánicas de transferencias: la LOTRAVA y la LOTRACA
( Aja, E. (1996). Los principales periodos de desarrollo del Estado autonómico. Anuario Jurídico de La Rioja, 2, 121-144.
Powell, C. (2001). España en democracia, 1975-2000. Barcelona: Plaza y Janés.
Centristas y socialistas pactaron en julio de 1981 un modelo que ordenaba y homogeneizaba
el futuro Estado de las autonomías. La cuestión es si aquel modelo se adecuaba a los
principios que definían el pensamiento socialista hasta aquellos acuerdos o por el
contrario fue fruto de una coyuntura concreta. Es decir, si la forma que adoptó finalmente
el Estado autonómico fue producto de un golpe de Estado frustrado y del miedo a la
acción de fuerzas antidemocráticas o si, por el contrario, tuvo más que ver con la
coincidencia en los intereses —y las lógicas cesiones propias de una negociación que
buscaba el consenso— entre dos fuerzas mayoritarias. Tanto Calvo Sotelo como Felipe
González han defendido, como no podía ser de otra manera, que el modelo resultante
no fue consecuencia del chantaje de fuerzas reaccionarias. El secretario general del
PSOE afirmaba a este respecto: «Se ha dicho que la causa inmediata de la puesta en
marcha de una dinámica de Pactos Autonómicos y de su derivación normativa, como es
el caso de la LOAPA, está en el 23F. No se puede decir eso al Grupo Parlamentario
y al Partido que represento, y no creo que sea legítimo decírselo a nadie» Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, n.º 251, 22 de junio de 1982, pp. 14543-14544.
Pero más allá de estas declaraciones, la documentación analizada prueba que el Partido Socialista compartía por completo un modelo autonómico que anteponía la unidad, la solidaridad, la homogeneidad, la igualdad y la simetría del Estado por encima del derecho a la diferencia. Un principio que, aun formando parte de su ideario y su programa, siempre se había supeditado a los anteriores. Lo que permitió el 23F fue precisamente la conclusión de un acuerdo que se venía fraguando con altibajos desde finales de 1979 y principios de 1980. Tras la solución del caso vasco y el catalán, fueron los avatares propios de la coyuntura los que evitaron un pacto que se hacía incompatible, de forma inmediata, con intereses territoriales y partidistas que prevalecieron temporalmente. El retraso en el acuerdo se debió en gran medida a que el Partido Socialista se mantuvo a la espera de soluciones satisfactorias y puntuales en territorios como Andalucía o Galicia, y a que actuó teniendo muy presente su estrategia de alternativa de gobierno frente a UCD. Pero de fondo, durante todo este período se fueron estableciendo las bases para un pacto en el que los socialistas no renunciaron a sus convicciones más profundas y que pasaba por la armonización.
[1] |
La autora participa en los proyectos de investigación «Derechas y nación en época contemporánea. Una perspectiva transnacional» (PGC2018-099956-B-I00), del Ministerio de Ciencia e Innovación, cofinanciado con fondos FEDER, y «Estado y dinámicas nacionales en España (1931-1978)» (PID2019-105464GB-I00/AEI/10.13039/501100011033). |
[2] |
De la Granja et al. (De la Granja, J. L, Beramendi, J. y Anguera, P. (2001). La España de los nacionalismos y las autonomías. Madrid: Síntesis.2001): 203; Company y Arroyo (Company, E. y Arroyo, F. (1989). Historia del socialismo español (vol. 5). Barcelona: Conjunto Editorial.1989): 77; Gillespie (Gillespie, R. (1991). Historia del Partido Socialista Obrero Español. Madrid: Alianza Universal.1991): 371-372; Rubio (Rubio, J. A. (2004). Los nacionalismos vascos y catalanes ante la LOAPA: Ajustes y desajustes en los inicios del Estado de las autonomías. Historia Actual Online, 5, 65-80.2004): 66. |
[3] |
