e-ISSN: 1131-5598
RESEÑAS
El clima sociopolítico español adherido al periodo de Transición democrática insufló vida al medio fotográfico. Los medios de comunicación españoles anhelaron exponer una ‘imagen’ idílica, metafísica; de un periodo incierto, confuso y ambiguo. Algunos lo lograron; otros, sin embargo, denotaron esa división entre la renuncia nostálgica y el progresismo olvidadizo, en aras de la conciliación nacional. Durante ese impasse, la fotografía adquirió, poco a poco, un perfil más autónomo, habilitándose a sí misma como álbum plural de todas las realidades que cohabitaron durante ese tiempo. Destinadas, en su mayor parte, a un fotodocumentalismo ajeno a los sistemas de impresión.
El texto que nos ocupa advierte, con acierto, sobre esta situación. Rafael Rodríguez-Tranche reflexiona sobre la implicación de las imágenes fotográficas en su última gran recopilación académica. Incide, en sus seis capítulos, en la amalgama de fragmentos capturados por la cámara (como herramienta) y sus respectivos portadores (como seres cada vez más independientes y observadores subjetivos de la misma).
Frente al relato idealizado de una Transición modélica, maquetado y avalado por el sistema educativo, la comunicación y su consecuente opinión pública, esta obra revela, también, la característica represión, la violencia estructural y las rememoraciones de un Franquismo marchito (aunque nostálgico y existente) que supieron capturar los fotógrafos de la época.
Por citar algunas de estas instantáneas, descritas página a página y en acuerdo con el título del trabajo, la agitación en las calles, la actuación parlamentaria, el consenso sociopolítico, la violencia terrorista o el retrato de una ciudadanía polarizada (entre las viejas y las nuevas costumbres) entretejen el relato mediante fotografías fijas sobre la esencia y las contradicciones de ese periodo histórico. El resultado es un relato equilibrado y ágil, donde el autor logra conectar (visualmente) los momentos más significativos de la realidad española comprendida entre 1975 y 1981. Aportando, a su vez, ‘otra’ imagen más de la misma, coherente, descriptiva y polifacética.
Concluyendo, el libro se materializa como un viaje visual en sí mismo, mediante instantáneas plenamente conscientes de no una, sino de varias transiciones democráticas. En añadido, vistas, revisitadas y analizadas en la misma clave omnicomprensiva que demandó (y continúa demandando) dicho periodo histórico.