RESUMEN
Leopoldo Calvo-Sotelo ha sido el último de los ingenieros que llegaron a la presidencia del Gobierno de España. Es, en buena medida, un ejemplo de las personalidades que protagonizaron el período de la Transición. Un ingeniero de caminos, profesional de prestigio, empresario, que ocupó puestos de responsabilidad en el sector privado y que, progresivamente, fue situándose en puestos visibles de la vida social y política del país. Su particular trayectoria, entre la empresa y el Estado, muestra una nueva fase en el papel social de los ingenieros, que se había estudiado en otros países y tiene también su reflejo en España: el de aquellos ingenieros que no desarrollan su labor profesional en la ingeniería, sino en empresas privadas que los demandan entre sus filas por el prestigio social que otorgaba pertenecer a este colectivo.
Así pues, un ingeniero de caminos que desarrolló toda su trayectoria profesional en el sector privado —en empresas vinculadas al Banco Urquijo— y que dio el salto a la vida pública en unos momentos de incertidumbre en la política española. El estudio de su etapa política se centra en un momento clave: su papel como primer negociador español para la adhesión en la CEE. Ahí quedaron reflejados sus conocimientos y saber hacer como ingeniero y desde ahí, poco tiempo después, dio el salto a la presidencia del Gobierno.
Palabras clave: Leopoldo Calvo-Sotelo; ingenieros; empresarios; CEE; Transición.
ABSTRACT
Leopoldo Calvo-Sotelo has been the last of the engineers who became president of the Spanish Government. He is, to a great extent, an example of the persons who played an important role in the period of transition to democracy. A civil engineer, a prestigious professional, an entrepreneur, who held important posts in the private sector and who played a key role in the social and political life of the country. His singular trajectory exemplifies a new aspect of the social role of engineers, which has been studied for other countries and that may also be identified in Spain: engineers who do not make a career in engineering, but in management positions in private companies that demand them for the social prestige granted by engineering education. Thus, we analyse the trajectory of a civil engineer who developed all his professional career in the private sector —in companies linked to the Urquijo Bank— and who entered public life in moments of uncertainty in Spanish politics. The study of his political career focuses on a key moment: his role as the first Spanish negotiator for accession to the EEC. In this role, he could show some of his knowledge and engineering know-how and since this position he would become, shortly thereafter, the president of the Government.
Keywords: Leopoldo Calvo-Sotelo; engineers; businessmen; EEC; Spanish Transition to democracy.
Los ingenieros han constituido una élite profesional en España, cuyas conexiones,
influencia y ejecutoria técnica han sido notables en los dos últimos siglos. Por ello
se han convertido en un objeto de estudio creciente, no solo en la evocación de unas
biografías, sino también como un conjunto más o menos heterogéneo de miembros de una
corporación selecta. Así contamos con obras que analizan su formación y el contexto
educativo en que esta se desarrolla[2], sus diversas vías de especialización técnicas Carreño y López ( Carreño, A. y López, P. (2000). Ingenieros de caminos en el Congreso de los Diputados. Madrid: Congreso de los Diputados.
Folguera, P. (2003). Tres generaciones de ingenieros. En P. Folguera (dir.) El mundo del trabajo en RENFE: historia oral de la infraestructura. Madrid: Fundación de los Ferrocarriles Españoles.
Ferri, M. (2015). El Ejército de la paz. Los ingenieros de caminos en la instauración del liberalismo
en España (1833-1868). Valencia: Universidad de Valencia.
Camprubí, L. (2017). Los ingenieros de Franco. Ciencia, catolicismo y Guerra Fría en el Estado franquista.
Barcelona: Crítica.
En 1991 Duprez, Grelon y Marry demostraron que las salidas profesionales de los ingenieros
franceses en los años 1990, se modificaban
Calvo-Sotelo fue un ingeniero que desarrolló parte de su trayectoria profesional en
la empresa privada y que, más adelante, tuvo un destacado peso político en los años
de la transición a la democracia. Ocupó importantes responsabilidades políticas desde
1975 hasta 1987 y fue uno de los principales impulsores de la Unión de Centro Democrático
(UCD). Su papel, sin embargo, se fue oscureciendo con el paso del tiempo y no ha ocupado
en la historiografía la relevancia de otros personajes del período. Diversas razones
ayudan a entender este aparente olvido, entre las que cabe señalar el corto período
de tiempo en que ocupó la presidencia del Gobierno, la apabullante victoria electoral
socialista de 1982, que supuso a la postre la desaparición del partido centrista y,
finalmente, las notorias diferencias, en cuanto al perfil público y político, que
mantuvo respectivamente tanto con su sucesor como con su predecesor en la Moncloa,
Felipe González y Adolfo Suárez respectivamente. Con todo, comienzan a estar disponibles
algunos trabajos que abordan diversos aspectos de su trayectoria Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín ( Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín, P. (2010) (ed). Leopoldo Calvo-Sotelo, un retrato intelectual. Madrid: Fundación Ortega Marañón.
Pérez López, P. (2014). El lector que presidió el Gobierno. Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, 147, 43-53.
Pérez López, P. y Lafuente del Cano, J. (2014). Leopoldo Calvo-Sotelo y la transición
exterior: la prioridad europea. Arbor, 190 (769), 169. Disponible en: https://doi.org/10.3989/arbor.2014.769n5008 Lafuente del Cano, J. (2017). Leopoldo Calvo-Sotelo y Europa. Madrid: Sílex.
Pelaz López, J. V. y Díez Miguel, D. (2018). El Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo
o el eslabón perdido de la Transición. Ayer, 109, 325-348.
Su papel no solo fue relevante en la reforma que posibilitó la transición desde una
dictadura a un régimen democrático, sino también en la vuelta a las instituciones
internacionales a las que España no había podido pertenecer por razones políticas.
En este sentido, la adhesión a la CEE supuso uno de los acontecimientos más importantes
de la historia económica y política de España en la segunda mitad del siglo xx. Esta incorporación reflejaba no solo una necesidad económica, sino también el deseo
de marcar un nuevo rumbo político y estratégico a la recién estrenada democracia española.
Quizá por ello el análisis de la vuelta de España a Europa ha incidido de manera notable en cuestiones políticas, como el impacto de la Transición
exterior en los acontecimientos internos o en la homologación de la democracia española
con la de los países del continente europeo Delgado et al. ( Delgado, L., Martín de la Guardia, R. y Pardo Sanz, R. (eds.) (2016). La apertura internacional de España: entre el franquismo y la democracia, 1953-1986.
Madrid: Sílex.
Forner, S. (2012). España y Europa: a los veinticinco años de la Adhesión. Valencia: Tirant lo Blanch.
Pereira, J. C. (2010). La política exterior de España de 1800 hasta hoy: historia, condiciones y escenarios.
Barcelona: Ariel.
González Fernández ( González Fernández, A. (2012). Una esperanza acongojada: los empresarios españoles
y portugueses ante el ingreso en la CEE. Hispania, 72 (242), 699-722. Disponible en: https://doi.org/10.3989/hispania.2012.v72.i242.384 Maluquer de Motes, J. (2014). La economía española en perspectiva histórica. Barcelona: Pasado y Presente.
García Crespo, G. (2015). Los empresarios y Europa. Las organizaciones patronales ante la adhesión de España
a la CEE (1962-1986) [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://ddd.uab.cat/pub/tesis/2015/hdl_10803_378843/ggc1de2.pdf
El objetivo de este artículo es el de estudiar algunas facetas de la formación de un ingeniero que ejemplifican una nueva concepción social y del mercado laboral, respecto al tipo de trabajos que estos habían desempeñado hasta entonces: un profesional, formado en y entre la élite de los estudios de ingeniería, que era requerido por la empresa privada, pero no para diseñar y ejecutar una obra civil, sino como signo de prestigio, y que años más tarde alcanzó la presidencia de Gobierno. Esta nueva concepción, puede decirse que externa al personaje, cuenta con el aliciente adicional de que algunos de los elementos formativos propios de la Escuela de Caminos fueron determinantes, no solo a la hora de desempeñar su trabajo profesional en el ámbito privado, sino también a la hora de ejercer la gestión pública. La unión de formación técnica, vocación política, servicio entre la empresa y el Estado —con el fondo del acercamiento de España a la Comunidad Económica Europea—, convierten el análisis de este ingeniero de caminos en un laboratorio adecuado para entender mejor la relación entre ingeniería y poder en la España del momento.
En el último libro que escribió, Calvo-Sotelo evocaba así, no sin cierta ironía, su decisión de estudiar una carrera técnica:
Mis amigos políticos eran todos estudiantes de Derecho y se asombraban de que un estudiante de Caminos pretendiera compartir con ellos sus preocupaciones, sus tertulias y sus proyectos. Casi les parecía un caso de intrusismo grave. Me lo había advertido Manuel Fraga unos años antes, en el verano de 1943, cuando lo conocí en La Granja siendo él alférez de la Milicia Universitaria y yo un bachiller reciente que no sabía aún qué carrera emprender:
—Tú debes matricularte en Derecho, porque tienes vocación política, y esa vocación ha de ser servida por una formación jurídica y no por una formación científica o técnica [–me adoctrinaba amistosamente mientras paseábamos huyendo de un baile para el que ni Manolo ni yo nos sentíamos especialmente dotados–].
—Niego tus premisas y, por lo tanto, tu conclusión. Primero, no creo tener vocación
política, si acaso tengo afición a la política. Segundo y más importante: ¿por qué
la política tiene que nutrirse solo de hombres de leyes? Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.
La cita sirve para enmarcar la figura de un personaje que no siguió los cánones establecidos y que siempre tuvo conciencia de la huella que le dejaron sus estudios de Ingeniería. Pronto, a pesar de que aquellos recuerdos de 1943 apuntasen en otra dirección, se le uniría también un interés por la cuestión política que se plasmaría en una carrera breve, pero intensa y trascendental.
Calvo-Sotelo había nacido en Madrid, en 1926, y apenas contaba con diez años de edad
cuando su tío —el diputado y exministro José Calvo-Sotelo— fue asesinado en vísperas
de la guerra civil. Las circunstancias del conflicto hicieron que su familia se desplazase
sucesivamente a Ribadeo, San Sebastián y Madrid, donde finalizó sus estudios secundarios.
En el momento de plantearse las diferentes opciones para comenzar una carrera universitaria
pesó de forma decisiva su situación familiar: su padre Leopoldo, letrado del Consejo
de Estado, falleció en 1933 y su madre había quedado a cargo de cinco hijos. El primogénito
pensó más en una salida profesional con una remuneración suficiente que en sus inclinaciones
hacia los estudios de Física o Filosofía Incluso en febrero de 1944 intentó matricularse, sin éxito, en la recién creada Facultad
de Ciencias Políticas y Económicas: «Más allá de la técnica», conferencia pronunciada
en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Barcelona, 1987. ALCS (Archivo Leopoldo
Calvo-Sotelo) caja 37, exp. 14.
En alguna ocasión afirmó que había comenzado la preparación para el ingreso en la
Escuela de Caminos bajo la dirección del matemático Tomás Rodríguez Bachiller ALCS Escuela de Caminos, carpeta 1.
Así pues, tras haber superado los exámenes en la convocatoria de mayo-junio de 1946,
Leopoldo Calvo-Sotelo ingresó en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos,
que por aquel entonces dependía del Ministerio de Obras Públicas Certificado de admisión de Leopoldo Calvo-Sotelo en la Escuela de Ingenieros de Caminos,
Canales y Puertos. Madrid, 1 de julio de 1948. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6.