Sobre el no olvido de España en el pensamiento socialista y comunista antes y después de 1978, Archilés (Archilés, F. (2009). El «olvido» de España. Izquierda y nacionalismo español en la Transición democrática: el caso del PCE. Historia del Presente, 14, 103-122.2009): 103-122; Núñez Seixas (Núñez Seixas, X. M. (2010). Patriotas y demócratas: el discurso nacionalista español después de Franco. Madrid: La Catarata.2010). |
[4] | |
[5] |
Juliá (Juliá, S. (1997). Los socialistas en la política española, 1879-1982. Madrid: Taurus.1997); Andrade (Andrade, J. A. (2012). El PCE y el PSOE en (la) transición. La evolución ideológica de la izquierda durante el proceso de cambio político. Madrid: Siglo XXI.2012). |
[6] |
Molinero e Ysàs (Molinero, C. y Ysàs, P. (2014). La cuestión catalana. Cataluña en la transición española. Barcelona: Crítica.2014); Landaberea (Landaberea, E. (2016). Los «nosotros» en la Transición. Memoria e identidad en las cuatro principales culturas
políticas del País Vasco (1975-1980). Madrid: Tecnos. Disponible en:
|
[7] |
La historiografía que se ha ocupado de esta cuestión ha puesto el foco de atención en el verano de 1981, sin subrayar que fue en esta fase previa cuando se forjó el modelo que se pactó más adelante —Mateos (Mateos, A. (2017). Historia del PSOE en transición. De la renovación a la crisis, 1970-1988. Madrid: Sílex.2017): 140-141; Quiroga (Quiroga, A. (2009). Coyunturas críticas. La izquierda y la idea de España durante la Transición. Historia del Presente, 13, 21-40.2009): 21-40—. |
[8] |
De Blas (De Blas, A. (1978). El problema nacional-regional español en los programas del PSOE y PCE. Revista de Estudios Políticos, 4, 155-170.1978): 155-170; Juliá (Juliá, S. (2013). Nación, nacionalidades y regiones en la transición política a la democracia. En A. Morales Moya, J. P. Fusi Aizpurúa y A. de Blas Guerrero (coords.). Historia de la nación y del nacionalismo (pp. 886-902). Barcelona: Galaxia Gutenberg.2013): 886-902; Molinero (Molinero, C. (2011). La oposición al franquismo y la cuestión nacional. En J. Moreno (ed.). Izquierdas y nacionalismos en la España contemporánea (pp. 235-256). Madrid: Pablo Iglesias.2011): 235-256. |
[9] |
Archilés (Archilés, F. (2016). ¿Atada y bien atada? La cuestión nacional y las culturas políticas españolas (1975-1978). En A. Bosch y I. Saz (eds.). Izquierdas y derechas antes el espejo. Culturas políticas en conflicto (pp. 141-173). València. Tirant Humanidades.2016): 141-173; Sánchez (Sánchez, D. (2009). La Unión de Centro Democrático y la idea de España: la problemática reelaboración de un discurso nacionalista para un contexto democrático. Historia del Presente, 13, 7-20.2009): 7-20. |
[10] |
Guerra (Guerra, A. (2004). Cuando el tiempo nos alcanza (1940-1982). Madrid: Espasa.2004): 233-234. Dentro de UCD, otros como Martín Villa, que manifestó no estar de acuerdo con ese diseño del modelo de Estado al que llamaba la «tabla de quesos», también han responsabilizado de la generalización autonómica a Manuel Clavero (Martín Villa, R. (1984). Al servicio del Estado. Barcelona: Planeta.Martín Villa, 1984). |
[11] |
En su Resolución sobre nacionalidades se apostaba por que «se abra un proceso mediante el cual todas las nacionalidades y regiones que lo deseen puedan dotarse de sus propios regímenes de autonomía» (Guerra, A. (1977). XXVII Congreso PSOE. Barcelona: Avance.Guerra, 1977): 125-134. |
[12] |
Alejando Quiroga, sin embargo, defiende que fue después del anteproyecto cuando se produjo por parte del PSOE y del PCE la renuncia a «otorgar a Cataluña, el País Vasco y Galicia un estatus especial dentro de una España descentralizada». Si bien esto podría responder mejor al perfil del PCE, no encaja del todo para el PSOE que, aunque planteaba dudas a este respecto, no quería imponer ningún tipo de sistema asimétrico, más bien al contrario (Quiroga, A. (2009). Coyunturas críticas. La izquierda y la idea de España durante la Transición. Historia del Presente, 13, 21-40.Quiroga, 2009): 26. |
