e-ISSN: 1131-5598
RESEÑAS
Educar con imágenes es una representación escrita de lo que ocurre en nuestra realidad. El foco está centrado en la crítica hacia la cadencia de imágenes, las consecuencias que eso conlleva, y cómo abordar esta problemática desde lo educativo. La gran cantidad de imágenes y estímulos que nos llegan constantemente han demeritado el patrimonio de lo visual, lo cual supone un cambio cualitativo y cuantitativo en lo referido a la recepción de estímulos visuales. De acuerdo con el autor, resulta necesaria una alfabetización visual de la ciudadanía, ya sea mediante procesos formales (centros educativos) o por procesos no formales e informales (visita a museos, actividades lúdicas, entretenimiento audiovisual). Es urgente abordar estas cuestiones puesto que comenzar a entenderlas supone empezar a disfrutarlas, habida cuenta que podemos extraer mil anécdotas y pareceres diferentes de una misma imagen (Barthes, 2005).
Un punto a favor de los aspectos formales de las obras de las que habla el libro son las constantes citas de autores y la comparación con conceptos reales. Por ejemplo, usar la obra de Dani Torrent para explicar el concepto de lo que supone tener una educación en imágenes lo clarifica y hace más disfrutable la lectura, además de darnos a conocer a un creador importante y actual. El autor es un prestigioso ilustrador, cuyos libros son traducidos a numerosos idiomas, galardonado con importantes premios internacionales. El gran aporte de Dani Torrent es la simplicidad con la que aborda temas complejos, aspectos de la actualidad que nos ofrecen una mirada sensible y acertada de cuestiones que nos importan, que constituyen aspectos significativos y valiosos de la convivencia. Al mismo tiempo. Nuestro ilustrador ofrece una mirada muy particular hacia las problemáticas que va desgranando. En el libro ilustrado Aquívivía yo, Torrent asume la autoría tanto del guion y el texto como de las ilustraciones, dotando al conjunto de una coherencia rotunda (Torrent, 2018). Al ser aspectos abstractos, el uso de comparaciones tangibles y la aparición de diferentes autores son de uso necesario y, por qué no decirlo, tremendamente acertados.
El poder reflexivo de la obra es notable. Una de las frases que más me ha hecho reflexionar de la obra es la de Neil Postman: “lo importante de las tecnologías no es lo que sabemos de ellas, sino lo que ellas saben de nosotros” (Postman, 2018). Trasladar la alfabetización visual al mundo digital nos ayuda a comprender el concepto y a ser críticos y selectivos en la toma de decisiones dentro de nuestra identidad digital. Merece la pena reducir el ritmo de lectura de páginas para pararse a pensar mirando al tendido y dejando fluir a la corteza frontal. Es lo que yo mismo he intentado al leer detenidamente este trabajo sobre la visualidad y sus consecuencias. Esta obra está recomendada para la gente con espíritu crítico, con ganas de hacer cosas y disfrutar de los estímulos (Salido-López, 2021). También para la gente curiosa que quiere indagar en el mundo de las imágenes y la influencia que tiene sobre nosotros. Está destinado especialmente a profesionales docentes con la intención de llevarlo a la práctica pedagógica, modelando sus estrategias en función del público al que vaya dirigido.