Sáenz Ridruejo ( Sáenz Ridruejo, F. (1990). Los ingenieros de caminos en el siglo xix. Madrid: Turner.
Sáenz Ridruejo, F. (1993). Los ingenieros de caminos. Madrid: Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
Lebón, C. y Sánchez Lissen, R. (2000). Gabriel Rodríguez: un combativo economista
liberal en el último tercio del siglo xix español. En E. Fuentes Quintana (ed). Economía y economistas españoles, vol. 4. Barcelona: Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores.
Martín Rodríguez, M. (2007). La Economía Política en la Escuela Especial de Ingenieros
de Caminos, Canales y Puertos, 1855-1936. En C. Orduña (ed.). Lecciones de Economía Matemática. Madrid: Fundación de las Cajas de Ahorros.
El mayor signo de exclusividad y prestigio de la Escuela de Caminos se encontraba en el numerus clausus, que determinaba que solo una pequeña cantidad de aspirantes conseguía entrar en ella, tras una dura prueba selectiva a realizar tras el curso preparatorio. En la promoción de Calvo-Sotelo, la que concluyó sus estudios en 1951, se contaban 36 ingenieros, todos ellos varones. Resulta pertinente realizar una aproximación al programa de estudios para conocer los puntos fuertes de su formación recibida en aquella etapa.
Curso | Materia | Profesorado |
---|---|---|
1.º | Geometría Descriptiva y Elementos de Proyectos | Amalio Hidalgo |
1.º | Cálculo Integral | Manuel Humarán |
1.º | Mecánica | Luis Aldaz |
1.º | Química | Manuel Benítez |
1.º | Topografía | Rafael López Bosch |
1.º | Arte | Tomás García de Diego |
1.º | Religión | Padre Múzquiz |
1.º | Alemán o Inglés | Her Jans/ Mr. Norris |
2.º | Edificación | Amalio Delgado |
2.º | Hidráulica | Enrique Becerril |
2.º | Física | Félix Valdés |
2.º | Geología | Clemente Saenz |
2.º | Resistencia de Materiales | Luis Martín de Vidales |
2.º | Política | Antonio Martínez Cataneo |
2.º | Religión | Padre Múzquiz |
2.º | Alemán o Inglés | Her Jans/ Mr. Norris |
3.º | Máquinas Eléctricas | Pedro José de Lucia |
3.º | Mecánica Elástica | Alfonso Peña |
3.º | Maquinaria | José Juan Aracil |
3.º | Ingeniería Sanitaria | Juan Lázaro Urra |
4.º | Geotecnia y Cimientos | José Entrecanales |
4.º | Caminos | José Luis Escario |
4.º | Hormigón | Eduardo Torroja |
4.º | Hidráulica | Antonio del Águila |
4.º | Líneas Eléctricas | Ramón María Serret |
5.º | Ferrocarriles | José María García Lomas |
5.º | Economía | Federico Reparaz |
5.º | Legislación | Macias |
5.º | Puertos | Iribarren |
5.º | Organización de Empresas | José María Aguirre |
5.º | Proyectos | José Soto Burgos |
5.º | Estructuras Metálicas | Luis Martín de Vidales |
5.º | Urbanismo | Juan Lázaro Urra |
Fuente: elaboración propia a partir de Historia de la promoción de 1951, por Fernando Mejón. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 5.
Es probable que, como en otras carreras universitarias, la influencia de la guerra
civil se hiciera notar. Quizá en la Escuela de Caminos esta influencia fuera menor
a la registrada en otros casos Alted ( Alted, A. (1991). Bases políticas, ideológicas y jurídicas de la universidad franquista
durante los ministerios de Sainz Rodríguez y primera época de Ibáñez Martín (1938-1945).
En J. J. Carreras y M. A. Ruiz Carnicer (eds.). La Universidad española bajo el régimen de Franco. Zaragoza: Institución Fernando el Católico.
Baldó, M. (2002). Las universidades durante la República y el régimen de Franco (1931-1975).
En J. Busqueta y J. Pemán (coords). Les universitats de la Corona d'Aragó ahir i avui (pp. 399-535). Barcelona: Portic.
Sáenz Ridruejo ( Sáenz Ridruejo, F. (1993). Los ingenieros de caminos. Madrid: Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
Junto con una cierta pluralidad de materias, que en algunos casos se explican por
el contexto sociopolítico de la posguerra, debemos hacer constar el peso que tenían
algunas ciencias exactas, como las Matemáticas, así como la orientación profesional
que aparecía de modo transversal en los programas de varias asignaturas a lo largo
de la carrera Historia de la Promoción de 1951, loc. cit.
En el caso de Calvo-Sotelo, el deseo práctico de obtener una buena salida profesional se fue convirtiendo, poco a poco, en una vocación profesional con la que llegó a identificarse. Su paso por la Escuela muestra también dos acontecimientos que dan buena cuenta de la adquisición del espíritu corporativo. En primer lugar, dos episodios de huelgas de estudiantes, ya de por sí llamativos en la España de entonces y que además tuvieron un marcado carácter de exclusividad: el primero de ellos ocurrió en 1949 cuando los estudiantes de Ingeniería Naval reclamaron la solidaridad de todos los alumnos de Ingenierías ante la nueva normativa que concedía a los oficiales de máquinas de la Armada el título de ingeniero naval. Los alumnos de la Escuela de Caminos decidieron apoyar la huelga de tres días de clase y reincorporarse al cuarto, como hicieron.
Un año después, durante el curso 50-51, se produjo un episodio similar cuando una
nueva disposición proponía conceder a los licenciados del ICAI (Instituto Católico
de Artes e Industrias) el título de ingeniero industrial, con el correspondiente rechazo
de estos, que promovieron una huelga indefinida de clases. Al igual que en el caso
anterior, los representantes de cada curso de las distintas escuelas fueron convocados
a una reunión. Por 5.º de Caminos asistieron Fernando Mejón, Leopoldo Calvo-Sotelo
y Francisco Gómez. Ante el cariz que tomaban los acontecimientos a los delegados se
les hizo saber, en una decisión que posiblemente se entiende solo en la dinámica de
los tiempos en que se desarrolló, que el ministro de Educación recibiría a un representante
por escuela. Calvo-Sotelo fue el encargado de asistir. La huelga acabaría unos días
más tarde por la presión del Gobierno «Los que firman esta nota, en representación de todos los alumnos de la Escuela Especial
de Ingenieros de Caminos y según acuerdo unánime con los de las restantes Escuelas
de Ingeniería y Arquitectura, a V.I. con el debido respeto exponen: Que, movidos por
las consideraciones que se les ha hecho acerca del perjuicio para los más altos intereses
de la nación pudiera derivarse de su reciente actitud, los alumnos deciden reintegrarse
a las clases a partir del jueves 19 a las nueve de la mañana, en la esperanza de que
esta manifestación de su buena voluntad no se interpretará como renuncia a su disgusto
por el Decreto de 10 de agosto último ni a su protesta por la campaña de prensa subsiguiente.
Dios guarde a V.I. muchos años. Madrid, 16 de octubre de 1950». ALCS Escuela de Caminos,
carpeta 7.
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.
No se trató, en fin, de una simple inquietud del momento. Cuando siete años más tarde
el Gobierno se planteó realizar una reforma legal en las enseñanzas técnicas, el ingeniero
que trabajaba entonces en la empresa privada siguió de cerca el debate en los medios
de comunicación, así como las nuevas movilizaciones de los estudiantes de Ingeniería Guardó, entre otras cosas, diversas noticias sobre la polémica suscitada: «Escasez
de ingenieros en todo el mundo», Ya, 12-5-1957. «Las ordenaciones de las enseñanzas técnicas», ABC, 4-5-1957. O el escrito de los estudiantes de las escuelas técnicas en los que reivindicaban
el mantenimiento de la autonomía de las escuelas, así como la necesidad de resolver
los problemas relacionados con los exámenes de ingreso, la carencia de técnicos y
la duración de las propias carreras. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 3.
En segundo lugar, Calvo-Sotelo, junto con dos compañeros, fundó en 1949 una revista,
Arco («publicación, aproximadamente mensual, editada por los alumnos de la Escuela de Caminos»),
con la que pretendía llegar a alumnos y profesores, a modo de foro donde se debatiesen
diversos asuntos relacionados con la ingeniería. El director de la Escuela les ofreció
una subvención de quinientas pesetas al mes y facilitó el mecanismo para realizar
las suscripciones. En el modesto equipo editorial, Calvo-Sotelo fue nombrado redactor-jefe.
La revista se planteaba como un medio de reflexión, en el que cupiesen artículos de
enfoque académico, pero también de tipo satírico en que los estudiantes, veteranos
o actuales, pudiesen exponer sus puntos de vista y sus vivencias académicas y profesionales.
En el primer número, editado en febrero de 1949, aparecía un artículo, sin firma,
pero redactado por Calvo-Sotelo, titulado así: «El poder, para los ingenieros». En
él reclamaba, con argumentos de Hegel, Platón u Ortega tomados muy a la ligera, la
implicación de los ingenieros como colectividad en el gobierno de la nación, que a
su juicio era un reducto exclusivo de los hombres de leyes «Porque sospechamos que tienen los ingenieros, en la presente coyuntura, cosas importantes
que afirmar, actitudes nuevas que imponer. Sobre todas un “exacto sentido de la realidad”.
No es culpa nuestra si esta frase pide, para su clara comprensión, un corto viaje
de turismo por la próxima historia». Borrador y primer número de la revista Arco. El segundo número se editó en marzo de 1949. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 4.
No obstante, como es natural, el objetivo fundamental de todo estudiante de Ingeniería era superar las materias regladas y, a poder ser, en el menor tiempo posible. Por ello es necesario acercarse al expediente académico de Leopoldo Calvo-Sotelo. Con él se puede afirmar que resultó un alumno sobresaliente.
Exámenes | Calificación |
---|---|
Curso 1946 | Ingreso |
Curso 1946/1947 | Bueno |
Curso 1947/1948 | Muy bueno |
Curso 1948/1949 | Muy bueno |
Curso 1949/1950 | Muy bueno MH |
Curso 1950/1951 | Muy bueno |
Termina la carrera con el número 1 de su promoción y nota de: Muy bueno. Obtiene el doctorado el 21 de marzo de 1968 |
Se dispone de algunos datos adicionales sobre su expediente: durante el verano de
1950 se le concedió el permiso para realizar un viaje de ampliación de estudios a
Italia y Francia, de tres meses de duración «Autorización de la Jefatura del Distrito Universitario de Madrid al Alférez de ingenieros
Leopoldo Calvo-Sotelo». Madrid, 7 de julio de 1950. ALCS Escuela de Caminos, carpeta
3. En uno de sus libros, Calvo-Sotelo hace posible referencia a este viaje, unas prácticas
en la empresa italiana Perocco, que construía una presa sobre el río Travignolo. Sin
embargo, señala la fecha de 1948. Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.
«Proyecto de edificio de clases para una Escuela de Caminos. Breve Memoria». Alumno
n.º 9. Leopoldo Calvo-Sotelo. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6.
Sea como fuere, se puede intuir que el proyecto gustó a sus profesores, ya que Calvo-Sotelo
terminó el curso de forma notable: el 5 de octubre de 1951 el claustro de profesores
le concedió por unanimidad el Premio Eduardo Escalona, que conllevaba una dotación
de 2000 pesetas Certificado de la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos a
Leopoldo Calvo-Sotelo. Madrid, 5 de octubre de 1951. ALCS Escuela de Caminos, carpeta
6.