[13] |
Peces-Barba (Peces-Barba, G. (1988). La elaboración de la Constitución de 1978. Madrid: Centro de Estudios Constitucionales.1988): 43, 75, 83. |
[14] |
El modelo de organización territorial que consagró la Constitución y que permitía la generalización autonómica fue, en opinión de Carme Molinero y Pere Ysàs, fruto del acuerdo político entre la izquierda estatal, UCD y los nacionalismos subestatales (Molinero, C. y Ysàs, P. (2018). La Transición. Historia y relatos. Madrid: Siglo XXI.Molinero e Ysàs, 2018): 180-188. |
[15] |
Manuel Clavero asegura que fue su empeño personal por generalizar las autonomías el que propició la inclusión de la vía del artículo 151 (Clavero, M. (1983). España, desde el centralismo a las autonomías. Barcelona: Planeta.Clavero, 1983): 33-39, 103-106. |
[16] |
«Autonomías», en PSOE: Resoluciones. 28 Congreso, Archivo y Biblioteca la Fundación Pablo Iglesias (ABFPI), c 142, pp. 3-6. |
[17] |
Sobre el desbloqueo del autogobierno en Galicia y la dubitativa actitud socialista, véase Grandío (Grandío, E. (2015). El lustro que marcó el camino: el PSOE en Galicia (1974-1978). Historia del Presente, 26, 59-76.2015): 59-76. |
[18] |
Guerra (Guerra, A. (2004). Cuando el tiempo nos alcanza (1940-1982). Madrid: Espasa.2004): 235. |
[19] |
Clavero (Clavero, M. (1980). Forjar Andalucía. Granada: Argantonio, Ediciones Andaluzas.1980): 202-215. |
[20] |
Martín Villa (Martín Villa, R. (1984). Al servicio del Estado. Barcelona: Planeta.1984): 183. |
[21] |
No sólo permitieron su aprobación, sino que en su elaboración se contó con la participación de Alfonso Guerra, Secretaría de Política Autonómica-PSOE: «Reunión con los secretarios generales de Nacionalidad y Región y otros responsables de política autonómica» (8 de enero de 1980), ABFPI, 075-E2, p. 11. |
[22] |
Sobre el bloqueo andaluz, Ruiz (Ruiz, M. (2005). La conquista del Estatuto de Autonomía para Andalucía (1977-1982). Sevilla: Instituto Andaluz de Administración Pública.2005); De los Santos (De los Santos, J. M. (2002). Andalucía en la Transición (1976-1982). Sevilla: Centro de Estudios Andaluces.2002). |
[23] |
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: «Bases de actuación en materia de política autonómica» (Madrid, 18 de enero de 1980), ABFPI, 75-B 9. |
[24] |
Así se demostró en la primera oportunidad en la que pudieron medir sus fuerzas en las urnas. En las elecciones parciales al Senado en las provincias de Sevilla y Almería de noviembre de 1980, el PSOE obtuvo los mejores resultados de su historia, El Socialista, 182 (del 3 al 9 de diciembre de 1980). |
[25] |
Véase un informe de mayo de 1980 citado en PSOE: «Memoria. Informe de gestión I. 29 Congreso», Madrid, 1981, pp. 10-12. |
[26] |
Citado en Alonso y Elordi (Alonso, C. y Elordi, C. (1982). El desafío socialista. Barcelona: Editorial Laia.1982): 38. |
[27] |
Sobre el triunfo de Convergència i Unió en las urnas y la repercusión en el PSOE, Culla (Culla, J. (1998). Una piedra en el zapato. El nacionalismo catalán en el escenario político español (1976-1998). En X. Bru de Sala y J. Tusell (eds.). España-Catalunya: un diálogo con futuro. Barcelona: Planeta.1998): 104-105. |
[28] |
PSOE: Resolución política del Congreso Extraordinario (Madrid, 28-29 de septiembre de 1979), ABFPI, Fc 261. |
[29] |
