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Desafiar los límites atraviesa el siglo xx, una centuria que, bajo mi punto de vista, queda muy bien definida en el título de la obra. Fue Michel Foucault quien señaló que «la transgresión es un gesto concerniente al límite; ahí es donde, en la delgadez de esa línea, se manifiesta el resplandor de su paso» (Préface à la transgression, 1963). En este aspecto, Desafiar los límites es un estupendo acicate para reflexionar sobre cómo esa línea de la transgresión y el compromiso político de las mujeres avanza, retrocede y vuelve avanzar para enfrentarse a los diversos contextos normativos que dominaron el siglo xx, y cómo las diversas experiencias intergeneracionales jugaron un papel fundamental para conformar el contenido y la forma de las resistencias y las disidencias que ofrecieron al poder en sus diversas maneras.

Son varias las obras y monográficos de revistas publicados en los últimos años que relacionan estos conceptos con las mujeres y la perspectiva de género. Buenos ejemplos de ello son ofrecidos por varias de las participantes en esta compilación, coordinada por la catedrática Mónica Moreno. Historiadoras con una trayectoria sustentada en una dilatada solvencia en sus temáticas de investigación participan en esta obra, tal y como son los casos de Rosario Ruiz Franco, Laura Branciforte, Bárbara Ortuño, Marta del Moral, Alejandra Oberti, Ana Sofía Ferreira, Mayka Muñoz, Elena Díaz Silva, Patrizia Gabrielli o Carlos Martos. Cabe destacar la participación de algunas de ellas en el monográfico de la revista Arbor: Ciencia, Pensamiento y Cultura, también coordinado por Mónica Moreno (2020) bajo el título «A contracorriente. Género, compromiso y transgresión en España»; o en la compilación Cuando luchar es sobrevivir. Resistencia(s) de las mujeres frente a los totalitarismos, coordinada por Asunción Esteban, Matteo Tomasoni y María Jesús Izquierdo, y editada también por la editorial Comares en 2022.

Desafiar los límites propone reflexionar sobre el cuestionamiento discursivo y practico que las mujeres o las propuestas feministas introdujeron en la movilización social y política del mencionado siglo, propiciando con ello la incorporación de elementos nuevos de debate y reivindicación. El denominado «siglo de las mujeres» no puede entenderse sin afrontar y ampliar el conocimiento respecto a la acción social y política de las mujeres en la apertura de debates que cristalizaron en una ampliación de derechos y deberes que aún está en muchas de sus tesituras por implementar y, por desgracia, por consolidar y reafirmar en algunos aspectos previamente asentados.

Desafiar los límites acepta el reto de definir y ampliar el conocimiento mencionado apoyándose en una las características definitorias de la historicidad y la territorialidad del movimiento feminista: la pluralidad. Para ello se estructura en tres ejes cronológicos que navegan por el siglo xx: el primero afronta las «transgresiones» de su primer tercio, el segundo analiza las «militancias» de los años sesenta y setenta y, finalmente, una tercera parte dedicada a los «activismos» desplegados en los procesos transicionales a la democracia acontecidos en el mundo iberoamericano durante sus dos últimas décadas. Es cierto que para aquellos y aquellas que dedicamos nuestra atención a los años centrales de la pasada centuria, la ausencia de algún estudio ubicado en estos años llama la atención. Sin embargo, esta carencia queda minimizada gracias a la funcionalidad que ofrece la perspectiva transnacional presente en la obra, ya que sus capítulos contemplan situaciones acontecidas en diferentes continentes (Europa y América) y países (España, Portugal, Italia y Argentina) en las que, tomándome cierta licencia personal vinculada a mis inquietudes, me gustaría destacar la presencia de estudios contextualizados bajo experiencias de exilio o migración forzada. Una visión transnacional que también nos proporciona la posibilidad de realizar comparaciones entre los diferentes contextos estatales analizados en la compilación. Por otra parte, el análisis interseccional también es un elemento transversal en los distintos capítulos de la obra. La relación de las identidades de género, clase y, en menor medida, raza, son consideradas en buena parte de los capítulos.

También es preciso poner en valor los variados marcos teóricos y metodológicos aplicados en cada uno de los capítulos, donde la perspectiva de género utilizada ayuda a desbordar la tradicional atención exclusiva que el estudio de los activismos políticos ha tenido sobre las ideologías y la articulación organizativa de los aparatos políticos adscritos a las culturas políticas progresistas dominantes del siglo xx, incorporando variables de análisis vinculadas al plano emocional (individual y colectivo) que, bajo mi punto de vista, logran ensanchar las fronteras de lo meramente político en el estudio de los diferentes activismos tratados, consiguiéndolo además sin atender a las clásicas reducciones interpretativas que idealizan o denigran a las mujeres. En este sentido, los distintos trabajos también se articulan transversalmente bajo cuatro ejes temáticos sumamente interesantes: uno ya mencionado, como es el dedicado a la agencia de las mujeres frente al poder y los discursos normativos; otro eje fundamental de la obra coloca el foco de atención en la inexistencia de fronteras rígidas entre lo público y lo privado cuando nos adentramos en el análisis de las experiencias militantes de las mujeres; un tercer eje observable es la constatación de contradicciones y tensiones internas entre las propias mujeres y dentro de las organizaciones feministas; y finalmente, un cuarto eje que aborda el alcance y las respuestas ofrecidas al activismo protagonizado por mujeres por parte de sus propias organizaciones y el poder establecido en las distintas coyunturas analizadas.

De igual modo es preciso elogiar la riqueza y la variada tipología de fuentes utilizadas para constatar, interpretar y definir los ejes temáticos señalados: memorias, diarios, autobiografías de carácter literario, fuentes orales o documentales y hemerográficas generadas por las diversas asociaciones de carácter político y sindical que son analizadas en esta compilación. Los distintos trabajos presentes en Desafiar los límites también propician un acercamiento a la considerable producción bibliográfica desplegada respecto a los distintos temas de estudio, ayudándonos a establecer el tránsito acontecido en dicha producción, desde los trabajos pioneros a los más actuales en cada una de las temáticas analizadas. Las autoras recurren a fuentes de todo tipo que son vitales para alcanzar un conocimiento preciso sobre la cotidianidad pública y privada de las mujeres militantes analizadas, así como de sus procesos individuales de politización y conformación de redes solidarias o de afinidad política, su relación con la militancia masculina dentro de sus mismas organizaciones y, finalmente, los sacrificios de la militancia clandestina, incluidas aquellas vinculadas a las maternidades. Todas ellas temáticas de estudio que, sin lugar a dudas, merecen ser continuadas para ampliar su conocimiento en trabajos futuros.