ABC, 6-10-1951.
«Recuerdo yo siempre a su padre (q.e.p.d.), cariñoso, y bueno como pocos y un gran
caballero; y, por el afecto que a su familia profeso, me alegro mucho más de ver a
usted premiado, abrigando fundadamente la esperanza de que no será ésta la última
vez en que tenga el gusto de felicitarle [...]». Carta del ministro de Obras Públicas,
Fernando Suárez de Tangil, a Leopoldo Calvo-Sotelo. Madrid, 8 de octubre de 1951.
ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6.
Carta de Jorge Jordana, Jefe Nacional del Sindicato Español Universitario a Leopoldo
Calvo-Sotelo invitándole al acto de entrega de diplomas de honor de los premios Fin
de Carrera que tendría lugar el 25 de noviembre de 1951. Madrid, 23 de noviembre de
1951. Calvo-Sotelo declinará acudir al acto al encontrarse el día del evento fuera
de Madrid. Carta de Leopoldo Calvo-Sotelo a Jorge Jordana. Madrid, 24 de noviembre
de 1951. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6.
Con ello había finalizado su etapa formativa como ingeniero, en la que había adquirido
notables conocimientos técnicos y un sentimiento de pertenencia a un colectivo. La
salida profesional era, por lógica, el siguiente objetivo. Debido a la dependencia
orgánica de la Escuela de Caminos con el Ministerio de Obras Públicas, los ingenieros
se incorporaban en su organigrama automáticamente como funcionarios. Calvo-Sotelo
recibió su nombramiento como ingeniero segundo del Cuerpo en noviembre de 1952 Nombramiento de Leopoldo Calvo-Sotelo como ingeniero segundo del Cuerpo de Caminos,
Canales y Puertos. Subsecretaría del Ministerio de Obras Públicas, Sección de personal
de Cuerpos Especiales. Madrid, 9 de noviembre de 1952. ALCS Escuela de Caminos, carpeta
6.
Nombramiento de Leopoldo Calvo-Sotelo para ocupar la plaza de ingeniero subalterno
en los Servicios Hidráulicos del Guadiana. Subsecretaría del Ministerio de Obras Públicas,
Sección de personal de Cuerpos Especiales. Madrid, 12 de diciembre de 1952. ALCS Escuela
de Caminos, carpeta 6.
Entre los compañeros de Calvo-Sotelo destaca la idea de movilidad: un buen número de ellos trabajarán en la empresa privada y, posteriormente, en el sector público; incluso alguno de ellos se moverá en varias direcciones entre ambas opciones a lo largo de su vida profesional.
Destino | Número |
---|---|
Funcionarios del Estado | 11 |
Empresa privada | 10 |
De la empresa privada al Estado | 11 |
Del Estado a la empresa privada | 1 |
Estado-empresa privada-Estado | 3 |
TOTAL | 36 |
Fuente: elaboración propia a partir de la información de Historia de la promoción de 1951, por Fernando Mejón. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 5.
Interesan de modo particular los diez ingenieros que se dedicaron de forma exclusiva a la empresa privada. Su destino fue también diverso, pero en sus currículos laborales se pueden destacar las siguientes compañías: Dragados, Entrecanales, Fenosa, Unión Española de Explosivos, Vías y Construcciones, Endesa, Agromán y Termac. Varias de ellas, por lo tanto, tenían una relación directa con el mundo de la ingeniería; no obstante, aparecen también otras con una orientación diferente. Estas últimas son las que se ajustan al perfil de demanda de ingenieros por su prestigio y entre ellas, asimismo, se encuadra la trayectoria profesional de Calvo-Sotelo a la que se dedica el siguiente epígrafe.
En cualquier caso, que el futuro presidente nunca llegase a ejercer profesionalmente
como ingeniero no supuso ningún desapego; mantuvo siempre una fuerte vinculación con
la ingeniería y muchos de los conocimientos teóricos y prácticos adquiridos a lo largo
de sus estudios le sirvieron en su vida profesional y política Calavera ( Calavera, J. (2009). Leopoldo Calvo-Sotelo, Ingeniero de Caminos. En VV. AA.: Con Leopoldo Calvo-Sotelo en Ribadeo. Ribadeo: Ayuntamiento de Ribadeo.
Intervención en la Bilbaína: «Lo público y lo privado en la vida de un ingeniero»,
21 de noviembre de 1994. ALCS caja 42, exp. 11.
Son muchos los hombres que el Cuerpo de Caminos ha dado a la nueva política española.
Yo he creído desde la Escuela que la formación del ingeniero aporta a la cosa pública
algo singular: una preparación teórica seria, permanentemente confrontada con la realidad,
con la dureza de los hechos, con la experiencia de las obras […]. El ingeniero puede
traer a ese reino [de la política] la certeza luminosa de las ciencias exactas y la
disciplina implacable de la realidad firme sobre la que se trabaja Discurso en el Colegio de Ingenieros de Caminos con motivo de su nombramiento como
colegiado de honor, 20 de julio de 1983. ALCS caja 35, exp. 10.
Y unos años más tarde se reafirmaba:
Sigo pensando ahora que la actividad técnica no debe ser ajena a la actividad política,
porque el trabajo del ingeniero, especialmente del ingeniero de Caminos, que proyecta
para construir, que recibe el aplauso o la crítica de la realidad y de sus leyes objetivas
cuando convierte el proyecto en obra, ese trabajo da mucha humildad ante los problemas
y muy sana prudencia a la hora de buscar las soluciones […]. Se había instalado en
las Escuelas de Ingeniería un complejo curioso, con mezcla de superioridad e inferioridad.
El estudiante de ingeniero se sentía, por una parte, más seriamente preparado a través
de una enseñanza más ordenada y exigente que la universitaria; y por otro, se sentía
excluido, por su preparación misma, del ámbito de las cosas públicas, del ámbito de
la política, que era tradicionalmente un feudo de los hombres de leyes «Más allá de la técnica», conferencia pronunciada en la Escuela de Ingenieros de
Caminos de Barcelona, 1987. ALCS caja 37, exp. 14.
Repitió estas y otras ideas a lo largo de los años, en las ocasiones en que era invitado
a diversos actos relacionados con las escuelas de Ingeniería y, de modo especial,
en su acceso como miembro de número a su Real Academia. En el marco del acto solemne
de entrada ofreció un discurso sobre la evolución de los ingenieros y los motivos
por los que, a su juicio, en los primeros años del siglo xxi esa vocación, esa carrera, había ido perdiendo parte del gran prestigio que había
adquirido en la sociedad y en la vida pública española Entre otras cosas, porque los resultados, tan espectaculares durante el siglo xix se hicieron mucho menos visibles a inicios del xxi. «Una reflexión sobre la Ingeniería y los ingenieros al empezar el siglo xxi», Real Academia de Ingeniería, 11 diciembre de 2003, ALCS caja 47, exp. 26.
Palabras pronunciadas en la entrega de los premios José Entrecanales, enero de 2008,
ALCS caja 50, exp. 17.
Leopoldo Calvo-Sotelo desarrolló una parte de su carrera profesional, entre 1951 y 1975, en la empresa privada, siempre vinculado al Banco Urquijo.
Ya desde que cursaba quinto de Caminos, a partir de 1950, Calvo-Sotelo entró en el
Servicio de Estudios Industriales del banco, creado por Juan Lladó, consejero delegado.
La incorporación de Lladó a la entidad había supuesto un cambio profundo en el concepto
y estructura de la dirección del banco: pretendía transformarlo para convertirlo en
un auténtico banco industrial
Fue el propio Lladó quien se puso en contacto con Calvo-Sotelo para ofrecerle el trabajo.
Tratándose solo de un estudiante de quinto, se vislumbra en este hecho la política
de contratación temprana de estudiantes de prestigio en carreras como la Ingeniería
de Caminos. Sin embargo, su condición de ingeniero es probable que no fuera el único
elemento que facilitase su incorporación. El apellido Calvo-Sotelo pudo ser, de igual
modo, un aliciente. Además, su tío Francisco Bustelo había dirigido una empresa del
Urquijo: Energías e Industrias Aragonesas. Aunque en uno de sus libros de memorias
el expresidente menciona que Lladó mantenía una relación de cierta rivalidad con Bustelo Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.
Parece conveniente recordar la importancia de las relaciones personales dentro de
un reducido círculo de profesionales ante una situación de carencia de técnicos disponibles
durante los primeros años de la posguerra española, lo que aún era patente en 1951,
curso en que Leopoldo Calvo-Sotelo acabó sus estudios. En un momento en que la industria
se empezaba a convertir en el elemento esencial de la política económica nacional Velasco ( Velasco, C. (1984). El «ingenierismo» como directriz de la política económica durante
la autarquía (1936-1951). Información Comercial Española, 606, 97-106.
Camprubí, L. (2017). Los ingenieros de Franco. Ciencia, catolicismo y Guerra Fría en el Estado franquista.
Barcelona: Crítica.
En este contexto Lladó propuso entrar en el servicio a un reticente Calvo-Sotelo,
que por aquel entonces creía que su futuro laboral estaba en el ejercicio de la Ingeniería,
concretamente en las obras hidráulicas «Más allá de la técnica», loc. cit, ALCS caja 37, exp. 14. Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.
Aunque la cifra pueda resultar extraña por su dimensión, la ofrece el propio Calvo-Sotelo
( Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés.
Nogueira, A. (2015). El nuevo Estado Industrial en España: La profesionalización de los directores de empresa
durante el desarrollismo [tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid. Disponible en: https://eprints.ucm.es/40726/.
Un tiempo después Calvo-Sotelo recibió una oferta del propio Díez para trasladarse
a México a dirigir uno de sus negocios, pero acabó rechazándola Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.
Puig Raposo y Torres Villanueva ( Puig Raposo, N. y Torres Villanueva, E. (2008). Banco Urquijo. Un banco con historia. Madrid: Turner.
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés.
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés.
Con la formación técnica de un ingeniero de Caminos Calvo-Sotelo había dado el salto a la empresa privada planteando una estrategia de gestión basada en tres pilares: trabajo en equipo, fusiones y confianza en la técnica. En una conferencia coloquio celebrada en el Círculo de Economía de Barcelona, el 6 de febrero 1969, sintetizaba de esta manera su pensamiento al respecto:
Yo quiero confesar ante ustedes claramente mi fe en la razón y en la técnica como
un producto de la razón aplicada; inmediatamente surgirá en el ánimo de algunos contradictores
la palabra tecnócrata. Y bueno, palabras más gruesas tiene uno que oír en el ejercicio
de la profesión. Sin embargo, creo que no es justo cargar peyorativamente el término
tecnócrata, sobre todo cuando se aplica a alguien que simplemente cree en la razón
y en la técnica […]. Ciertamente, la invasión por los técnicos de los ámbitos políticos
es un pecado grave que tiene consecuencias graves. Eso sí merece un nombre peyorativo
de tecnocracia. Pero es que hay un pecado simétrico que no tiene todavía nombre pero
que, a mi juicio, es tan grave por lo menos y es la invasión de los ámbitos técnicos
por los hombres y criterios políticos. Se produce entonces un desorden muy grave
Esta época de consolidación empresarial coincidió con el afianzamiento de su interés por la política, probablemente convertido ya en vocación. Al igual que se evocó, páginas atrás, la trascendencia de las relaciones personales en el contexto económico de los años cincuenta, Calvo-Sotelo fue tejiendo asimismo una red de contactos personales que más tarde le facilitaron su entrada en política.