Un análisis que derivaba de la conveniencia política, ya que, como el propio Prats afirmaba: «Esta interpretación puede no corresponderse con la interpretación «auténtica» de la Constitución, pero es la impuesta por la dinámica autonómica y la que mejor se acomoda a la batalla política a la vez en el frente estatal y en el autonómico. Por lo demás, es la única que puede competir a nivel ideológico con los «nacionalismos» de las nacionalidades», en Joan PRATS: Modelo institucional del Estado de las Autonomías, ABFPI, 75-E 4. |
[30] |
Pedro Silva: Las autonomías en la Constitución de 1978. Problemática que plantean (10 de julio de 1980), ABFPI, 75-E 4, pp. 3-4. |
[31] |
Pedro Silva: La vía socialista a la autonomía. La autonomía plena (10 de julio de 1980), ABFPI, 75-E 4, p. 1. |
[32] |
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Esquema básico para la elaboración de un documento sobre las autonomías, ABFPI, 75-E 4, pp. 4-5. |
[33] |
Ibid., p. 5. |
[34] |
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Esquema básico…, p. 5. |
[35] |
Pedro Silva: La vía socialista…, pp. 10-11. |
[36] |
El País, 17 de enero de 1980. |
[37] |
Martín Villa (Martín Villa, R. (1984). Al servicio del Estado. Barcelona: Planeta.1984): 184. En un sentido similar el documento sobre las autonomías aprobado por el C. E. de UCD el 15 de enero, El País, 17 de enero de 1980. |
[38] |
Destacado dirigente del PSC-PSOE, vinculado al sector de la antigua Federación Socialista Catalana del PSOE. |
[39] |
José María TRIGINER: Socialismo y autonomía, ABFPI, 75-E 4, pp. 3, 6-7. |
[40] |
Aquella ponencia sirvió, además, de base para generar otros documentos en los que se reforzó la crítica hacia los partidos nacionalistas, entre otros, María Izquierdo: Esquema sobre el Estado de las autonomías (26 de julio de 1980), ABFPI, 75-E 4. |
[41] |
Así sucedió ante la moción de confianza, pese a que el programa socialista preparado para la misma no era incompatible con el de UCD, Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Informes Secretaría ante voto de confianza 16/9/1980, ABFPI, 75-G 3. |
[42] |
El socialista canario Luis Fajardo Spinola confirma que, pese a que comenzó a hablarse del resto de comunidades, las «conversaciones estaban principalmente dirigidas a desbloquear la situación andaluza» (Fajardo, L. (2009). ¿Hacia otro modelo de Estado? Los socialistas y el Estado autonómico. Navarra: Aranzadi.Fajardo, 2009): 104. |
[43] |
Martín (Martín, J. (1987). El compromiso constante. Apuntes para una biografia. Las Palmas de Gran Canaria: Partido Socialista Canario-Partido Socialista Obrero Español.1987); El País, 3 de junio de 1980; ABC, 3 de junio de 1980. |
[44] |
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Estado de los diferentes procesos de acceso a la autonomía (30 de septiembre de 1980), ABFPI, 75-B 9, p. 5. Ni siquiera en la prensa se planteaba la cuestión de la vía del 151, y en todo caso los socialistas hacían referencias a «no descartar» la del 144, El País, 30 de septiembre de 1980. |
[45] |
El País, 5 de octubre de 1980. |
[46] |
En sentido similar se pronunciaba el secretario general de los socialistas aragoneses, Santiago Marraco, El País, 26 de octubre de 1980. |
[47] |
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Estado de los…, pp. 6 y 17. |
[48] |
Ibid., p. 7. |
[49] |
Realizada por Enrique Monsonís el 29 de septiembre tras una reunión con Martín Villa. |
[50] |
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Especial responsables. El Estado de las Autonomías (noviembre de 1980), AHUV (Arxiu Històric de la Universitat de València), Fons Alfons Cucó, 029, p. 15. |
[51] |
BOCG: Proposiciones de ley, n.º 111-I, 30 de octubre de 1980, p. 420. |
[52] |
Emilio Attard declaraba: «Me consta que hay relaciones de verdad a muy alto nivel para llegar a un acuerdo consensuado. Tengo fe que terminarán bien», El País, 26 de octubre de 1980. |
