autor, Sin. 2012. «CAPÍTULO LVI De cómo el rey Carlos el Viejo, oyendo la beldad de un jardín que un cavallero avía, se fue allá a solazar; e seyendo bien recebido del cavallero e cenando con él, se enamoró de dos sus fijas e por consejo del conde Guido las casó como si fuesen sus fijas ». Cuadernos de Filología Italiana, n.º Extra (enero): 311-16. https://revistas.ucm.es/index.php/CFIT/article/view/CFIT0909110311A