Con este motivo comenzó a asistir en esa década a diversas reuniones de amigos con
los que mantenía conversaciones sobre la actualidad. La ausencia de pluralidad política
en el régimen otorgaba a estas relaciones un carácter particular y de cierta importancia.
En general los participantes eran jóvenes católicos y monárquicos que veían con buenos
ojos una salida dinástica a la dictadura. Calvo-Sotelo conocía a alguno de ellos por
su común contacto con la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, a cuyos círculos
de jóvenes asistió, invitado por Juan Durán-Lóriga —quien a su vez fue conectado por
Federico Silva Muñoz— y en los que desarrollaban actividades espirituales, culturales
y literarias; de manera discreta, también se hablaba de política Silva Muñoz ( Silva Muñoz, F. (1993). Memorias políticas. Barcelona: Planeta.
Una de aquellas reuniones fue la cena de los nueve, en la que participaron inicialmente Federico Silva Muñoz, Alfonso Osorio, Jesús Fueyo,
Torcuato Luca de Tena, Florentino Pérez Embid, Gonzálo Fernández de la Mora, José
María Ruiz Gallardón, Fermín Zelada y el propio Leopoldo Calvo-Sotelo Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.
Ruiz Gallarón, J. M. (1977). Florentino. En Florentino Pérez Embid: homenaje a la amistad. Barcelona: Planeta.
A finales de los años cincuenta participó en la formación de dos incipientes agrupaciones:
el proyecto monárquico y liberal de la Unión Española, fundada en 1957 por Joaquín
Satrústegui, Vicente Piniés y Antonio Fontán Álvarez de Miranda ( Álvarez de Miranda, F. (1985). Del «contubernio» al consenso. Barcelona: Planeta.
Silva Muñoz, F. (1993). Memorias políticas. Barcelona: Planeta.
En contacto, así pues, con una serie de personas que tendrían un papel importante
en el tardofranquismo y los inicios de la Transición, Calvo-Sotelo comenzó a posicionarse
políticamente en los últimos años de la dictadura: entre 1967 y 1968 ocupó su primer
cargo público como presidente de RENFE Donde llegó a presidir la Comisión de Obras Públicas. Cfr. Gómez-Santos ( Gómez Santos, M. (1982). Conversaciones con Leopoldo Calvo-Sotelo. Barcelona: Planeta.
Barba, D. (2001). La oposición durante el franquismo, 1. La Democracia Cristiana. Madrid: Ediciones Encuentro.
Con todo ello no resultó extraño que, al final del régimen, su nombre estuviese bien
situado para convertirse en miembro del primer Gobierno de la monarquía. Ocupó la
cartera de Comercio hasta la llegada de Adolfo Suárez a la Moncloa, en julio de 1976,
momento en el que pasó a desempeñar el cargo de ministro de Obras Públicas
Este apartado se detiene en esta singular etapa política por tres razones distintas: en primer lugar, porque los conocimientos y el talante adquirido como ingeniero resultaron relevantes en su elección para esta cartera; en segundo, porque durante esa singladura puso en práctica algunos de los atributos propios de su condición de ingeniero: rigor, precisión, constancia, planificación, despliegue de los conceptos e ideas concebidos... Por último, porque a pesar de no culminar con éxito la tarea encomendada (cuando dejó el cargo en septiembre de 1980 todavía no se había cerrado la primera fase de la negociación) su paso por el ministerio supuso un punto de inflexión en su trayectoria: el ascenso hacia la presidencia del Gobierno.
Conviene situar la acción, por lo tanto, en las circunstancias que posibilitaron su
nombramiento como ministro negociador dentro del contexto del acercamiento definitivo
de España al Mercado Común. La relación de España con las Comunidades Europeas se
desarrolló a lo largo de un proceso con fases bien diferenciadas que convergieron
en la petición de adhesión realizada por el primer Gobierno democrático de la Transición,
apenas un mes después de las elecciones de 1977 Zaratiegui ( Zaratiegui, J. M. (2016). Las presiones políticas y empresariales en el marco del
proceso de negociación para la entrada de España en la Comunidad Económica Europea
(c. 1962-1968). Investigaciones de Historia Económica, 12, 181-190. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.ihe.2015.05.003
Para iniciar de forma oficial la negociación, el Gobierno de España decidió crear en febrero de 1978 el Ministerio para las Relaciones con las Comunidades Europeas, que pilotaría el proceso. Se configuró en realidad como un ministro sin cartera bajo la supervisión directa de la Moncloa. Su tarea era iniciar, desarrollar y llevar a cabo con éxito la entrada de España en la Comunidad Europea.
El perfil técnico se mostró como una de las claves, no solo para la elección del titular,
sino también para organizar el primer equipo negociador. No era el único requisito,
pero la capacidad de dominar una materia técnica de la ya entonces complicada burocracia
europea era un valor a tener en cuenta. En un primer momento las dudas del presidente
del Gobierno se centraron precisamente en esos dos aspectos: el propio perfil que
adoptase el cargo, así como la nómina de candidatos. Con respecto a estos, Adolfo
Suárez barajó varios nombres: Calvo-Sotelo y Federico Mayor Zaragoza siempre estuvieron
en la lista, en la que también figuraron Jaime Lamo de Espinosa, José Lladó, Rafael
Calvo Ortega o Miguel Solano (embajador de España en Francia) Entrevista con Raimundo Bassols. Madrid, 14 de diciembre de 2011. El embajador asegura
que «Suárez siempre tuvo en la cabeza a Leopoldo Calvo-Sotelo». Por su parte, Marcelino
Oreja considera que Calvo-Sotelo no hubiera aceptado ser secretario de Estado. Entrevista
con Marcelino Oreja. Madrid, 16 de mayo de 2012.
Informe del Ministerio de Asuntos Exteriores: «Órgano Administración española para
negociación adhesión a CEE», Madrid, 11 de octubre de 1977. AMAE (Archivo del Ministerio
de Asuntos Exteriores), 16956bis.
Informe de Daniel de Busturia: «Elementos para la elaboración de una estrategia de
presentación de la candidatura española de adhesión a las Comunidades Europeas». Bruselas,
14 de junio de 1977. AMAE, 12558.
Leopoldo Calvo-Sotelo cumplía estos requisitos: combinaba la preparación técnica con
la vocación política, y en su etapa como ministro de Comercio en el primer Gobierno
de la monarquía había mantenido ya un primer contacto oficial con la Comunidad Europea Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés.
Tras su nombramiento, el nuevo ministro formó un equipo pequeño en número, pero compacto.
No era la primera vez que emprendía un proyecto desde cero, que tenía que formar un
grupo de trabajo en torno a su persona; lo había hecho —como se mencionó más arriba—
en Perlofil. El elemento más destacado aquí nuevamente es el perfil técnico de sus
integrantes. Le fueron asignados veinticinco funcionarios del más alto nivel de la
Administración
Dada la configuración del equipo, es razonable deducir que pronto en la Trinidad (palacio
situado en la calle Silvela de Madrid, que sirvió de sede del Ministerio) fueron conscientes
de que, si bien la última palabra podía ser política, la negociación se iba a encauzar
por derroteros técnicos. Los intereses de los otros países iban a prevalecer sobre
las expectativas históricas de un país como España, necesitado del reconocimiento
y la equiparación con los países comunitarios. Existió en el Gobierno español un punto
de decepción ante esa realidad Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2005). Sobre la Transición Exterior. Madrid: Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
Nombre | Cargo | Procedencia |
---|---|---|
Leopoldo Calvo-Sotelo | Ministro | Ministro de Obras Públicas. Presidente grupo parlamentario UCD. Asesor del presidente del Gobierno. |
Matías Rodríguez Inciarte | Secretario general | Funcionario del Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Secretario general técnico del Ministerio de Economía. |
Luis Sánchez Merlo | Secretario general técnico | Asesor del ministro de Comercio y Turismo, Juan Antonio García Díez. |
Gabriel Ferrán Alfaro | Secretario técnico | Diplomático. Subdirector general de Organismos de Integración de Europa (Ministerio de Asuntos Exteriores). |
Pablo Benavides Salas | Jefe de Gabinete | Diplomático. Consejero en la Misión de España ante las Comunidades Europeas. |
José Luis Martínez | Jefe de prensa | Redactor-jefe de EFE. |
Pedro Solbes Mira | Asesor | Técnico comercial del Estado. Consejero comercial, en la Misión de España ante las Comunidades Europeas. |
Daniel de Busturia Jimeno | Asesor | Funcionario desde 1968 de la Dirección General de Industria en la Comisión Europea. Jefe de la Delegación para temas de la CEE del Consejo Superior de Cámaras de Comercio. |
Carlos Díaz Eimil | Vocal asesor | Jefe del Servicio de Análisis Estadísticos del Ministerio de Agricultura. |
Juan Zurdo Ruiz-Ayúcar | Vocal asesor | Inspector Técnico-Fiscal del Estado. Miembro de la Delegación española, del Ministerio de Hacienda ante la OCDE. |
Carlos Muñoz Betemps | Vocal asesor | Funcionario del Cuerpo de Inspectores de Aduanas e Impuestos Especiales. Consejero de la Misión de España ante la CEE. |
Emilio Bonet Marco | Vocal asesor | Técnico de Aduanas. |
Fernando Gasalla Dapena | Vocal asesor | Funcionario del Cuerpo de Intervención y Contabilidad del Estado. |
Carlos Díaz Húder | Vocal asesor | Consejero comercial de la Embajada de España en Varsovia. |
Rafael González-Gallarza | Vocal asesor | Funcionario del Cuerpo Técnico de Administración Civil. Secretario general técnico del Ministerio de Justicia. |
Luis Fernández-Cid de Temis | Vocal asesor | Cuerpo Técnico de la Administración Civil del Estado. Agregado de información y turismo en la embajada de España en París. |
Enrique González Sánchez | Asesor técnico | Diplomático. |
Carlos Fernández-Lerga Garralda | Asesor contratado | Abogado. |
Juan María Nin Génova | Director de Programas | Economista y Abogado del Estado. |
Alfredo Sánchez Bella y Carswell | No especificado | Economista y Abogado del Estado. |
Julio Blanco | No especificado | No especificado. |
Fuente: elaboración propia en base a la documentación del Ministerio para las Relaciones con
las Comunidades Europeas: Memoria presupuesto Ministerio para las Relaciones con las
Comunidades Europeas. ALCS Relaciones con la CEE, caja 51, exp. 8 Como se puede apreciar, ninguna mujer se incorporó al equipo negociador. Formaban
parte del personal auxiliar, entre otras personas, Lucila Martín e Isabel González
de Uriarte Carrión.
La tarea principal encomendada era iniciar y llevar a cabo la negociación para la
adhesión a la CEE. Desde un primer momento, se planteó una doble estrategia. Por un
lado, una vertiente interna y, por otro, una externa, de la que se ocupa este artículo Nota para el presidente del Gobierno, 26 abril 78. ALCS Relaciones con la CEE, caja
57, exp. 2.