[53] |
El País, 6 de noviembre de 1980. |
[54] |
Documento elaborado en realidad el 11 de noviembre para preparar la reunión prevista para un día después en la que trataron los procesos autonómicos del País Valenciano, Canarias y Aragón, aunque para ello se sintetizaba la mencionada reunión del 10 de octubre. |
[55] |
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Notas previas a la reunión del día 12-11-80 sobre los procesos autonómicos del País Valenciano, Canarias y Aragón (Madrid, 11 de noviembre de 1980), ABFPI, 82-C 1, pp. 1-2. |
[56] |
El País, 6 de noviembre de 1980. |
[57] |
El País, 27 de noviembre de 1981. |
[58] |
Mientras que las negociaciones ya estaban avanzadas en otros territorios, en el País Valenciano no comenzaron oficialmente hasta noviembre, como se confirma en una reunión interna de la Secretaría de Política Autonómica, Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Información sobre la situación del proceso autonómico en cada comunidad, ABFPI, 75-E 2. |
[59] |
De hecho, la existencia de esta iniciativa fue tratada con preocupación en las reuniones del 12 y del 18 de noviembre, Notas sobre la reunión del 18 de noviembre, ABFPI, 82-C 1. |
[60] |
Ministerio de Administración Territorial-Secretaría de Estado para las Comunidades Autónomas: «Proyecto de Ley Orgánica para hacer posible la igualdad y homogeneidad de las facultades y competencias de las Comunidades Autónomas», ABFPI, 74-G 3; UCD: Relación de temas que deben ser objeto de análisis conjunto, ABFPI, 74-G 3, p. 2. |
[61] |
PSOE: Propuesta de desbloqueo del proceso autonómico del País Valenciano (Madrid, 17 de diciembre de 1980), ABFPI, 74-G 3. |
[62] |
PSOE: Propuesta de desbloqueo del proceso autonómico Canario (Madrid, 17 de diciembre de 1980), ABFPI, 74-G 3; PSOE: Propuesta de desbloqueo del proceso autonómico aragonés (Madrid, 17 de diciembre de 1980), ABFPI, 74-G 3; PSOE: Propuesta de desbloque del proceso autonómico balear (Madrid, 17 de diciembre de 1980), ABFPI, 74-G 3. |
[63] |
El País, 31 de diciembre de 1980; El País, 10 de enero de 1980. |
[64] |
El País, 27 de diciembre de 1980. |
[65] |
Así lo había confirmado el ministro de UCD, El País, 6 de noviembre de 1980. |
[66] |
Intervención realizada en la Escuela de Verano de 1980, El Socialista, 170 (del 10 al 16 de septiembre de 1980). |
[67] |
El País, 5 de noviembre de 1981. |
[68] |
El País, 24 de enero de 1980. Se dio luz verde a aquella estrategia en una reunión entre Joan Lerma, Felipe González y María Izquierdo a mediados de enero, Notas manuscritas (17 de enero de 1979), ABFPI, 79-D 3. BOCG: Proposiciones de ley, n.º 125-I, 24 de febrero de 1981, pp. 453-454 |
[69] |
La secretaria de Política Autonómica aclaró que la autonomía de Canarias estaba pendiente de la interpretación del presidente del Congreso de los Diputados acerca de la vía elegida por esa comunidad, El País, 27 de enero de 1980. |
[70] |
El PSOE pasó a considerar, en un documento fechado el 16 de febrero, como anticonstitucional la vulneración de la libre opción de vías, Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Principales gestiones de los Ministros de Administración Territorial por orden cronológico desde 1977 (Madrid, 16 de febrero de 1981), AHUV, Fons Alfons Cucó, 029. |
[71] |
Informe de gestión presentado al Comité Federal el 28 de febrero de 1981, aunque escrito antes del golpe de Estado, PSOE: Memoria. Informe de gestión I…, p. 14. |
[72] |
Guerra (Guerra, A. (1985). La Transición democrática en España. Sistema, 68-69, 5-18.1985): 13. |
[73] |
PSOE: Resolución Política del Congreso Extraordinario…, p. 11. |
[74] |
«Resolución Política» publicada en PSOE: Memoria. Informe de gestión II. 29 Congreso, Madrid, 1981, p. 59. En aquella reunión del Comité Federal, los días 28 de febrero y 1 de marzo, se insistió en que «no hay que caer en el error de una colaboración fuera del Gobierno. El Partido tiene que hacer todos los esfuerzos posibles por entrar en el Gobierno» (reunión del 28 de febrero de 1981), PSOE: Memoria. Informe de gestión II…, p. 24. |
[75] |
El Socialista, 195 (del 4 al 10 de marzo de 1981). |
[76] |
Calvo Sotelo (Calvo Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la transición. Barcelona: Plaza y Janés; Cambio 16.1990): 41. |
[77] |
Los socialistas retornaron a la Junta en una muestra de buena voluntad, El Socialista, 198 (25 al 31 de marzo de 1981). |
[78] |
Comité Federal del PSOE: «Anexo n.º 1. Propuestas de acción política en relación con la oferta socialista», AFFLC, Fondo PSOE. Partido Socialista Obrero Español, 004061-002. |
[79] |
También sucedió así en el PCE, y la proposición comunista fue retirada del Congreso el 17 de marzo de 1981. Los socialistas no lo hicieron hasta el 9 de septiembre de 1981, mucho más tarde de que la vía del 151 fuera descartada. Véase, respectivamente, BOCG: Proposiciones de ley, n.º 111-I 1, 28 de marzo de 1980, p. 420/1; y BOCG: Proposiciones de ley, n.º 125-I 1, 18 de septiembre de 1981, pp. 454/1. |
[80] |
Calvo Sotelo (Calvo Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la transición. Barcelona: Plaza y Janés; Cambio 16.1990): 107. Únicamente hemos encontrado referencias a cómo se gestaron los Acuerdos Autonómicos desde la perspectiva centrista en las memorias de los protagonistas políticos —Alonso-Castrillo (Alonso-Castrillo, S. (1996). La apuesta del centro. Historia de UCD. Madrid: Alianza Editorial.1996); Hopkin (Hopkin, J. (2000). El partido de la Transición. Ascenso y caída de la UCD. Madrid: Acento Editorial.2000)—. |
[81] |
Secretaría de Política Autonómica-PSOE: Reunión entre la Secretaría Federal de Política Autonómica y senadores socialistas, el día 31 de marzo de 1981, para debatir el tema de la ley de armonización en las CC. AA., ABFPI, 75-E 2, p. 2. |
[82] |
Calvo Sotelo (Calvo Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la transición. Barcelona: Plaza y Janés; Cambio 16.1990): 105. |
[83] |
Comisión Ejecutiva Federal del PSOE: Los problemas de la democracia (abril 1981), AHUV, Fons Alfons Cucó, 019/012, pp. 4 y 8. |
[84] |
PSC-PSOE: Informe polític del 1er Secretari Joan Reventós all Consell Nacional. 8 de març del 1981. Resolució del Consell Nacional sobre la situació política del moment, Arxiu del Partit del Socialistes de Catalunya (APSC), 9.1.27. |
[85] |
Como también ha apuntado Jaume Muñoz, el PSC y el PSOE mantuvieron posiciones complementarias en la cuestión de la armonización del proceso autonómico (Muñoz, J. (2019). Perseguint la llibertat. La construcció de l’espai socialista a Catalunya, 1945-1982. Barcelona: Avenç.Muñoz, 2019). |
[86] |
Herrero de Miñón (Herrero de Miñón, M. (1993). Memorias de estío. Madrid: Temas de hoy.1993): 35. |
[87] |
«Nota de prensa conjunta de L. Calvo Sotelo y F. González el 3 de abril de 1981», ABFPI, 74-H 4; anexo adjunto a la nota de prensa con lo que parecen ser las bases mínimas para el acuerdo, «Anexo», ABFPI, 74-H 4. |
[88] |
«Acuerdo del 7 de abril», ABFPI, 74-H 4. Los miembros designados por el acuerdo de ambas fuerzas fueron: Tomás Ramón Fernández, Luis Cosculluela, Francisco Sosa Wagner, Tomás de la Quadra Salcedo, Santiago Muñoz Machado, y Miguel Sánchez Morón. |
[89] |
En este sentido se han pronunciado el secretario de la Comisión, Santiago Muñoz Machado, y Tomás Ramón Fernández —Muñoz Machado (Muñoz Machado, S. (2012). Informe sobre España. Repensar el Estado o destruirlo. Crítica: Barcelona.2012): 41-42; Alonso y Elordi (Alonso, C. y Elordi, C. (1982). El desafío socialista. Barcelona: Editorial Laia.1982): 149—. |