La vertiente externa se enfocaba, en primer lugar, hacia la relación con los organismos
comunitarios. Y, en segundo, hacia los contactos bilaterales con cada uno de los nueve
miembros que por entonces conformaban el Mercado Común y que, en último término, marcaban
la decisión y el ritmo de la entrada española. El equipo negociador trató de poner
en marcha la negociación lo más rápidamente posible. El objetivo no podía ser otro
que la adhesión total, en igualdad de condiciones con otros países, en un calendario
de tiempo razonable —que se estimó siguiendo los plazos de la primera ampliación comunitaria
en 1973—. Hasta el momento de la adhesión la relación entre España y la CE seguiría
marcada por el Acuerdo de 1970, que había supuesto notables beneficios económicos
para el país y que, por ello, se convirtió en una notable baza negociadora Arroyo Ilera ( Arroyo Illera, F. (1991). El reto de Europa. España en la CEE. Madrid: Síntesis.
A pesar de la posición favorable de los países comunitarios, tras la petición oficial
de adhesión por parte de España en julio de 1977, la negociación se encauzó pronto
hacia las cuestiones técnicas. La Comunidad Europea debía emitir un dictamen para
valorar si resultaba viable abrir o no la negociación. Para poder tomar la decisión
entregó a España, en marzo de 1978, unos cuestionarios sobre la economía española
con los que poder hacerse cargo de la situación global del país candidato y su posibilidad
de acoplarse al resto de economías de los países miembros Viaje del Sr. ministro a Bruselas, 7-9 marzo 1978. ALCS Relaciones con la CEE, caja
71, exp. 14.
Cuestionarios | |
---|---|
1. Problemas en el ámbito de la estadística | 11. Agricultura |
2. Problemas aduaneros | 12. Pesca |
3. Movimientos de capitales | 13. Ciertos aspectos institucionales del mercado de valores mobiliario de España |
4. Política monetaria y de cambio | 14. Sector bancario |
5. Flujo financiero | 15. Sistema fiscal |
6. Finanzas públicas | 16. Seguros españoles |
7. Sector industrial | 17. Problemas regionales españoles |
8. Problemas contenidos en el cuadro de aplicación de los artículos 85 y 86 del Tratado de la CEE y 66 del Tratado CECA | 18. Problemas en el campo de la CECA y el EURATOM |
9. Monopolios nacionales de carácter comercial | 19. Problema energético nuclear y a la situación de aprovisionamiento de la energía nuclear |
10. Campo social | 20. Transportes |
Fuente: «Avis: Espagne. Liste des questionnaires à soumettre aux autorités espagnoles». ALCS, Relaciones con la CEE, caja 62, exp. 9.
Leopoldo Calvo-Sotelo mostró en este punto una notable capacidad de análisis de la situación y de la estrategia que seguir. Sus conocimientos de ingeniero y la experiencia de gestión empresarial relucieron en estos momentos previos a la negociación. Su idea principal era adelantarse, anticiparse a los intereses de los países comunitarios, puesto que era a España la que le urgía una entrada rápida en la Comunidad que no frustrase el entusiasmo europeísta que se apreciaba en el país.
Por ello no solo decidió contestar a los cuestionarios en el menor tiempo posible,
sino implicar a toda la Administración española (cada departamento en los aspectos
relativos a sus competencias). Con ello pretendía, por un lado, unificar la visión
española. Para ello se centralizaría toda la información que se enviaría a Bruselas
para asegurar así en el Ministerio para las Relaciones con las Comunidades Europeas
la interlocución única por parte del Gobierno de España. Por otro lado, esperaba tener
muy pronto una visión completa, y a la vez pormenorizada, de la economía española,
que podía servir para adelantarse a las cuestiones que en su día se planteasen dentro
de la negociación, bien aquellas en las que la economía española fuera fuerte, bien
aquellas en las que tuviese una posición debilitada en relación con los países del
Mercado Común. La herramienta que se usó para su proyecto fue la creación de grupos
de trabajo, en los que estuviesen representados tanto el Ministerio como los otros
departamentos. El ministro envió una circular a todos sus compañeros de Gabinete explicándoles
el plan y proponiéndoles la creación de los grupos «Al comenzar nuestra colaboración no quisiera ceder a la tentación de subrayar la
importancia de mi asignatura; pero sí debo insistir en la conveniencia de que avancemos
rápidamente en la contestación a los cuestionarios, para despachar cuanto antes esta
etapa previa del Dictamen». Por ejemplo, Carta a Marcelino Oreja, ministro de Asuntos
Exteriores, 13 de marzo de 1978. ALCS Relaciones con la CEE, caja 58, exp. 1.
Calendario reuniones de grupos de trabajo. ALCS Economía, caja 4a, exp. 52.
El resultado de esta estrategia, en la que el factor técnico prevalecía, funcionó.
España pudo enviar la respuesta a los cuestionarios en un tiempo satisfactorio, a
finales del mes de mayo. Dado su buen funcionamiento y en vistas a la posibilidad
de iniciar la negociación en cuanto la Comunidad lo aprobase, se decidió la creación
de unos nuevos grupos de trabajo. Con ello el ministro pretendía afrontar con garantías
aquellas cuestiones que parecían más importantes y problemáticas, así como aquellas
otras que no habían sido tratadas de manera suficiente en los cuestionarios. Siguiendo
el mismo procedimiento que unos meses antes, en julio se organizó la estructura, compuesta
en esta ocasión de dieciséis grupos, y en septiembre comenzaron sus reuniones Informe sobre el estado actual de los trabajos de preparación de las negociaciones
(II). Diciembre 1978. ALCS Relaciones con la CEE, caja 63, exp. 3.
La Comunidad, por su parte, publicó el dictamen vinculante el 29 de noviembre de 1978 mostrando la viabilidad de la candidatura española. Y así, el 5 de febrero de 1979 la negociación dio comienzo en Bruselas.
Desde el inicio de la negociación, Calvo-Sotelo intensificó la estrategia de la anticipación. Con el tiempo ganado con los grupos de trabajo, a España le interesaba poner ya sobre la mesa los temas de la negociación e ir cerrando capítulos.
La realidad sería, en cambio, diferente. Tanto en la forma de llevar a cabo la negociación
como en el ritmo. Desde el mismo mes de febrero de 1979 la Comunidad estableció un
nuevo esquema que no se había aplicado en las anteriores ampliaciones, dividiendo
la negociación en dos fases. La primera, la visión de conjunto, en la que ambas partes analizarían conjuntamente todos los sectores económicos de
España y su situación frente a los de la Comunidad; y una segunda fase en la que ya
se podría negociar capítulos específicos y cerrarlos. Desde el Ministerio se opusieron
con toda rotundidad a este esquema al considerar que esa visión inicial ya estaba
realizada a través de los cuestionarios y el dictamen Nota Sr. ministro: Viaje Lorenzo Natali [vicepresidente de la Comisión Europea encargado
de las ampliaciones] a España. Temas a tratar. Madrid, 13 de junio de 1979. ALCS Relaciones
con la CEE, caja 55, exp. 11.
Nota Sr. ministro: Sesiones de negociación, 13 de mayo de 1980. ALCS Relaciones con
la CEE, caja 64, exp. 3.
La noticia, no por esperada menos temida, supuso un duro golpe para el equipo negociador
español. Se inició entonces, respaldada por toda la Administración española, una campaña
diplomática sobre el resto de países comunitarios para que hiciesen rectificar la
postura francesa Carta de Leopoldo Calvo-Sotelo al presidente del Gobierno, 26 de junio de 1980. ALCS
caja 100, exp. 1.
A pesar de que el equipo encabezado por Calvo-Sotelo no pudo concluir las negociaciones para la adhesión a la CEE, las complicadas circunstancias internas de la Comunidad, la crisis económica que padecía todo el continente y el haber conseguido poner en marcha todo el proceso, equilibraron la visión sobre su gestión. La faceta negociadora de Calvo-Sotelo, en la que había puesto en práctica alguno de los principios formativos que había adquirido en la Escuela de Caminos (las materias técnicas, la precisión en los análisis) y otros que había desempeñado asimismo en la empresa privada (la capacidad de gestión, el trabajo en equipo), habían resultado bien visibles. Por ello, cuando Adolfo Suárez remodeló su Gobierno en septiembre de 1980 se convirtió en la figura emergente. De ejercer (desde el punto de vista de la jerarquía administrativa) como un ministro sin cartera adjunto a la presidencia del Gobierno, pasó a figurar como vicepresidente económico. Parecía que el presidente, sin obviar otras razones, estaba satisfecho con su tarea como ministro negociador. Y pocos meses después, en febrero de 1981, con la renuncia de Suárez, Calvo-Sotelo se convirtió en presidente del Gobierno. Un ascenso meteórico.
Desde hace más de un siglo los ingenieros han tenido un notable papel en la historia de la Administración y del poder en España. Su idiosincrasia particular, su espíritu colectivo se ha mantenido prácticamente inalterado hasta el presente. Donde en cambio se ha apreciado una cierta evolución ha sido en su consideración social y profesional. En el caso concreto de la ingeniería de caminos, desde el siglo xix hasta bien entrado el xx su historia va ligada a la Administración. Se aprecia en la autonomía de la Escuela, desligada del resto de facultades y titulaciones académicas; en su dependencia orgánica del Ministerio de Obras Públicas, y en la promoción directa de sus titulados en funcionarios del Estado. Los ingenieros que salían de la Escuela de Caminos parecían destinados al trabajo dentro de los organismos del Estado. Sin embargo, las necesidades técnicas de la época, que exigían el aumento del número de ingenieros; las dificultades objetivas del ingreso en la Escuela, y las peticiones de otras titulaciones para vincularse o asimilarse a las realidades de las escuelas técnicas hicieron que el Gobierno se plantease en varias ocasiones durante la década de los años cincuenta del siglo pasado una reforma de las enseñanzas técnicas. De modo paralelo comenzaba a apreciarse el deseo de algunas empresas, las más vinculadas a la actividad industrial, de contar entre sus filas con personal técnico cualificado y de prestigio, de modo principal los ingenieros.
Aunque en su momento seguía siendo un ejemplo minoritario, la trayectoria de Leopoldo Calvo-Sotelo, el último ingeniero que ha llegado a la presidencia del Gobierno, encaja con este perfil. Tras un notable rendimiento académico durante su época de estudiante, fue reclutado por el Banco Urquijo para integrarse en el Servicio de Estudios Industriales. Su vinculación con la entidad será entonces definitiva, solo interrumpida por sus años de actividad en la vida política española. Calvo-Sotelo no es el único ejemplo en su promoción: otros compañeros comenzaron pronto su andadura en empresas privadas, aunque la mayoría de ellos trabajaron de forma prioritaria al servicio del Estado. El caso de Calvo-Sotelo resulta igualmente interesante porque, a pesar de que nunca ejerció como ingeniero, siempre se sintió muy vinculado a sus orígenes académicos. El prestigio de la ingeniería y su preparación técnica, en la que destacaron también las asignaturas profesionalizantes, pudo ser determinante para su entrada en el Urquijo.
Tras su paso por el Servicio de Estudios Industriales, se convirtió en uno de los gerentes más jóvenes de España y reflotó una de las empresas a las que se había dado el visto bueno en el Servicio. Con Perlofil el futuro presidente puso en práctica buenas dosis de visión técnica y de gestión. La empresa supuso un reto de carácter singular. Había que reorganizar su estructura y sanear sus finanzas, para todo lo cual afrontó la formación de un nuevo equipo de trabajo, de su plena confianza. La experiencia fue positiva. Algo similar vino a ocurrir años después cuando, en 1978, se encontró en la coyuntura de crear desde cero un nuevo departamento ministerial con su equipo correspondiente. Resulta significativo que ambas experiencias fueron, a su juicio, las más gratificantes desde el punto de visto laboral y político respectivamente.