[90] |
«Nota sobre trabajo de la Comisión de Expertos en el tema autonómico» (6 de abril de 1981), ABFPI, 74-H 4. |
[91] |
Los acuerdos no gustaron, sin embargo, al sector crítico de UCD, que llevó al II Congreso —celebrado entre el 6 y el 9 de febrero— una ponencia con una estrategia alternativa que, en palabras de Miguel Herrero de Miñón, permitía «la consolidación de los hechos diferenciales y la congelación en lo que a las restantes autonomías se refiere». En lugar de esto, añadía, «por influencia de un informe técnico que en más de una ocasión he calificado de bufo, se optó por la generalización del sistema sobre el modelo catalán, de acuerdo a las exigencias de simetría propia de los manuales de derecho administrativo» (Herrero de Miñón, M. (1993). La gestación del sistema autonómico español: claves del sistema constituyente. Revista Vasca de Administración Pública, 36, 29-43.Herrero de Miñón, 1993): 241. |
[92] |
Entre finales de 1980 y principios de 1981 el PSOE llegó, incluso, a formular hipótesis que planteaban su estrategia en materia autonómica a partir del boicot a cualquier posibilidad de acuerdo entre UCD y los nacionalismos, tratando, de paso, de favorecer la ruptura del partido centrista. Aunque no acabaran decantándose por llevar a la práctica estas ideas, el miedo a un acuerdo entre centristas y «nacionalistas» estaba muy presente. PSOE: Formulación de la estrategia a decidir, ABFPI, 82-C 1. Las denuncias a la sintonía de intereses entre CiU y UCD, contrarios a los de la clase obrera, eran, por otra parte, comunes y públicos en el PSOE y el PSC-PSOE desde las elecciones autonómicas. |
[93] |
Calvo Sotelo (Calvo Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la transición. Barcelona: Plaza y Janés; Cambio 16.1990): 109-116. En el mismo sentido, Martín Villa (Martín Villa, R. (1984). Al servicio del Estado. Barcelona: Planeta.1984): 194. El periodista Antxon Sarasqueta (Sarasqueta, A. (1984). De Franco a Felipe. (España 1975-1985). Barcelona: Plaza y Janés.1984), sin embargo, reparte la responsabilidad de la marginación de los «nacionalistas», entre socialistas y centristas. |
[94] |
Leopoldo Calvo Sotelo admitiría que fue decisión de UCD y del PSOE forjar un acuerdo bilateral una vez no consiguieron sumar a CiU y PNV (Calvo Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la transición. Barcelona: Plaza y Janés; Cambio 16.Calvo Sotelo, 1990): 115. |
[95] |
PCE: Consideraciones del PCE ante «el Informe de la Comisión de Expertos de sobre Autonomías» (4 de junio de 1981), ABFPI, 75-B 7 (Conclusiones enviadas al secretario general del PSOE). |
[96] |
Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, n.º 250, 21 de junio de 1982, p. 14506. |
[97] |
Concedieron al País Valenciano y a Canarias la posibilidad de alcanzar directamente las competencias de la vía del artículo 151 aunque sus estatutos fueran tramitados por el 143, por medio de dos leyes orgánicas de transferencias: la LOTRAVA y la LOTRACA (Aja, E. (1996). Los principales periodos de desarrollo del Estado autonómico. Anuario Jurídico de La Rioja, 2, 121-144.Aja, 1996): 125. Aunque buena parte de la LOAPA fue declarada inconstitucional en 1983 por su carácter orgánico y armonizador, el espíritu de la misma fue irreversible (Powell, C. (2001). España en democracia, 1975-2000. Barcelona: Plaza y Janés.Powell, 2001): 306. |
[98] |
Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados, n.º 251, 22 de junio de 1982, pp. 14543-14544. |
Aja, E. (1996). Los principales periodos de desarrollo del Estado autonómico. Anuario Jurídico de La Rioja, 2, 121-144. |
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