Tras Perlofil la carrera del ingeniero reconvertido en hombre de industria dio un paso más allá al hacerse cargo de un proyecto de la envergadura de Explosivos Río Tinto y convertirse en consejero delegado del Banco Urquijo. También Explosivos sufría una difícil situación económica a su llegada y, de igual modo, el balance cuando dejó el puesto era ciertamente satisfactorio.
Las inquietudes políticas de Calvo-Sotelo discurrieron de forma paralela a su trayectoria industrial. Se fue moviendo en círculos de personalidades que más adelante tendrían un papel destacado en la Transición española y él mismo dio sus primeros pasos en la vida pública en su breve etapa al frente de RENFE y en su elección como procurador en Cortes. En cualquier caso, no resultó extraño que en el primer Gobierno de la monarquía tras la muerte de Franco fuese nombrado ministro.
El punto clave de su trayectoria política se produjo, en cambio, tres años después. Calvo-Sotelo, que había participado en el proceso interno de Transición a la democracia, haría lo propio en la transición exterior, el proceso por el que España trataba de unirse a los organismos internacionales que habían sido vetados en tiempos de la dictadura. En 1978 fue elegido primer ministro para las Relaciones con las Comunidades Europeas. Desde este puesto iba a tratar de conseguir la adhesión de España al Mercado Común. En la historia del acercamiento de España a la CEE se mezclan esperanza, temor, oportunidades y dificultades. La posibilidad real, por vez primera desde los Tratados de Roma, de conseguir un objetivo largamente ansiado por la sociedad, los sectores económicos y el Gobierno español, sufrió un baño de realismo con el largo proceso de negociación, que se desarrolló oficialmente entre 1979 y 1985. Las seguridades políticas de que España cumplía los requisitos para la entrada se enfrentaron con las estadísticas y los datos económicos, que en algunos sectores y con algunos países parecían ofrecer más puntos de competencia que complementarios. Resulta indiscutible que alguna de las características que habían marcado su formación como ingeniero y otras que él mismo citaba como fundamentales en su aportación a la vida pública, influyeron para su elección. La formación técnica aparecía como decisiva para afrontar con garantías la negociación. Asimismo, su conocimiento de Europa, a donde había viajado en decenas de ocasiones por motivos profesionales, fue clave.
En los primeros compases de su nombramiento destacó su habilidad para formar equipos de trabajo y para orientar hacia los aspectos clave de la negociación su composición: con expertos en algunas de las materias que aparecían pronto sobre la mesa compartida con los comunitarios. Otra de sus capacidades y de su visión ingenieril se aprecia en la forma de establecer la negociación, con la idea de anticipación. A España era a la que verdaderamente le interesaba alcanzar el objetivo cuanto antes, por lo que había que avanzar todo el terreno que se pudiese, incluso antes del inicio oficial de la negociación. Desde esta perspectiva se entiende la creación de grupos de trabajo, primero, y el empeño por sacar adelante los temas más conflictivos después, una vez iniciada en febrero de 1979 la negociación oficial.
Calvo-Sotelo no tuvo éxito en su tarea como ministro negociador, ya que no consiguió la adhesión. El giscardazo supuso que alguno de los temas más polémicos de la negociación, como las cuestiones agrícolas o los presupuestos, no se hubiesen empezado a negociar a la altura de septiembre de 1980. Sin embargo, la percepción de su trabajo fue buena, como muestra su ascenso inmediatamente después a la vicepresidencia económica y a la presidencia del Gobierno. El resto de su trayectoria es historia, si bien es cierto que la figura de tecnócrata, que él reivindicaba como la necesaria formación técnica en la clase política, así como la consiguiente implicación de otros sectores distintos de los tradicionales en el Gobierno del Estado, le acompañaron durante el resto de su vida política.
[1] |
El presente artículo se enmarca dentro del proyecto de investigación «Perfiles del centro político» (HAR2016-75600-C2-2-P). Agradecemos a la familia Calvo-Sotelo su amabilidad al permitirnos la consulta de documentos clave para la redacción de este trabajo. |
[2] |
Silva Suárez ( Silva, M. (coord.) (2004). Técnica e ingeniería en España. Zaragoza: Real Academia de Ingeniería.2004) y Martykánova ( Martykánová, D. (2007). Por los caminos del progreso. El universo ideológico de los
ingenieros de caminos españoles a través de la Revista de Obras Públicas (1853-1899). Ayer, 68, 193-219.2007, Martykánová, D. (2009). Les fils du progres et de la civilisation: Les ingénieurs
des travaux publics en Espagne aux XVIIIe et XIXe Siècles. Quaderns d'Història de l'Enginyeria, 10, 251-270.2009, Martykánová, D. (2016). Remover los obstáculos. Los ingenieros de caminos españoles
y sus visiones del Estado durante la segunda mitad del siglo xix. Historia y Política, 36, 49-73. Disponible en:
|
[3] |
Pan-Montojo ( Pan-Montojo, J. (2005). Apostolado, profesión y tecnología. Una historia de los ingenieros agrónomos en España. Torrelodones, Madrid: B&H.2005) y Ferrandis ( Ferrandis, J. A. (2012). Los ingenieros militares en el siglo xix. Revista de Historia Militar, 1, 99-136.2012). |
[4] |
Carreño y López ( Carreño, A. y López, P. (2000). Ingenieros de caminos en el Congreso de los Diputados. Madrid: Congreso de los Diputados.2000); Folguera ( Folguera, P. (2003). Tres generaciones de ingenieros. En P. Folguera (dir.) El mundo del trabajo en RENFE: historia oral de la infraestructura. Madrid: Fundación de los Ferrocarriles Españoles.2003); Ferri ( Ferri, M. (2015). El Ejército de la paz. Los ingenieros de caminos en la instauración del liberalismo en España (1833-1868). Valencia: Universidad de Valencia.2015), y Camprubí ( Camprubí, L. (2017). Los ingenieros de Franco. Ciencia, catolicismo y Guerra Fría en el Estado franquista. Barcelona: Crítica.2017). |
[5] | |
[6] |
Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín ( Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín, P. (2010) (ed). Leopoldo Calvo-Sotelo, un retrato intelectual. Madrid: Fundación Ortega Marañón.2010); Pérez López ( Pérez López, P. (2014). El lector que presidió el Gobierno. Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, 147, 43-53.2014); Pérez López y Lafuente del Cano ( Pérez López, P. y Lafuente del Cano, J. (2014). Leopoldo Calvo-Sotelo y la transición
exterior: la prioridad europea. Arbor, 190 (769), 169. Disponible en:
|
[7] |
Delgado et al. ( Delgado, L., Martín de la Guardia, R. y Pardo Sanz, R. (eds.) (2016). La apertura internacional de España: entre el franquismo y la democracia, 1953-1986. Madrid: Sílex.2016); Forner ( Forner, S. (2012). España y Europa: a los veinticinco años de la Adhesión. Valencia: Tirant lo Blanch.2012), y Pereira ( Pereira, J. C. (2010). La política exterior de España de 1800 hasta hoy: historia, condiciones y escenarios. Barcelona: Ariel.2010). |
[8] |
González Fernández ( González Fernández, A. (2012). Una esperanza acongojada: los empresarios españoles
y portugueses ante el ingreso en la CEE. Hispania, 72 (242), 699-722. Disponible en:
|
[9] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.2003): 141. |
[10] |
Incluso en febrero de 1944 intentó matricularse, sin éxito, en la recién creada Facultad de Ciencias Políticas y Económicas: «Más allá de la técnica», conferencia pronunciada en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Barcelona, 1987. ALCS (Archivo Leopoldo Calvo-Sotelo) caja 37, exp. 14. |
[11] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.2003): 51 |
[12] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (1993). Lección un día por semana. El Ciervo, 507-509, 6-7.1993): 6. |
[13] |
ALCS Escuela de Caminos, carpeta 1. |
[14] |
Certificado de admisión de Leopoldo Calvo-Sotelo en la Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Madrid, 1 de julio de 1948. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6. |
[15] |
Sáenz Ridruejo ( Sáenz Ridruejo, F. (1990). Los ingenieros de caminos en el siglo xix. Madrid: Turner.1990 y Sáenz Ridruejo, F. (1993). Los ingenieros de caminos. Madrid: Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.1993); Lebón y Sánchez Lissen ( Lebón, C. y Sánchez Lissen, R. (2000). Gabriel Rodríguez: un combativo economista liberal en el último tercio del siglo xix español. En E. Fuentes Quintana (ed). Economía y economistas españoles, vol. 4. Barcelona: Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores.2000), y Martín Rodríguez ( Martín Rodríguez, M. (2007). La Economía Política en la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1855-1936. En C. Orduña (ed.). Lecciones de Economía Matemática. Madrid: Fundación de las Cajas de Ahorros.2007). |
[16] |
Alted ( Alted, A. (1991). Bases políticas, ideológicas y jurídicas de la universidad franquista durante los ministerios de Sainz Rodríguez y primera época de Ibáñez Martín (1938-1945). En J. J. Carreras y M. A. Ruiz Carnicer (eds.). La Universidad española bajo el régimen de Franco. Zaragoza: Institución Fernando el Católico.1991) y Baldó ( Baldó, M. (2002). Las universidades durante la República y el régimen de Franco (1931-1975). En J. Busqueta y J. Pemán (coords). Les universitats de la Corona d'Aragó ahir i avui (pp. 399-535). Barcelona: Portic.2002). |
[17] |
Sáenz Ridruejo ( Sáenz Ridruejo, F. (1993). Los ingenieros de caminos. Madrid: Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.1993): 217. Desconocemos cuántos de ellos fueron profesores de la Escuela antes de la guerra. |
[18] |
Sáenz Ridruejo ( Sáenz Ridruejo, F. (1993). Los ingenieros de caminos. Madrid: Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.1993): 222. |
[19] |
Alarcón y Martínez Val ( Alarcón, E. y Martínez-Val. J. M. (2010). La biblioteca de matemáticas y física. En P. Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín (ed). Leopoldo Calvo-Sotelo, un retrato intelectual. Madrid: Fundación Ortega Marañón-Marcial Pons.2010): 321. |
[20] |
Historia de la Promoción de 1951, loc. cit. |
[21] |
«Los que firman esta nota, en representación de todos los alumnos de la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos y según acuerdo unánime con los de las restantes Escuelas de Ingeniería y Arquitectura, a V.I. con el debido respeto exponen: Que, movidos por las consideraciones que se les ha hecho acerca del perjuicio para los más altos intereses de la nación pudiera derivarse de su reciente actitud, los alumnos deciden reintegrarse a las clases a partir del jueves 19 a las nueve de la mañana, en la esperanza de que esta manifestación de su buena voluntad no se interpretará como renuncia a su disgusto por el Decreto de 10 de agosto último ni a su protesta por la campaña de prensa subsiguiente. Dios guarde a V.I. muchos años. Madrid, 16 de octubre de 1950». ALCS Escuela de Caminos, carpeta 7. |
[22] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.2003):145-146. |
[23] |
Guardó, entre otras cosas, diversas noticias sobre la polémica suscitada: «Escasez de ingenieros en todo el mundo», Ya, 12-5-1957. «Las ordenaciones de las enseñanzas técnicas», ABC, 4-5-1957. O el escrito de los estudiantes de las escuelas técnicas en los que reivindicaban el mantenimiento de la autonomía de las escuelas, así como la necesidad de resolver los problemas relacionados con los exámenes de ingreso, la carencia de técnicos y la duración de las propias carreras. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 3. |
[24] |
«Porque sospechamos que tienen los ingenieros, en la presente coyuntura, cosas importantes que afirmar, actitudes nuevas que imponer. Sobre todas un “exacto sentido de la realidad”. No es culpa nuestra si esta frase pide, para su clara comprensión, un corto viaje de turismo por la próxima historia». Borrador y primer número de la revista Arco. El segundo número se editó en marzo de 1949. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 4. |
[25] |
«Autorización de la Jefatura del Distrito Universitario de Madrid al Alférez de ingenieros Leopoldo Calvo-Sotelo». Madrid, 7 de julio de 1950. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 3. En uno de sus libros, Calvo-Sotelo hace posible referencia a este viaje, unas prácticas en la empresa italiana Perocco, que construía una presa sobre el río Travignolo. Sin embargo, señala la fecha de 1948. Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.2003): 195. |
[26] |
«Proyecto de edificio de clases para una Escuela de Caminos. Breve Memoria». Alumno n.º 9. Leopoldo Calvo-Sotelo. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6. |
[27] |
Certificado de la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos a Leopoldo Calvo-Sotelo. Madrid, 5 de octubre de 1951. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6. |
[28] |
ABC, 6-10-1951. |
[29] |
«Recuerdo yo siempre a su padre (q.e.p.d.), cariñoso, y bueno como pocos y un gran caballero; y, por el afecto que a su familia profeso, me alegro mucho más de ver a usted premiado, abrigando fundadamente la esperanza de que no será ésta la última vez en que tenga el gusto de felicitarle [...]». Carta del ministro de Obras Públicas, Fernando Suárez de Tangil, a Leopoldo Calvo-Sotelo. Madrid, 8 de octubre de 1951. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6. |
[30] |
Carta de Jorge Jordana, Jefe Nacional del Sindicato Español Universitario a Leopoldo Calvo-Sotelo invitándole al acto de entrega de diplomas de honor de los premios Fin de Carrera que tendría lugar el 25 de noviembre de 1951. Madrid, 23 de noviembre de 1951. Calvo-Sotelo declinará acudir al acto al encontrarse el día del evento fuera de Madrid. Carta de Leopoldo Calvo-Sotelo a Jorge Jordana. Madrid, 24 de noviembre de 1951. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6. |
[31] |
Nombramiento de Leopoldo Calvo-Sotelo como ingeniero segundo del Cuerpo de Caminos, Canales y Puertos. Subsecretaría del Ministerio de Obras Públicas, Sección de personal de Cuerpos Especiales. Madrid, 9 de noviembre de 1952. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6. |
[32] |
Nombramiento de Leopoldo Calvo-Sotelo para ocupar la plaza de ingeniero subalterno en los Servicios Hidráulicos del Guadiana. Subsecretaría del Ministerio de Obras Públicas, Sección de personal de Cuerpos Especiales. Madrid, 12 de diciembre de 1952. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 6. |
[33] |
Calavera ( Calavera, J. (2009). Leopoldo Calvo-Sotelo, Ingeniero de Caminos. En VV. AA.: Con Leopoldo Calvo-Sotelo en Ribadeo. Ribadeo: Ayuntamiento de Ribadeo.2009): 93. De igual modo, en su archivo se conservan algunos papeles relacionados con su temprana pertenencia a la asociación de ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, por ejemplo, el recibo correspondiente al 1 de junio de 1954. ALCS Escuela de Caminos, carpeta 1. |
[34] |
Intervención en la Bilbaína: «Lo público y lo privado en la vida de un ingeniero», 21 de noviembre de 1994. ALCS caja 42, exp. 11. |
[35] |
Discurso en el Colegio de Ingenieros de Caminos con motivo de su nombramiento como colegiado de honor, 20 de julio de 1983. ALCS caja 35, exp. 10. |
[36] |
«Más allá de la técnica», conferencia pronunciada en la Escuela de Ingenieros de Caminos de Barcelona, 1987. ALCS caja 37, exp. 14. |
[37] |
Entre otras cosas, porque los resultados, tan espectaculares durante el siglo xix se hicieron mucho menos visibles a inicios del xxi. «Una reflexión sobre la Ingeniería y los ingenieros al empezar el siglo xxi», Real Academia de Ingeniería, 11 diciembre de 2003, ALCS caja 47, exp. 26. |
[38] |
Palabras pronunciadas en la entrega de los premios José Entrecanales, enero de 2008, ALCS caja 50, exp. 17. |
[39] |
Puig y Torres ( Puig Raposo, N. y Torres Villanueva, E. (2008). Banco Urquijo. Un banco con historia. Madrid: Turner.2008): 107. |
[40] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.2003): 150-151. |
[41] | |
[42] |
Cabrera y Del Rey ( Cabrera, M. y Del Rey, F. (2011). El poder de los empresarios. Política y economía en la España contemporánea (1875-2010). Barcelona: RBA.2011): 267. |
[43] |
Barciela et al. ( Barciela, C., López, I., Melgarejo, J. y Miranda, J. (2001). La España de Franco (1939-1975). Economía. Madrid: Síntesis.2001): 119. |
[44] |
Cabrera y Del Rey ( Cabrera, M. y Del Rey, F. (2011). El poder de los empresarios. Política y economía en la España contemporánea (1875-2010). Barcelona: RBA.2011): 317. |
[45] |
Velasco ( Velasco, C. (1984). El «ingenierismo» como directriz de la política económica durante la autarquía (1936-1951). Información Comercial Española, 606, 97-106.1984) y Camprubí ( Camprubí, L. (2017). Los ingenieros de Franco. Ciencia, catolicismo y Guerra Fría en el Estado franquista. Barcelona: Crítica.2017). |
[46] |
«Más allá de la técnica», loc. cit, ALCS caja 37, exp. 14. |
[47] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.2003): 199 |
[48] | |
[49] |
Aunque la cifra pueda resultar extraña por su dimensión, la ofrece el propio Calvo-Sotelo
( Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés.1990): 158. Cfr. Nogueira ( Nogueira, A. (2015). El nuevo Estado Industrial en España: La profesionalización de los directores de empresa
durante el desarrollismo [tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid. Disponible en:
|
[50] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.2003): 200. |
[51] |
Puig Raposo y Torres Villanueva ( Puig Raposo, N. y Torres Villanueva, E. (2008). Banco Urquijo. Un banco con historia. Madrid: Turner.2008): 312. |
[52] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés.1990): 159. |
[53] |
Gómez-Santos ( Gómez Santos, M. (1982). Conversaciones con Leopoldo Calvo-Sotelo. Barcelona: Planeta.1982): 151. |
[54] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés.1990): 159. |
[55] | |
[56] |
Silva Muñoz ( Silva Muñoz, F. (1993). Memorias políticas. Barcelona: Planeta.1993): 42. |
[57] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros.2003): 182. Cfr. Ruiz Gallardón ( Ruiz Gallarón, J. M. (1977). Florentino. En Florentino Pérez Embid: homenaje a la amistad. Barcelona: Planeta.1977): 102. |
[58] |
Satrústegui ( Satrústegui, J. (ed.) (1993). Cuando la Transición se hizo posible. El contubernio de Múnich. Madrid: Tecnos.1993): 15. |
[59] |
Fontán ( Fontán, A. (1996). Los monárquicos y el régimen de Franco. Madrid: Editorial Complutense.1996): 137. |
[60] |
Álvarez de Miranda ( Álvarez de Miranda, F. (1985). Del «contubernio» al consenso. Barcelona: Planeta.1985): 69. Cfr. Silva Muñoz ( Silva Muñoz, F. (1993). Memorias políticas. Barcelona: Planeta.1993): 272. |
[61] |
Muñoz Rubio ( Muñoz Rubio, M. (1995). RENFE (1941-1991): Medio siglo de ferrocarril público. Madrid: Ediciones Luna.1995): 103. |
[62] |
Gómez-Santos ( Gómez Santos, M. (1982). Conversaciones con Leopoldo Calvo-Sotelo. Barcelona: Planeta.1982): 159. |
[63] |
Donde llegó a presidir la Comisión de Obras Públicas. Cfr. Gómez-Santos ( Gómez Santos, M. (1982). Conversaciones con Leopoldo Calvo-Sotelo. Barcelona: Planeta.1982): 157. También en los primeros años setenta mantuvo una cierta vinculación con Tácito, un grupo de personas unidas por el vínculo de la ACNdP, que, desde los medios de comunicación, trataba de ofrecer una salida reformista al régimen y entre cuyos miembros estaban Marcelino Oreja, Alfonso Osorio, Fernando Álvarez de Miranda u Óscar Alzaga, entre otros. Cfr. Barba ( Barba, D. (2001). La oposición durante el franquismo, 1. La Democracia Cristiana. Madrid: Ediciones Encuentro.2001): 251. |
[64] |
Ramos Melero ( Ramos Melero, R. (2002). El camino de España hacia la Unión Europea (1975-2001). TST, 2, 227-265.2002): 227. |
[65] | |
[66] |
Entrevista con Raimundo Bassols. Madrid, 14 de diciembre de 2011. El embajador asegura que «Suárez siempre tuvo en la cabeza a Leopoldo Calvo-Sotelo». Por su parte, Marcelino Oreja considera que Calvo-Sotelo no hubiera aceptado ser secretario de Estado. Entrevista con Marcelino Oreja. Madrid, 16 de mayo de 2012. |
[67] |
Informe del Ministerio de Asuntos Exteriores: «Órgano Administración española para negociación adhesión a CEE», Madrid, 11 de octubre de 1977. AMAE (Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores), 16956bis. |
[68] |
Informe de Daniel de Busturia: «Elementos para la elaboración de una estrategia de presentación de la candidatura española de adhesión a las Comunidades Europeas». Bruselas, 14 de junio de 1977. AMAE, 12558. |
[69] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés.1990): 145. |
[70] |
Gómez Santos ( Gómez Santos, M. (1982). Conversaciones con Leopoldo Calvo-Sotelo. Barcelona: Planeta.1982): 20 y Arias ( Arias, I. (2012). Los presidentes y la diplomacia. Barcelona: Plaza & Janés.2012): 115. |
[71] | |
[72] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés.1990): 147 |
[73] |
Bassols ( Bassols, R. (1995). España en Europa. Historia de la adhesión a la CE, 1957-85. Madrid: Política Exterior.1995): 7 y Juliá ( Juliá, S. (2008). España en Europa. En J. Fontana y R. Villares (dirs.). Historia de España vol. 11. Madrid: Crítica; Marcial Pons.2008): 146. |
[74] |
Calvo-Sotelo ( Calvo-Sotelo, L. (2005). Sobre la Transición Exterior. Madrid: Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.2005): 45-46. Oreja confirma que Suárez delegó, también en su caso, la política exterior. Entrevista con Marcelino Oreja. Madrid, 16 de mayo de 2012. |
[75] |
Como se puede apreciar, ninguna mujer se incorporó al equipo negociador. Formaban parte del personal auxiliar, entre otras personas, Lucila Martín e Isabel González de Uriarte Carrión. |
[76] |
Nota para el presidente del Gobierno, 26 abril 78. ALCS Relaciones con la CEE, caja 57, exp. 2. |
[77] |
Arroyo Ilera ( Arroyo Illera, F. (1991). El reto de Europa. España en la CEE. Madrid: Síntesis.1991): 36-37. |
[78] |
Viaje del Sr. ministro a Bruselas, 7-9 marzo 1978. ALCS Relaciones con la CEE, caja 71, exp. 14. |
[79] |
«Al comenzar nuestra colaboración no quisiera ceder a la tentación de subrayar la importancia de mi asignatura; pero sí debo insistir en la conveniencia de que avancemos rápidamente en la contestación a los cuestionarios, para despachar cuanto antes esta etapa previa del Dictamen». Por ejemplo, Carta a Marcelino Oreja, ministro de Asuntos Exteriores, 13 de marzo de 1978. ALCS Relaciones con la CEE, caja 58, exp. 1. |
[80] |
Calendario reuniones de grupos de trabajo. ALCS Economía, caja 4a, exp. 52. |
[81] |
Informe sobre el estado actual de los trabajos de preparación de las negociaciones (II). Diciembre 1978. ALCS Relaciones con la CEE, caja 63, exp. 3. |
[82] |
Nota Sr. ministro: Viaje Lorenzo Natali [vicepresidente de la Comisión Europea encargado de las ampliaciones] a España. Temas a tratar. Madrid, 13 de junio de 1979. ALCS Relaciones con la CEE, caja 55, exp. 11. |
[83] |
Nota Sr. ministro: Sesiones de negociación, 13 de mayo de 1980. ALCS Relaciones con la CEE, caja 64, exp. 3. |
[84] |
Carta de Leopoldo Calvo-Sotelo al presidente del Gobierno, 26 de junio de 1980. ALCS caja 100, exp. 1. |
Alarcón, E. y Martínez-Val. J. M. (2010). La biblioteca de matemáticas y física. En P. Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín (ed). Leopoldo Calvo-Sotelo, un retrato intelectual. Madrid: Fundación Ortega Marañón-Marcial Pons. |
|
Alted, A. (1991). Bases políticas, ideológicas y jurídicas de la universidad franquista durante los ministerios de Sainz Rodríguez y primera época de Ibáñez Martín (1938-1945). En J. J. Carreras y M. A. Ruiz Carnicer (eds.). La Universidad española bajo el régimen de Franco. Zaragoza: Institución Fernando el Católico. |
|
Álvarez de Miranda, F. (1985). Del «contubernio» al consenso. Barcelona: Planeta. |
|
Arias, I. (2012). Los presidentes y la diplomacia. Barcelona: Plaza & Janés. |
|
Arroyo Illera, F. (1991). El reto de Europa. España en la CEE. Madrid: Síntesis. |
|
Baldó, M. (2002). Las universidades durante la República y el régimen de Franco (1931-1975). En J. Busqueta y J. Pemán (coords). Les universitats de la Corona d'Aragó ahir i avui (pp. 399-535). Barcelona: Portic. |
|
Barba, D. (2001). La oposición durante el franquismo, 1. La Democracia Cristiana. Madrid: Ediciones Encuentro. |
|
Barciela, C. (2002). La guerra civil y el primer franquismo. En F. Comín, M. Hernández y E. Llopis (eds). Historia económica de España, siglos x-xx. Barcelona: Crítica. |
|
Barciela, C., López, I., Melgarejo, J. y Miranda, J. (2001). La España de Franco (1939-1975). Economía. Madrid: Síntesis. |
|
Bassols, R. (1995). España en Europa. Historia de la adhesión a la CE, 1957-85. Madrid: Política Exterior. |
|
Cabrera, M. y Del Rey, F. (2011). El poder de los empresarios. Política y economía en la España contemporánea (1875-2010). Barcelona: RBA. |
|
Calavera, J. (2009). Leopoldo Calvo-Sotelo, Ingeniero de Caminos. En VV. AA.: Con Leopoldo Calvo-Sotelo en Ribadeo. Ribadeo: Ayuntamiento de Ribadeo. |
|
Calvo-Sotelo, L. (1990). Memoria viva de la Transición. Barcelona: Plaza & Janés. |
|
Calvo-Sotelo, L. (1993). Lección un día por semana. El Ciervo, 507-509, 6-7. |
|
Calvo-Sotelo, L. (2003). Pláticas de familia. Madrid: La Esfera de los libros. |
|
Calvo-Sotelo, L. (2005). Sobre la Transición Exterior. Madrid: Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. |
|
Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín, P. (2010) (ed). Leopoldo Calvo-Sotelo, un retrato intelectual. Madrid: Fundación Ortega Marañón. |
|
Camprubí, L. (2017). Los ingenieros de Franco. Ciencia, catolicismo y Guerra Fría en el Estado franquista. Barcelona: Crítica. |
|
Carreño, A. y López, P. (2000). Ingenieros de caminos en el Congreso de los Diputados. Madrid: Congreso de los Diputados. |
|
Delgado, L., Martín de la Guardia, R. y Pardo Sanz, R. (eds.) (2016). La apertura internacional de España: entre el franquismo y la democracia, 1953-1986. Madrid: Sílex. |
|
Duprez, J. M., Grelon, A. y Marry, C. (1991). Les ingénieurs des années 1990: mutations professionnelles et identité sociale. Sociétés Contemporaines, 6, 41-64. Disponible en: https://doi.org/10.3406/socco.1991.997. |
|
Ferrandis, J. A. (2012). Los ingenieros militares en el siglo xix. Revista de Historia Militar, 1, 99-136. |
|
Ferri, M. (2015). El Ejército de la paz. Los ingenieros de caminos en la instauración del liberalismo en España (1833-1868). Valencia: Universidad de Valencia. |
|
Folguera, P. (2003). Tres generaciones de ingenieros. En P. Folguera (dir.) El mundo del trabajo en RENFE: historia oral de la infraestructura. Madrid: Fundación de los Ferrocarriles Españoles. |
|
Forner, S. (2012). España y Europa: a los veinticinco años de la Adhesión. Valencia: Tirant lo Blanch. |
|
Fontán, A. (1996). Los monárquicos y el régimen de Franco. Madrid: Editorial Complutense. |
|
García Crespo, G. (2015). Los empresarios y Europa. Las organizaciones patronales ante la adhesión de España a la CEE (1962-1986) [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://ddd.uab.cat/pub/tesis/2015/hdl_10803_378843/ggc1de2.pdf. |
|
Gómez Santos, M. (1982). Conversaciones con Leopoldo Calvo-Sotelo. Barcelona: Planeta. |
|
González Fernández, A. (2012). Una esperanza acongojada: los empresarios españoles y portugueses ante el ingreso en la CEE. Hispania, 72 (242), 699-722. Disponible en: https://doi.org/10.3989/hispania.2012.v72.i242.384. |
|
Juliá, S. (2008). España en Europa. En J. Fontana y R. Villares (dirs.). Historia de España vol. 11. Madrid: Crítica; Marcial Pons. |
|
Lafuente del Cano, J. (2017). Leopoldo Calvo-Sotelo y Europa. Madrid: Sílex. |
|
Lebón, C. y Sánchez Lissen, R. (2000). Gabriel Rodríguez: un combativo economista liberal en el último tercio del siglo xix español. En E. Fuentes Quintana (ed). Economía y economistas españoles, vol. 4. Barcelona: Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores. |
|
Maluquer de Motes, J. (2014). La economía española en perspectiva histórica. Barcelona: Pasado y Presente. |
|
Martín Rodríguez, M. (2007). La Economía Política en la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1855-1936. En C. Orduña (ed.). Lecciones de Economía Matemática. Madrid: Fundación de las Cajas de Ahorros. |
|
Martykánová, D. (2007). Por los caminos del progreso. El universo ideológico de los ingenieros de caminos españoles a través de la Revista de Obras Públicas (1853-1899). Ayer, 68, 193-219. |
|
Martykánová, D. (2009). Les fils du progres et de la civilisation: Les ingénieurs des travaux publics en Espagne aux XVIIIe et XIXe Siècles. Quaderns d'Història de l'Enginyeria, 10, 251-270. |
|
Martykánová, D. (2016). Remover los obstáculos. Los ingenieros de caminos españoles y sus visiones del Estado durante la segunda mitad del siglo xix. Historia y Política, 36, 49-73. Disponible en: https://doi.org/10.18042/hp.36.03. |
|
Martykánová, D. (2018). Global Engineers: professional trajectories of the Graduates of the École des Arts et Manufactures (1830s-1920s). En D. Pretel y L. Camprubí (eds). Technology and Globalisation. Cham: Palgrave Macmillan. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-319-75450-5_4. |
|
Muñoz Rubio, M. (1995). RENFE (1941-1991): Medio siglo de ferrocarril público. Madrid: Ediciones Luna. |
|
Nogueira, A. (2015). El nuevo Estado Industrial en España: La profesionalización de los directores de empresa durante el desarrollismo [tesis doctoral]. Universidad Complutense de Madrid. Disponible en: https://eprints.ucm.es/40726/. |
|
Pan-Montojo, J. (2005). Apostolado, profesión y tecnología. Una historia de los ingenieros agrónomos en España. Torrelodones, Madrid: B&H. |
|
Pelaz López, J. V. y Díez Miguel, D. (2018). El Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo o el eslabón perdido de la Transición. Ayer, 109, 325-348. |
|
Pereira, J. C. (2010). La política exterior de España de 1800 hasta hoy: historia, condiciones y escenarios. Barcelona: Ariel. |
|
Pérez López, P. (2014). El lector que presidió el Gobierno. Nueva Revista de Política, Cultura y Arte, 147, 43-53. |
|
Pérez López, P. y Lafuente del Cano, J. (2014). Leopoldo Calvo-Sotelo y la transición exterior: la prioridad europea. Arbor, 190 (769), 169. Disponible en: https://doi.org/10.3989/arbor.2014.769n5008. |
|
Puig Raposo, N. y Torres Villanueva, E. (2008). Banco Urquijo. Un banco con historia. Madrid: Turner. |
|
Ramos Melero, R. (2002). El camino de España hacia la Unión Europea (1975-2001). TST, 2, 227-265. |
|
Ruiz Gallarón, J. M. (1977). Florentino. En Florentino Pérez Embid: homenaje a la amistad. Barcelona: Planeta. |
|
Sáenz Ridruejo, F. (1990). Los ingenieros de caminos en el siglo xix. Madrid: Turner. |
|
Sáenz Ridruejo, F. (1993). Los ingenieros de caminos. Madrid: Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. |
|
Satrústegui, J. (ed.) (1993). Cuando la Transición se hizo posible. El contubernio de Múnich. Madrid: Tecnos. |
|
Siles, J. (2010). No me podrán quitar el dolorido sentir. En P. Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín (ed). Leopoldo Calvo-Sotelo, un retrato intelectual. Madrid: Fundación Ortega Marañón-Marcial Pons. |
|
Silva, M. (coord.) (2004). Técnica e ingeniería en España. Zaragoza: Real Academia de Ingeniería. |
|
Silva Muñoz, F. (1993). Memorias políticas. Barcelona: Planeta. |
|
Velasco, C. (1984). El «ingenierismo» como directriz de la política económica durante la autarquía (1936-1951). Información Comercial Española, 606, 97-106. |
|
Zaratiegui, J. M. (2016). Las presiones políticas y empresariales en el marco del proceso de negociación para la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (c. 1962-1968). Investigaciones de Historia Económica, 12, 181-190. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.ihe.2015.05.003. |